''Nardy, Mauricio y Candil pueden contribuir a un gobierno estable''

El candidato socialista al Ayuntamiento de la capital grancanaria, Jerónimo Saavedra, afirma que el PSC-PSOE será el 27-M la primera fuerza política y que “si la gente quiere cambio” tendrá mayoría absoluta, aunque reconoce que “Nardy Barrios, Mauricio y Candil pueden contribuir a un gobierno estable”.

En una entrevista, Saavedra explica que “como la mayoría de los partidos que van a obtener representación podemos calificarnos de progresistas, yo estoy dispuesto a negociar, como ha dicho alguno de ellos, sobre los programas que estamos presentando a los ciudadanos”.

“Y en base a un programa común los que quieran sumarse podemos formar un gobierno de dos o de tres”, añade el candidato socialista, quien advirtió que “si se está gobernando con otro, hay que ser leales, pedir lealtad y al grano, que es el servicio mejor al ciudadano”.

Jerónimo Saavedra asegura que en caso de gobernar con pactos en el Ayuntamiento de la capital grancanaria “con Nardy Barrios, con Mauricio o con Candil, que son los que más posibilidades tienen, me encuentro bien; unos por larga tradición de amistad y otros con menos conocimiento, pero con magníficas relaciones”.

“Me parecen todos que pueden contribuir a un gobierno estable. Lo fundamental que hay que pedir es que haya estabilidad”, afirma el candidato socialista.

El ex ministro socialista y primer presidente del Gobierno autónomo canario explica que su proyecto es “reducir”, y si puede “borrar”, las desigualdades sociales “profundas” que hay “entre unos y otros ciudadanos de mi ciudad”.

Afirma que quiere que Las Palmas de Gran Canaria “vuelva a ser el faro que oriente al resto de las islas”, mientras que ahora es una ciudad “injusta, desigual y rutinaria”.

A juicio de Saavedra, “da la sensación de que el PP ha arrinconado a la alcaldesa” en esta campaña electoral, al tiempo que se compromete a garantizar que si logra la mayoría absoluta no actuará con “prepotencia o soberbia” como “otros políticos insulares”.

Vengo aquí con su biografía y la verdad es que no entiendo muy bien para qué se presenta, si ya no caben más líneas en ella.

Porque nunca he sido alcalde (sonríe). Es la administración que no conozco y quiero conocer para completar mi formación política.

¿Quizá mucho esfuerzo a estas alturas de la vida?

No. Lo que estoy viendo es que es distinta la manera de llevar adelante un Ayuntamiento porque es imprescindible mantener contacto con el vecino y vecina. No se puede llevar como un gobierno autónomo, o como un Ministerio, desde el despacho y solo salir para cortar cintas, sino que hay que dedicar mucho tiempo al contacto en la calle con la gente. En la campaña, confieso sin complejos de ningún tipo que estoy descubriendo aspectos nuevos de mi ciudad, a pesar de los años que tengo: veo carencias, veo dramas, veo ilusión..., una esperanza en la gente que no podía yo imaginar que fuera tan fuerte. Después de 12 años de gobierno del PP en el ayuntamiento, el que todavía la gente mantenga la confianza, la esperanza en que hay posibilidad de cambiar y que “estos a lo mejor cumplen lo que otros no han cumplido”, eso es una inyección de moral importantísima para un político veterano como yo.

Hablando de eso, de veteranía, ¿de dónde ha sacado las ganas?

Las ganas se sacan de uno mismo (ríe). Hubo muchos que me lo pedían y yo siempre decía que no, hasta que en agosto, en el propio mitin que dio Zapatero en el Kraus, fue donde vi que a lo mejor era yo todavía útil para el partido y para los ciudadanos.

Usted es de los candidatos al ayuntamiento que más simpatías despierta entre sus adversarios. ¿Es simple cuestión de educación?

No. Porque como primer presidente de la comunidad hicimos un esfuerzo de equilibrio que luego los que vinieron detrás no han sido capaces de mantener, sino al contrario. Nunca ha habido un Gobierno que jamás haya aplicado mejor el equilibrio entre las siete islas que el primero. Y si además, tomó compromisos como la guerra contra la mala educación que había, la tasa de analfabetismo que era de las mayores de España, haber asumido el tema educativo sin recursos... Entonces no nos dedicábamos a ver si Madrid daba más o menos dinero en años en que Madrid también estaba saliendo de una grave crisis económica derivada de la reconversión industrial y de la situación energética de los años 70. Tuvimos el coraje de crear el primer impuesto autonómico de toda España sobre los carburantes para destinarlo a un plan de construcciones escolares. Eso, con el tiempo, se ha revalorizado y quizá eso contribuya a la buena imagen.

¿Qué estaría dispuesto a hacer por “amor”, como dice un lema suyo de campaña, a su ciudad?

Reducir, y si puedo borrar, las desigualdades sociales profundas que hay entre unos y otros ciudadanos de mi ciudad. Eso como punto de partida. Y como objetivo, que es imprescindible para que la ciudad recupere el empuje económico, es darle prestigio, confianza, que se autoestimen más los ciudadanos y ciudadanas de esta capacidad, y que sean conscientes de su capacidad de recuperar el protagonismo tenido en otras épocas esta ciudad. Que vuelva a ser el faro que oriente al resto de las islas y de las capitales y que también se proyecte en esa tricontinentalidad de la que hablé en los años 80, que se vuelva a hablar ahora, aprovechar la posición estratégica o geográfica de esta ciudad, su vocación al comercio mundial, su proyección hacia África, Europa y América del Sur; con todo eso junto podemos conseguir esa ciudad de prestigio y cosmopolita que yo quiero.

Y si pasamos de la literatura a las matemáticas, ¿con qué medidas se concreta eso?

Hay que fomentar el interés turístico de esta ciudad, porque es una ciudad importante con un par de millares de habitaciones de cuatro y cinco estrellas. Si queremos que esta ciudad atraiga turistas, que se construyan nuevos hoteles de categoría, será imprescindible que haya turismo cultural, deportivo, de exposiciones, ferias y congresos. Y la atracción del turismo diurno, que viene al sur de la isla y que no visita la capital, pero que eso dará una actividad económica que creará empleo y dinamizará el comercio y la gastronomía locales, entre otras cosas.

¿Tan mal ve ahora la ciudad?

La veo injusta, desigual y rutinaria. Es raro que una ciudad esté en mala situación; en toda gestión municipal hay hechos positivos, que no me gusta ocultar. La etapa de primer alcalde popular se caracterizó por césped en la Avenida Marítima, y casi a eso se redujo. La actual alcaldesa su mérito está en haber quitado el scalextric del barranco de Guiniguada; haber, con nuestro apoyo, acelerado la restauración del Teatro Pérez Galdós y de otros edificios que están a punto de culminarse con la ayuda de distintos ministerios del Gobierno socialista. Del resto... Vivir de espaldas a los problemas de los barrios es una característica del PP que yo no puedo compartir y quiero cambiar.

Habla la alcaldesa ahora de un segundo plan de barrios.

¿Un segundo?... Si el primero no está aplicado, salvo que ahora por las noches he visto que han empezado a una especie de ritmo febril a asfaltar calles de Vegueta; una cosa extraña a una semana de las elecciones. ¿Por qué no se ha hecho antes?

¿De verdad me dice convencido que va a ganar las elecciones? ¿Con mayoría suficiente para gobernar en solitario?

Voy a ser la primera fuerza política en el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Ese es mi objetivo.

¿Y si gana Pepa Luzardo?

No tiene perspectivas y ella misma es consciente; no hay más que ver al PP la pésima campaña que le está haciendo a la alcaldesa. Da la sensación de que el PP ha arrinconado a la alcaldesa. En el mitin era Soria-Rajoy, Rajoy-Soria, y con letra chica “también participará la alcaldesa”. Yo nunca he visto publicidad así de un mitin en una ciudad gobernada por el mismo partido.

¿Y si ganara usted con mayoría simple y tiene que pactar?

Como la mayoría de los partidos que van a obtener representación podemos calificarnos de progresistas, yo estoy dispuesto a negociar, como ha dicho alguno de ellos, sobre los programas que estamos presentando a los ciudadanos. Y en base a un programa común los que quieran sumarse podemos formar un gobierno de dos o de tres.

¿Con quién se siente más a gusto para gobernar?

Con Nardy Barrios, con Mauricio o con Candil, que son los que más posibilidades tienen, me encuentro bien; unos por larga tradición de amistad y otros con menos conocimientos, pero con magníficas relaciones; me parecen todos que pueden contribuir a un gobierno estable. Lo fundamental que hay que pedir es que haya estabilidad.

Me decía hace poco la actual alcaldesa Pepa Luzardo que le daban terror los pactos tripartitos para la ciudad.

Pero los pactos tripartitos los hicieron sus compañeros en su época; nosotros no hemos hecho esos pactos. Eso provocó una crisis en el PP y la alcaldesa tiene en su haber positivo haberse mantenido fiel a su partido y quedarse sola como única concejal (...) Que cambie el gobierno municipal no significa que se reproduzcan fenómenos del pasado, que, repito, no fueron protagonizados por el PSOE.

¿Cree que debería gobernar el ayuntamiento el partido más votado?

Eso... cualquier político sabe que eso no se puede contestar (sonríe), ni se debe.

¿Puede pasar de todo entonces?

Claro.

Puede llegar incluso a ser Luzardo la más votada, pero no renovar como alcaldesa.

Por eso hay que ser prudentes en las declaraciones.

¿Cree que Mauricio tiene alguna posibilidad de ser alcalde?

No.

¿Qué valoración tiene de él?

Es un buen político, muy contrastada su larga experiencia. Es una persona intelectualmente valiosa y muy hábil. Y un político importante en Canarias, sin ninguna duda.

Si tiene usted que gobernar con Mauricio, Nardy Barrios o Candil, ¿no cree que entre todos ustedes pudiera haber choques o roces?

Yo he gobernado con pacto y sin pacto y yo no he chocado. Ha habido traición en un caso en mi historia política, pero lo doy por superado; no estoy obsesionado con la movida, los chismes, los comentarios, las reuniones... en la vida política hay que vivir con mucha más naturalidad; si hay algunos enfermos, habrá que tratarlos como enfermos. Las patologías hay que prevenirlas y nada más. Si se está gobernando con otro, hay que ser leales, pedir lealtad y al grano, que es el servicio mejor al ciudadano.

De esa lealtad que pide no recibió mucha cuando gobernó Canarias...

Eso ocurrió hace 14 años y para mí es todo una vida.

¿Se aprende del pasado?

Se aprende, pero se sigue caminando; pobre de aquel que se queda parado mirando para atrás.

¿Puede caer en los mismos errores que en el pasado?

Procuraré no hacerlo. La gente también cambia. Igual que uno cambia, también cambian los demás y se evitará el error.

¿De mayoría absoluta del PSC-PSOE nada de nada?

Difícil es, pero si las personas quieren cambio y quieren mayoría absoluta, pues mayoría absoluta. Garantizo que el gobierno de mayoría absoluta en mi caso no supone ningún ejercicio de prepotencia o soberbia como otros personajes de la vida política insular o canaria vienen dando sobrada muestra.

¿Se puede convertir usted en un Tierno Galván de Las Palmas de Gran Canaria?

Tierno era una persona admirable intelectualmente, distante en lo personal, y en eso me diferencio de él. Lo que hizo fue dar una lección a la gente joven: ser mayor de edad no quiere decir que no se puede dar un impulso de rejuvenecimiento a la vida cultural y al ocio en una gran ciudad. Eso ocurrió en el Madrid de los años 80 y que todos recuerdan como el mejor Madrid democrático. Sí me sirve de lección. La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en los años 80 era mucho más alegre que lo es hoy. Lo dicen dueños de restaurantes, bares y discotecas y la gente joven que no sabe a dónde ir y que quieren que se les abran nuevos cauces. Hay que buscar una revitalización con el respeto a los vecinos, naturalmente, no excediéndose en los ruidos, sino tomando las medidas necesarias para salvar el derecho al silencio. Pero hay que darle un impulso a la ciudad, sin duda. ¿Por qué se tienen que ir a divertir al sur? Para crear problemas de tráfico, de seguridad, de contaminación...

¿Su política sería más permisiva?

Los horarios se deben revisar porque hay rigideces...uno no entiende por qué una terraza se puede abrir hasta las 0.00 horas y no hasta las 2.00 horas en determinados meses del año.

En los Carnavales las protestas vecinales por los ruidos ocasionaron algunas restricciones de chiringuitos y terrazas avaladas por los tribunales ¿Cuál es su postura en esta cuestión?

Hay que discutir con los organizadores la conveniencia de reducir el número de días de Carnavales porque ni Río de Janeiro tiene unos carnavales que duren tanto. Los vecinos tiene derecho al silencio y los tribunales garantizan este derecho. El Carnaval habría que mantenerlo en sus características fundamentales; habría alguna posibilidad de celebrarlo también en otro barrio, si la gente lo pide. Y hay que convencer a los chiringuitos de la conveniencia de no ser provocadores, que la música no hace falta ponerla a las cinco de la tarde a toda pasta cuando la gente llega a las once de la noche.

De los compromisos que está firmando con los barrios con los vecinos, ¿qué pasa si llega a ser alcalde y luego no los cumple?

¡Cómo no voy a cumplirlos! Si no, no los firmaría, me dedicaría a otra cosa. He dicho que esta campaña es distinta. No tantos mítines y más encuentros y reuniones en plazas y locales de las asociaciones. Se lee el documento, se firma y es un pacto entre caballeros. Ellos se fían de mí y yo de ellos. Son peticiones que ellos han hecho; al año volveré allí y explicaré qué hemos hecho, y si quedan varias cosas por hacer, que ellos establezcan la prioridad.

Se dice que en campaña ustedes los políticos hacen promesas que luego no cumplen.

Yo no he hecho ninguna promesa que no vaya a cumplir. En vivienda tenemos un plan de choque para poner en marcha en este mandado y continuar después de construir 4.000 viviendas; mil serán de dos, tres y cuatro habitaciones en régimen de venta en promoción pública sobre suelo que nos tendrá que ceder el Cabildo.

¿Usted cree que si sigue Soria le va a ceder suelo?

¿Por qué no? Una cuestión es la batalla de las elecciones y otra los cuatro años que hay que rendir cuentas a los ciudadanos y a mí no se me pasa por la cabeza cuatro años de pelea, de choque de instituciones, porque los ciudadanos pasarán factura. Hay que hacer viviendas; tenemos dinero para ello, nos lo ha dado el Gobierno de Canarias y no se han hecho porque en este gobierno del PP, la alcaldesa, en lugar de tener más suelo público, lo que ha hecho es vender. De manera que el Cabildo es el único que nos puede dar ese suelo. Las otras 3.000 viviendas serán en régimen de alquiler; serán lofts; unos con una sola habitación, unos treinta y tantos metros cuadrados, y otras con dos habitaciones. Queremos que el alquiler represente como mucho el 20% del salario que perciban. Será la solución a un problema muy fuerte que demandan, sobre todo la gente joven. Aunque también hay divorciados y divorciadas, personas mayores que están en viviendas grandes que podrían pasar al mercado y pasar ellos a esas unidades más al tamaño de sus necesidades.

En materia de transporte, ¿qué ofrece?

Apostamos claramente por el transporte público, lo que significan las guaguas municipales, estudiando la malla de comunicaciones actual para satisfacer demandas que las asociaciones de vecinos me han formulado en varios barrios, combinados con el establecimientos de varias vías reservadas para la guagua a fin de incrementar la velocidad media. Habrá unas líneas de guagua exprés que unirían los puntos más distantes de la ciudad, el sur del Hospital Insular hasta el Castillo de la Luz, y la ciudad alta, Siete Palmas y La Ballena. Junto a una modernización de la flota, que permite incrementar el número de pequeñas unidades que se mueven mejor por determinados barrios, y la adquisición de guaguas de hidrógeno que van a eliminar la contaminación y contribuir así a la lucha contra el cambio climático.

Usted ni tren, ni tranvía, ni barcos...

No, no. Únicamente vamos a estudiar la posibilidad del transporte vertical, es decir, escaleras mecánicas para determinados barrios de la ciudad como San Nicolás, San José, San Juan y San Roque.

¿Tiene algún proyecto emblemático que le gustaría ver acabado como alcalde?

Que la Base Naval esté en otro lugar y en el solar existan solo instalaciones de uso colectivo por los ciudadanos, de descanso, de ocio, de deporte, de cultura. Ese sería mi sueño. Yo no soy partidario de la gran obra, sino de la pequeña obra. Primero hay que recuperar la Base y luego ver si ahí cabe un Museo Naval o un Gran Acuario, alguna instalación deportiva cubierta o si el Recinto Ferial, en lugar de llevarlo a El Rincón, se lleva allí. Hay alternativas y yo no tengo ningún capricho al respecto.

¿Se lo pondrá fácil el Gobierno central lo de la Base Naval? Se lo pregunto porque la alcaldesa dice que a ella sólo le ponen zancadillas.

Eso no lo puede decir porque la Administración central actual le ha resuelto todos los problemas que le ha planteado: Teatro Pérez Galdós, Castillos de La Luz y de Mata y edificio del Ayuntamiento en la Plaza de Santa Ana. De los ministros y ministras socialistas la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria no tiene por qué quejarse.

¿Qué medidas de tipo social se plantea aplicar?

Primero hay que poner en funcionamiento con la máxima eficiencia la Ley de Dependencia en sus distintas etapas. En segundo lugar hay medidas sociales que son urgentes: restablecer la confianza en los trabajadores sociales que tiene el ayuntamiento, y que el 31 de este mes se acaban sus contratos; lo cual pone de relieve que al Ayuntamiento no le interesan ni esos trabajadores ni los ciudadanos a los que esos trabajadores prestan servicios: mujeres maltratadas, menores con problemas o personas con limitaciones en su movilidad. Hay que restablecer el buen funcionamiento de los servicios sociales. También hay que cubrir lagunas grandes, como que no hay más que cinco escuelas infantiles públicas en la ciudad; hay barrios que no tienen ninguna. Hay madres que no pueden trabajar porque no pueden dejar a sus hijos en ningún lugar. Problemas sociales hay muy numerosos.

Luzardo ha dicho que le gustaría convertir esta ciudad en Valencia, ¿usted en qué le gustaría?

No sabe lo que dice. Su admiración por Rita Barberá le lleva a decir esas cosas. ¿Por qué no mira a Santa Cruz de Tenerife y busca tener los jardines y parques que tiene? Yo no tengo ningún complejo en decir que me gustaría que al final de los cuatro años en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria la ciudad tenga todos los parterres, paseos y parques en las condiciones en que los tiene Santa Cruz de Tenerife.

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