Paulino Rivero propone destinar los fondos IGTE a un plan de lucha contra los vertidos en el mar
El expresidente del Gobierno de Canarias y de Coalición Canaria (CC), Paulino Rivero, ha propuesto destinar los fondos del extinto IGTE, que suma unos 160 millones de euros anuales, a un plan de lucha contra los vertidos en el mar.
Paulino Rivero, en su blog personal, ha mostrado su preocupación por la aparición de microalgas en el mar de Canarias, una “situación extraordinaria” que, a su juicio, “exige respuestas igualmente extraordinarias”.
Por ello, ha planteado una iniciativa conjunta, compartida por todos sin excepción, que permita impulsar un plan de lucha contra los vertidos en el mar dedicando al mismo todos los recursos extraordinarios provenientes del IGTE.
“Si todos los partidos comparten la preocupación social y el rechazo del 100% de los ciudadanos a los vertidos incontrolados, ¿por qué no una iniciativa de consenso apoyada por todos sin excepción alguna?”, ha manifestado.
Rivero ha hecho referencia a la opinión del subdelegado del Gobierno de España en Tenerife, Guillermo Diaz Guerra, quien cree que no existe ninguna duda de que hay una vinculación entre el aporte de nutrientes al mar, en este caso de aguas sin tratar, y las microalgas.
También ha mencionado la posición del Gobierno de Canarias, para el que la proliferación de microalgas es un fenómeno natural cuya floración obedece al aumento de la temperatura del mar, la calma de las mareas y la calima.
En cualquier caso, ha agregado, es necesario eliminar cualquier tipo de duda sobre la incidencia que los vertidos pueden tener sobre “las horrorosas” manchas en el mar.
Ha recordado que las costas canarias y el mar que las baña, la rica biodiversidad que caracteriza el entorno, la luminosidad del cielo y las bondades del clima son los valores que dan soporte a un sector que genera más del 35% del Producto Interior Bruto de las islas y de los empleos directos que se generan.
Asimismo, ha recalcado que hay que atajar las controversias antes de que se llegue a consolidar la idea de que Canarias es un destino de baja calidad, con las consecuencias que ello podría traer tanto respecto a la demanda como a los precios.