Los sindicalistas ganan el pulso y se pone fin al encierro en LPGC
El encierro de un grupo de trabajadores del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y los representantes sindicales en las oficinas municipales por el despido de la funcionaria interina, Mariola Álamo, ha llegado a su fin gracias a un acuerdo alcanzado entre los sindicatos municipales y el Consistorio.
Según versa el acuerdo al que ha tenido acceso CANARIAS AHORA, se va a “crear una lista de reserva de la categoría trabajador social/asistente social en la que se incluya a dicha trabajadora para cubrir las bajas de media o larga duración que se produzcan en la mencionada categoría”. Además, se procederá a la “transformación de la plantilla con creación de una plaza de técnico medio de administración especial que será cubierta por la lista de reserva creada”.
Este acuerdo no asegura que la plaza de técnico medio de administración especial esté reservada específicamente para Mariola Álamo, pero su amplia experiencia laboral en el Consistorio ?más de 20 años- la sitúa con un gran número de posibilidades para hacerse con el puesto.
A pesar de que finalmente la presión que han llevado a cabo los representantes sindicales y compañeros de Mariola ha dado sus frutos y se ha llegado a un acuerdo beneficioso para ambas partes, José Manuel Rodríguez, coordinador de Intersindical en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, ha querido manifestar su denuncia sobre el trato dado hacia los participantes en la protesta: “El trato dado a los compañeros que pasaron la noche en la sexta planta del Metropole ha sido inhumano, al negarnos la comida y el agua. Son medidas propias de un gobierno fascista”, asegura.
“Los sindicatos ya no reconocemos a los directores de recursos humanos como interlocutores válidos”, añade José Manuel Rodríguez, matizando que“ lo único que han conseguido es el malestar constante de los empleados del Ayuntamiento”.