Familia monomarental: la cara de la pobreza canaria

Los datos sobre exclusión y pobreza femenina se han intensificado en los últimos años. (DP)

Lidia Rodríguez

Santa Cruz de Tenerife —

El auge que ha experimentado el feminismo en los últimos tiempos nos ha familiarizado con términos como la brecha salarial o el techo de cristal, es decir, conceptos que muestran las desigualdades que padecen las mujeres frente a los hombres en su día a día. La feminización de la pobreza es un concepto acuñado en los años 70, pero que da respuesta a estas desigualdades. Aunque se trata de un fenómeno que varía según la región del mundo de la que hablemos, en España y en Canarias los datos sobre exclusión y pobreza femenina se han intensificado a raíz de la crisis económica.

El último informe de la Red Europea de la ONG Lucha contra la pobreza y exclusión Social en el Estado Español (EAPN- ES) ya nos muestra los altos porcentajes de pobreza que sufrieron los canarios y las canarias entre los años 2008 y 2017. Estos datos sitúan al Archipiélago en el sexto lugar de Europa con mayor número de personas en riesgo de exclusión. Sin embargo, una de las razones que requieren un mayor análisis es el aumento de otro indicador, la brecha de la pobreza de las mujeres, ya que ha aumentado en casi seis puntos por encima de la tasa masculina. El elevado número de mujeres pobres en situación de desempleo y con pobreza relativa no es un fenómeno casual, sino que responde a ese fenómeno denominado feminización de la pobreza.

Una cuestión de género

Violeta Díaz forma parte de uno de los grupos sociales más vulnerables de la sociedad canaria. Violeta vive en La Laguna, y encabeza una familia monoparental. Con un trabajo precario consigue difícilmente llegar a final de mes: “Mi sueldo es bastante reducido y lo intento administrar de tal forma que pueda llegar a pagar los gastos mensuales, prácticamente no me queda nada tras pagar las facturas”, señala. Reconoce que todo su sueldo se va en hacer frente a gastos del hogar como el agua o la luz, algo que le resulta complicado porque cuenta con hijos a su cargo: “Los niños siempre necesitan material para el colegio”. Violeta representa ese porcentaje de mujeres, que aun teniendo un empleo, no llega a final de mes. Esta lagunera explica que la carga de trabajo que soporta en su día a día “es bastante”, no solo trabaja fuera de casa, sino que también lo hace dentro.

La profesora de Sociología y Antropología de la Universidad de La Laguna (ULL), Sara García Cuesta, hace hincapié en el número de desempleados que sufren pobreza en Canarias, una cifra que supera con creces la media nacional. Explica que existe prácticamente el mismo número de mujeres pobres que de hombres, aunque dependiendo del indicador que se utilicen los resultados varían. Sin embargo, resalta que existe una mayor brecha de la pobreza en la población femenina: “La brecha sitúa a la población femenina en el 36,1% en índices de pobreza, casi seis puntos más elevada que la tasa masculina. Esto aventura a pensar que las mujeres tienen en realidad mayores dificultades en sus condiciones de vida con respecto a sus homólogos varones.”

Aunque la feminización de la pobreza no es un fenómeno que afecte solo a Canarias, sino que es un problema global, García Cuesta advierte: “En el caso del Archipiélago, como en el total del país, una parte de esta mayor pobreza que tienen las mujeres se debe al importante efecto que tienen el bajo importe de las pensiones. La mitad del total de pensiones que se distribuye en España y en Canarias está por debajo del umbral de la pobreza. En Canarias el 54,1% de las pensiones que se satisfacen tienen un importe inferior al de la media nacional al umbral de la pobreza. Es importante señalar que el 77,7% de las pensiones de viudedad, en su mayoría percibidas por mujeres, están por debajo.”

El VI informe de la Fundación Adecco publicado en 2017, sobre monomarentalidad y empleo pone el foco sobre las personas en desempleo. El informe destaca que las mujeres que encabezan familias monoparentales están desempleadas o trabajan en economía sumergida. Cuestiones como la vida familiar ocasionan, en muchos casos, que las mujeres tengan que dejar su vida laboral en un segundo plano. Sobre los hogares monomarentales García Cuesta explica: “Una parte importante de los hogares pobres son hogares monoparentales o de familias numerosas sin empleo donde el componente femenino es relevante, porque o bien son las responsables únicas del hogar o bien la familia extensa se mantiene con el cobro de la escasa pensión de una de las mujeres”.

Pobreza en Canarias

El informe de la Red Europea de la ONG Lucha contra la pobreza y exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES) utiliza como indicador la conocida tasa AROPE, la fórmula habitual para contabilizar el porcentaje de personas en riesgo de pobreza y exclusión social. Los datos sitúan en un 44,6% el número de personas que se encuentran en situación de pobreza y riesgo de exclusión en el Archipiélago. En Canarias los niveles de exclusión han aumentado 10 puntos sobre la cifra alcanzada antes de la crisis, es decir, en 2008. Esto convierte a Canarias en la comunidad autónoma con más personas en riesgo de exclusión de toda España. Así lo explica Sara García Cuesta: “De este 44,6% de población en riesgo de pobreza, hay un 10,8% de personas con carencias materiales severas. Solo Melilla está por debajo de este indicador, cuya media nacional es de 5,8%, muy lejos del dato canario”.

El número de personas que en España y Canarias se encuentran en situación de desempleo es cada vez mayor. Entre las personas en riesgo de exclusión se incluyen las que no son capaces de afrontar gastos imprevistos, las que no pueden permitirse ir de vacaciones o las que sufren retrasos en los gastos de su vivienda. Sobre esto, García Cuesta advierte que del 44,6% de personas en riesgo de exclusión casi el 30% son parados: “Un 29,5% de estos hogares lo son de personas desempleadas, frente al 14,9% de media nacional. Son datos muy preocupantes que retratan una realidad muy áspera y deben hacernos cuestionar la intervención política y las condiciones económicas de la población en general”.

Política y género

La preocupación por los altos niveles de pobreza que destaca la profesora García Cuesta provocó que en 2017 se debatiera el tema en el Parlamento de Canarias en un pleno extraordinario a petición de PSOE, Podemos, Nueva Canarias y el grupo Mixto. Los tres partidos lanzaron duras críticas contra el gobierno de Coalición Canaria, liderado por Fernando Clavijo, a quien se le acusa de no saber dar una solución a esta problemática. No obstante, uno de los pasos que ha dado el gobierno de CC es la aprobación de la nueva Ley de Servicios Sociales. La anterior Ley de Servicios Sociales databa del año 1987.

Para Nueva Canarias la nueva Ley de Servicios Sociales es insuficiente, así lo explica María del Carmen Reyes: “Valoramos muy positivamente que se desarrolle tras años de intentos. Aunque nos parece insuficiente. Ya se han hecho leyes similares y no ha servido para nada”. Reyes señala que en Nueva Canarias no descartan medidas más avanzadas como “una renta básica”. Sobre la pobreza que afecta a las mujeres canarias advierte que se trata no solo de un problema de las familias monoparentales, sino que también acaba afectando a los menores a cargo y señala que: “La feminización de la pobreza es un exponente más de la desigualdad. Los datos afirman que más de la mitad de las personas que pasan hambre en el mundo de manera crónica son mujeres”.

La diputada regional María del Río (Podemos) explica que las principales afectadas por la pobreza en Canarias son las mujeres, poniendo como ejemplo el caso de Las Kellys, quienes se ven especialmente afectadas por tener que desempeñar un trabajo doméstico dentro y fuera del trabajo. La diputada de Podemos resalta que según los últimos datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC), “la tasa de actividad femenina en Canarias es de un 56,37% frente al 65,60% masculino. Con el matiz de que las llamadas inactivas asumen mayoritariamente las labores del hogar o el cuidado de las familias.” Del Río resalta un dato que, también, explicaba la profesora Sara García Cuesta, que las pensiones de viudedad son percibidas principalmente por mujeres: “La gran brecha entre mujeres y hombres se ceba en el tramo de edad de 45 a 60 años, lo que a su vez se traduce en una desigualdad manifiesta en las prestaciones de desempleo y en las pensiones”.

Por su parte, Marian Franquet (PSOE) explica que las políticas con perspectivas de género le parecen insuficientes: “Los datos son evidentes. Desde el PSOE, si hacemos una postura política, las medidas que se están tomando a nivel laboral o fiscal no están teniendo una perspectiva de género”. Explica que decisiones como la reforma laboral han afectado especialmente a las mujeres y señala: “No solo son pobres ellas, sino que sobre sus hombros recae la pobreza de su familia. Se les añade la responsabilidad social de llevar un plato de comida a la mesa”.

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