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Torres se atasca en la búsqueda de consejeros y consejeras para Sanidad, Empleo y Educación

El líder del Partido Socialista, Ángel Víctor Torres.

Carlos Sosa

Las Palmas de Gran Canaria —

A escasas horas de que Ángel Víctor Torres asuma formalmente la presidencia del Gobierno y nombre a sus consejeras y consejeros, el nuevo Gabinete de progreso en Canarias sigue sin estar conformado del todo. Y los huecos son especialmente significativos porque afectan a departamentos esenciales para la ejecución de las políticas sociales a las que quiere dar prioridad el cuatripartito. Faltan los nombres de las personas que estarán al frente de Sanidad, de Educación, y de la superconsejería de Economía, con Empleo bajo su mando.

Ángel Víctor Torres se resiste a reponer en el puesto de consejero de Sanidad al cirujano Jesús Morera, bestia negra de las clínicas privadas de Canarias tras haber sido durante su corto mandato dentro del breve pacto entre el PSOE y Coalición Canaria (julio de 2015- diciembre de 2016) quien desmanteló los viejos conciertos ilegales provenientes del franquismo y los redujo en 4 millones de euros. Torres niega que esté recibiendo presiones del lobby sanitario privado, que logró colocar al frente de la consejería nada menos que al vicepresidente nacional de la patronal, José Manuel Baltar, de cuyo regreso a Hospitales San Roque nadie da garantías en estos momentos.

Sí que parecen ser serias las presiones que sobre el presidente entrante (tomará posesión este martes) ejercen desde el sector sanitario sindical para que mantenga a Conrado Domínguez como director del Servicio Canario de la Salud, una pretensión a la que se oponen fuertemente los sectores del PSOE que sufrieron el agravio que perpetró el presidente en funciones, Fernando Clavijo, cuando se hizo cargo personalmente de la consejería, convocó a los gerentes hospitalarios y decretó un durísimo recorte presupuestario que a la postre vino a suponer un caos en la sanidad pública. Cuando Morera le plantó cara, la respuesta de Clavijo fue apoteósica: “Aquí se viene lloradito de casa”. Tras aquello llegaron Baltar y Domínguez, y la cosa no mejoró.

Tampoco encuentra Ángel Víctor Torres un peso pesado que colocar al frente de la superconsejería de Economía, para la que propuso a la catedrática Margarita Ramos, quien fuera consejera del único Gobierno entre CC y el PSOE que llegó al final de mandato, el que encabezaron Paulino Rivero y José Miguel Pérez. Ramos ha agradecido el ofrecimiento pero ha decidido dedicarse exclusivamente a sus tareas de investigadora social.

Previamente había dicho no a esa plaza tan poderosa una de las personas llamadas a desempeñar un puesto clave en el nuevo Gobierno, Antonio Olivera, ahora mismo al frente del consorcio de la Zona Especial Canaria (ZEC), a quien habrá que buscar sustituto pronto. Porque Olivera ha decidido abandonar ese puesto de tanto ringorrango para dedicarse a la fontanería de la Presidencia del Gobierno asumiendo la Viceconsejería de Presidencia y sentándose con voz pero sin voto en el Consejo de Gobierno de Canarias.

Olivera será el homólogo de otro peso pesado del Ejecutivo, pero del lado de Nueva Canarias. El economista Fermín Delgado, asesor para la inmensa mayoría de iniciativas del partido, asistirá con mando en plaza al vicepresidente y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, como viceconsejero de esa área. De este modo, Delgado abandona por primera vez la zona discreta de Nueva Canarias, de donde se resistía a salir, para ponerse al frente de un puesto de alto nivel y competencias.

Se confirma, por otro lado, que otro peso pesado de la política de Canarias, Sebastián Franquis Vera, será el nuevo consejero de Obras Públicas. En el PSOE consideran imprescindible que Franquis, secretario general del partido en Gran Canaria, esté dentro del Gobierno para darle peso político a la rama socialista del Ejecutivo y, de alguna manera, contrarrestar el fuerte protagonismo que todo el mundo ya atribuye de antemano a Román Rodríguez.

Pero el ascenso de Franquis al Gobierno dejará desguarnecido el grupo parlamentario socialista, una vez algunas de sus figuras más destacadas tendrán otras ocupaciones incompatibles: Gustavo Matos (presidente del Parlamento), Patricia Hernández (alcaldesa de Santa Cruz de Tenerife) o Dolores Corujo (presidenta del Cabildo de Lanzarote) cederán el paso a otras figuras emergentes como Nira Fierro, Marcos Hernández o Teresa Cruz. O potenciarán a otras ya consolidadas, como Iñaki Álvaro Lavandera o Nayra Alemán.

Salvo que haya que volver a tirar del grupo parlamentario para las plazas pendientes de ocupar en el Gobierno. La respuesta es cuestión de días, casi de horas.

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