Los museos canarios tendrán que explicar el genocidio guanche
La polémica generada por los cuadros de la humillación, del pintor palmero Manuel González Méndez que adornan el salón de plenos del Parlamento de Canarias, ha tenido este miércoles una variante en la Cámara regional, que ha aprobado por unanimidad que dentro de los museos arqueológicos de las Islas haya secciones especiales donde se recuerde y se estudie “el genocidio guanche a manos de los conquistadores del Archipiélago”.
Y aunque ni el Grupo Socialista ni el Popular ni el Mixto han estado de acuerdo con estos términos de la exposición de motivos de la iniciativa impulsada por el presidente del Partido Nacionalista Canario (integrado en el Grupo Parlamentario Nacionalista Canario), Juan Manuel García Ramos, lo cierto es que han dado su voto favorable a que el Gobierno canario impulse la creación de espacios museísticos para “informar con todo detalle lo concerniente a lo que fue la conquista y la colonización de nuestras Islas, tanto desde el punto de vista de los vencedores como de los vencidos”.
Unos espacios que, además, incluirán una “representación exhaustiva de lo que significó en su tiempo la cultura guanche en el ámbito del Atlántico Medio y su relegación y destrucción por parte de los primeros conquistadores de las Islas”.
El propio García Ramos, que fue consejero de Educación y vicerrector de la Universidad de La Laguna, ha reconocido que la polémica desatada por las declaraciones del expresidente Lorenzo Olarte sobre los cuadros de la humillación justifica que los canarios deban conocer quienes fueron Pedro de Vera o Alonso Fernández de Lugo, “dos personajes que considerados verdugos en su tiempo”.
De “100.000 almas” a solo 6.000
“Y no lo digo yo, según los estudios de Antonio Macías, ”la población aborigen ascendía a 100.000 almas“, que se vieron reducidas a 6.000, ”tras el periodo de conquista y adhesión a la Corona de Castilla“.
“Siempre se nos ha transmitido la historia de Canarias desde la perspectiva de los vencedores, de los conquistadores y colonizadores, por lo que quizá convenga hacer un esfuerzo por conocer algo de la versión de los vencidos para divulgar con rigor toda esa información”, insistió.
Por ello, y como el diputado de Podemos Francisco Déniz anunció que presentará una iniciativa para tapar esos cuadros, García Ramos dijo que “no quiero que se oculten, sino que los canarios sepan interpretar su verdadero significado”.
En parecidos términos se manifestó la socialista Victoria Pérez: “No me importa que esos cuadros estén ahí porque así me hacen recordar lo que pasó”.
“Todos sabemos que los castellanos no llegaron aquí como hermanitas de la caridad, sino para avasallar y conquistar”, apostilló la diputada de Nueva Canarias (NC) Esther González.
Siglos de conquista y colonización
Como ha recordado García Ramos, la sociedad insular “desconoce lo sucedido en los años y siglos de conquista y colonización, y sería muy conveniente acercar esa información a la ciudadanía para que tuviera una idea más objetiva de dónde se encuentran los cimientos de lo que hoy somos”.
El cuadro situado a la izquierda de la mesa presidencial se titula La entrega de la princesa y representa la cesión de la joven aborigen Arminda Masequera a los conquistadores y en el de la derecha, La fundación de Santa Cruz de Tenerife, un soldado castellano sostiene una cruz frente a la que se arrodillan unos frailes. Para Olarte, ambos “reflejan el exterminio de los guanches y de su humillación ante los castellanos”.
De momento, y a la espera de lo que ocurra durante el futuro debate de la iniciativa de Podemos, las obras pictóricas seguirán presidiendo el salón de plenos de la Cámara que representa la voluntad popular de los descendientes de a quienes representan ambas obras.
El proponente, Juan Manuel García Ramos, presidente del minoritario Partido Nacionalista Canario (PNC) es escritor, catedrático de Filología Española de la Universidad de La Laguna y miembro de la Academia Canaria de la Lengua. Ha sido vicerrector de la Universidad de La Laguna y consejero de Educación. Es Premio Internacional José Vasconcelos (1997) y Premio Canarias de Literatura (2006) por el conjunto de su trayectoria creativa, crítica y docente.
