Pablo Iglesias sitúa a su izquierda Podemos Canarias y a su derecha Podemos Aragón
Meri Pita, la diputada por Las Palmas y secretaria general de Podemos en Canarias, tiene ante sí un papelón complejo. Pablo Iglesias citó a todos los líderes regionales este viernes para explicar la crisis del partido y, lo que es más relevante, qué hacer ante la negociación que la próxima semana inicia con Pedro Sánchez. La crisis en la Comunidad de Madrid por el cese del inepto Sergio Pascual se suma a las que todavía siguen abiertas en Cantabria, Galicia y Cataluña, con gestoras a la espera de primarias. Eso se hizo en el País Vasco y La Rioja, donde Kiko Garrido y Nagua Alba ya están pacificando y reorganizando el partido.
¿Cuánto pinta Canarias en Podemos nacional? Menos de lo que muchos quisiéramos y más de lo que otros tantos se imaginan. Realmente son las federaciones de Madrid (20%) y Cataluña (24%) las más influyentes, la primera porque es donde viven y trabajan Pablo Iglesias, Errejón, Bescansa y Monedero –alma mater del grupo pero sin escaño– y la segunda porque Ada Colau tuvo mucho tino con Xavier Domènech. Otra federación de peso es Andalucía (16%), donde Teresa Rodríguez es una voz original y propia. Al igual que Galicia (25%) y la Comunidad Valenciana (25%). En estos dos casos tanto las mareas gallegas como Compromís han supuesto para las confluencias más porcentaje de votos que al tiempo obliga a compartir espacio, algo parecido a lo que ocurre en Cataluña. Incluyamos también aquí al País Vasco (25%), que va en solitario. Al fin y al cabo, Podemos nació para representar a la gente y no a los partidos, por lo que es lógico que esta heterogénea composición esté en el adn de su genealogía.
Después de este cogollo de seis autonomías que aportaron 50 diputados, otras 11 pusieron las otras 19 actas que poseen en el Congreso. Es ahí donde Podemos Canarias tiene su peso porque la federación archipielágica lidera esta inmensa minoría, que diría el poeta Juan Ramón Jiménez. ¿Por qué? Por votos, por escaños, por porcentajes, por prestigio… Canarias (23%) obtuvo tres actas al Congreso y otras dos en el Senado y si su porcentaje es el mismo que Baleares o Navarra (23%), aporta un escaño más que éstas, con la particularidad de que además en Las Palmas (26%) obtuvo el mayor porcentaje de voto de toda España, si restamos a las confluencias. Esto aporta, además de sufragios, autoridad interna.
Podemos Canarias debe liderar esta minoría periférica desde la ultraperiferia porque Podemos tiene todavía mucho que decir –y que votar– sobre la gobernabilidad en Madrid para el resto de España. Es cierto que Echenique en Aragón (18%) tiene la fuerza de su talento y de los fundadores del partido, pero ahora que se ha integrado en el aparato como secretario de organización su tendencia será más a la ortodoxia que a la anterior disidencia. Y estas federaciones donde Podemos ha sido minoría o tercera fuerza pueden ser quizás las más clarividentes para salir del atolladero o del bloqueo: Asturias (21%) o Castilla León (15%) acompañan así a este nutrido grupo de minoritarios como son Cantabria (17%) –donde tuvo el inestimable apoyo subterráneo de Revilla–, Rioja (15%), Murcia (15%), Castilla la Mancha (12%) o Extremadura (12%).
No le arriendo la ganancia a las Meri Pita, Victoria Rosell, María Alemán, Moncho Galindo y Alberto Rodríguez ante lo que se les viene encima, pero está claro que estas nuevas gentes no vinieron a la política para pasar el rato, enriquecerse o buscarse la vida. Este viernes Meri Pita apareció a la izquierda de Pablo Iglesias –gesto elocuente– y el secretario general, que situó a su derecha a Echenique (Podemos Aragón) anunció una “nueva época” en Podemos. Esta otra etapa pasa por trabajar por un “Gobierno a la valenciana” (sólo el PSOE con IU y Compromís) porque el otro (PSOE-Ciudadanos) “sólo tuvo el apoyo de Coalición Canaria”: “Es lo que nos pide la gente de Podemos y es lo que nos pide la sociedad”. Pablo Echenique aprovechó de inmediato para sugerir –matiz interesante– el “modelo aragonés”: apoyo al cambio de Gobierno y mandar al PP a la Oposición, pero no a la entrada de la formación morada en el Ejecutivo y papel de Podemos como socio parlamentario preferente para llevar la acción de Gobierno “al límite”. En Aragón, Podemos tiene un interlocutor en cada consejería y departamento del Ejecutivo al que se le informa directamente de los asuntos de mayor relevancia. Se ha reducido la inversión en infraestructuras o carreteras, los altos cargos, las direcciones generales, los asesores… Cualquier imputado dimite, hubo un decreto de “emergencia social” para vivienda y suministros… No es mal planteamiento. Podemos fuera, pero influyendo mucho.
Podemos Aragón llegó a sugerir un Gobierno PSOE-Podemos e incluso un reparto de carteras: la iniciativa daba la presidencia a Pedro Sánchez y a los socialistas los ministerios de Portavoz e Industria (Antonio Hernando), Exteriores (Antonio Pradas), Empleo (Meritxell Batet), Fomento (María González), Agricultura (César Luena) y Educación (Mari Luz Rodríguez). En ese gabinete se situaba a Pablo Iglesias como vicepresidente con cinco ministerios para Podemos: Iñigo Errejón, Interior; Julio Rodríguez, Defensa; Carolina Bescansa, Sanidad; Xavier Domènech, Plurinacionalidad; y Viky Rosell, Justicia; así como un sexto para IU, con Alberto Garzón al frente de Economía. Se armó tal revuelo a nivel nacional que –independientemente de su idoneidad u oportunidad– Echenique o Podemos Zaragoza tuvo que rectificar: “Eliminado el tuit sobre carteras ministeriales para evitar confusiones: no era en ningún caso una propuesta oficial del partido”. No solo se suprimió el tuit sino la propuesta. Y ahora Podemos Aragón apoya al Gobierno del PSOE desde la Oposición.
“Es lo que nos pide la gente de Podemos y es lo que nos pide la sociedad”, insistió Pablo Iglesias para volver a proponer su pacto PSOE-Podemos-Compromís-IU (160 escaños). Necesitaría más actas, pero esas se podrían obtener con el “diálogo sincero con el PNV”. Esto sumaría, de producirse, otros 6 escaños. Y se supone que la abstención de ERC y DL, aunque eso sea mucho suponer. Lo que me parece más interesante, a la par que honesta, es la diferencia que hace Pablo Iglesias entre “la gente de Podemos” y “la sociedad”. Me temo que en los metros finales de la negociación va a ser esto lo que sea necesario explorar para intentar evitar las nuevas elecciones que, por otra parte, darían más o menos los mismos resultados pero eso sí: con una enorme frustración y una mayor abstención. Pero en cualquier caso, ahí queda el gesto: Canarias, a la izquierda de Pablo Iglesias. Y a su derecha, Echenique.