''Queremos competir con Agaete para lograr las bonificaciones''
El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, prevé que el ferry de Naviera Armas que une Las Palmas de Gran Canaria con Santa Cruz de Tenerife comience a operar desde la terminal de La Esfinge a mediados de octubre, tras los trabajos que han comenzado este lunes para rellenar la rampa, que presentaba un error de diseño y hacía imposible la subida y bajada de vehículos en pleamar.
En una entrevista concedida al programa Tiempos Modernos, de CANARIAS AHORA RADIO, Ibarra ha asegurado que el puerto de La Luz y de Las Palmas tendrá una terminal de pasajeros “en condiciones” en La Esfinge con la que pretende “competir con Agaete y el aeropuerto” para acaparar tráfico y beneficiarse de las bonificaciones que aporta el Estado por este movimiento.
La conexión entre las dos capitales canarias tendrá una frecuencia diaria de cuatro o cinco trayectos con una duración de 2 horas y 30 minutos. Para la carga y descarga del barco se prevé un tiempo de operación de entre 45 minutos y una hora. “Queremos que La Esfinge empiece a tener uso como plataforma para conectar Tenerife con Gran Canaria”. ha manifestado Ibarra.
Con respecto a la polémica surgida en torno a la exclusión del puerto de Santa Cruz de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T), Luis Ibarra ha sido categórico al afirmar que las infraestructuras que no están “no cumplen los requisitos”. En este sentido, Ibarra ha elogiado el “espléndido trabajo” que se ha desarrollado en el puerto de La Luz y de Las Palmas en los últimos años y que ha posibilitado que sea incluido “por méritos propios” como nodo de la RTE-T por su “importancia en el sector pesquero, de cruceros, de reparaciones...”
Aunque el presidente de la Autoridad Portuaria ha reconocido que “sería bueno” que existieran dos nodos en las Islas, ha rechazado la propuesta para “ir de la mano” con Santa Cruz de Tenerife. “Nosotros ya hemos cumplido, que nadie nos quite lo que se ha ganado”, ha afirmado Ibarra, quien ha añadido que la infraestructura de la capital tinerfeña está “muy lejos” de los parámetros exigidos por la Unión Europea en movimiento de mercancías.