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OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada
Sobre este blog

Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

BATMAN BEGINS: EL REGRESO DEL SEÑOR DE LA NOCHE

Los malos resultados de las dos últimas adaptaciones cinematográficas del personaje creador por Bob kane, Batman Foverer y Batman y Robin parecían indicar que las andanzas del vigilante de Gotham City había dejado, definitivamente, la pantalla grande para concentrarse en su medio natural, los cómics.

Cierto es que se llegó a comentar que el mismo George Clooney estaba interesado en producir una versión del Dark Knight Return, de Frank Miller. Sin embargo, y atendiendo a las críticas recibidas tras enfundarse el traje negro y plateado tan poco favorecedor durante su experiencia fílmica, Clooney decidió olvidar el proyecto y dedicarse a robar casinos junto con sus diez amigos y dejar Gotham al cuidado de alguien más interesado en ello.

Después llegaron los rumores sobre un posible encuentro entre Batman y Superman (de igual modo que en la serie de cómic World Finest) llegando a concretarse un reparto en el que se incluía al actor Michael Keaton, Bruce Wayne en las dos primeras películas de la serie, dirigidas ambas por Tim Burton.

Y como en las anteriores ocasiones, todo quedó en una de las muchas especulaciones que tanto gustan a los seguidores de este tipo de propuestas, aunque nunca se lleguen a concretar.

Hubo que esperar hasta finales del año 2.003 para que Warner Bros y DC Comic anunciaran el comienzo de la preproducción de una nueva versión de la historia de Batman, bajo el título provisional de Año uno -título de la mini serie del mismo nombre escrita por Frank Miller y dibujada por David Mazzucchelli en el año 1987.

La noticia, esperada por muchos, acarreó muchas sorpresas, en especial la elección de un director, Christopher Nolan, conocido por sus trabajos en producciones de bajo presupuesto como Memento o Insomnia, pero sin ningún tipo de experiencia en grandes producciones como se anunciaba que sería esta nueva aventura cinematográfica del personaje.

Tampoco el reparto estuvo exento de críticas, sobre todo en la elección del protagonista, Christian Bale como Bruce Wayne/ Batman y sin que se concretara un villano (aunque después empezó a sonar el nombre del Espantapájaros) En lo que todos estuvieron de acuerdo fue en la elección de Michael Caine como el mejor Alfred posible.

Unos meses después de dicho anuncio, marzo del 2.004, comenzaba oficialmente el rodaje, dándose el título definitivo, Batman Begins, con el cual se conocería la nueva adaptación cinematográfica.

Casi de manera simultánea, la productora empezó a facilitar información sobre el rodaje y, en especial, sobre el espíritu que debía de servir de soporte para una propuesta que pretendía hacer olvidar a los seguidores del personaje anteriores experiencias tan poco enriquecedoras.

De ahí que los datos que se iban conociendo indicaban que el relato bebía directamente de obras gráficas como el mencionado Año uno o nuevas propuestas como Broken City, de la pareja Azzarello y Risso, publicada en España por Norma Editorial.

También se conoció la mayor parte del reparto que incluía nombres tan ilustres como Liam Neeson, Morgan Freeman, Rutger Hauer, Gary Oldman, Tom Wilkinson, la televisiva Katie Holmes, y el ya mencionado Michael Caine.

A lo largo de 129 días de rodaje, el equipo de producción rodó los exteriores en Islandia, Chicago, Londres, en los famosos platós de los Estudios Shepperton y en Cardington, un antiguo hangar para aviones convertido en un enorme plató para la película, finalizando el rodaje en septiembre de ese mismo año.

El largo calendario de rodaje de la película se debió en parte a la decisión del director Christopher Nolan de no utilizar un director de segunda unidad –un sistema de realización en el que una parte de la acción y de los planos panorámicos de la producción son supervisados por otro miembro del equipo mientras el director se centra en el rodaje de las escenas con actores—.

Este concienzudo y meticuloso planteamiento de Nolan aseguraba la consistencia de su visión de la película, en la que el realismo subraya todos los aspectos de la ambiciosa producción, desde el diseño hasta las acrobacias y los efectos especiales.

De esta forma y cuando todavía faltaba medio año para su estreno, en muchos de los foros de Internet y en las revistas especializadas al género fantástico ya se daba por hecho que ésta iba a ser la mejor de la adaptaciones cinematográficas de cuantas había tenido el personaje desde el primer serial cinematográfico de los años cuarenta.

La confirmación del aspecto final de trabajo de Nolan llegó con el primer teaser trailer y la primera imagen en un cartel que no escondía un aspecto fundamental de la producción: la oscuridad que envolvía al murciélago de Gotham City.

No obstante, era difícil pensar, a priori, en un resultado final tan cercano y respetuoso con la idea original como la película ha terminado siendo.

Y es que, desde el principio, uno parece estar asistiendo una puesta en escena de las mejores obras gráficas del personaje, el cual ha dejado su formato original para dar el salto al formato cinematográfico.

Nolan, no sólo se ha preocupado de darle un aspecto realista a toda la narración sino que no ha olvidado, en su papel de guionista, junto con David S. Goyer, de dotarlo de las necesarias raíces para que éste tenga una base sólida sobre la que desarrollar el resto de la historia.

La secuencia en la que un Bruce Wayne todavía niño cae al fondo de una cueva, la cual se convertirá en su futura Batcueva, y es rescatado por su padre mientras su madre los espera en lo alto, refleja mejor la relación entre el niño y sus padres que largos y soporíferos diálogo, tan del gusto de muchos escritores. La actitud de Alfred, más un mentor que un mayordomo al uso, también componen una futura relación marcada por la trágica desaparición del matrimonio Wayne ante los atónitos ojos de su hijo.

En estos primeros momentos la narración se intercala entre el pasado que atormentará al personaje y el presente que ahora es su realidad, muy lejos de Gotham City y de la fácil vida que Wayne podría llevar siendo el heredero de las industrias que llevan su apellido.

Entonces hará acto de presencia el misterioso Ducard (Liam Neeson) el cual le propone formar parte de una sociedad entregada a combatir el crimen y liderada por su líder Ra´s Al Ghul. Wayne dudará, pero tras el recuerdo de sus torpes intentos por vengar la muerte de sus padres, la opción que se presenta ante él se le antoja como la mejor.

De esta manera, la historia nos irá dando los distintos elementos que forjan el carácter de un héroe y el empeño que motiva sus acciones.

Cuando Wayne decide regresar a su casa, lo hace pensando en que Gotham Cuty merece que alguien vele por ella. Su juramente está expresado a lo largo de sus series publicadas desde finales de los años treinta por DC Comics:

Los delincuentes son gente supersticiosa y cobarde. Así que mi disfraz debe ser capaz de sembrar el terror en sus corazones. Debo ser una criatura de la noche.

De esta manera nacerá Batman, el murciélago, aprovechando sus temores infantiles y transformados en un arma para derrotar a quienes amenazan la seguridad de su ciudad.

En tal empeño Wayne contará con la ayuda de fiel Alfred, de Lucius Fox (Morgan Freeman), encargado del departamento experimental de industrias Wayne y del detective Gordon (Gary Oldman), uno de los pocos policías honrados en una ciudad tan corrupta como abandonada.

Con todo dispuesto sólo queda dar rienda suelta a la acción y dejar que el murciélago demuestre que las cosas están a punto de cambiar.

Y también en esto, Christopher Nolan por su capacidad para dosificar los movimientos de cámara y no dejarse llevar por una acción que podría dificultar el entendimiento final del producto, demuestra lo acertado de su elección para lo acertado de su película.

Como si del mismísimo Bob Kane se tratara, Nolan conduce al personaje de una lugar a otro de la ciudad, ya sea conduciendo el nuevo y muy mejorado Batmovil, un verdadero coche de superhéroe urbano, o en su doble papel de playboy aburrido y vigilante dispuesto a que nadie ponga en peligro a la ciudad que lo vio nacer, de una manera que atrapa al espectador y lo hace disfrutar del tremendo espectáculo que acaba suponiendo una producción como ésta.

De todas formas, considero que el mayor logro de toda la película es demostrar los puntos en común que ambos lenguajes poseen, en vez de plasmar aquellos que los separan -como en anteriores ocasiones- llegando, no sólo a los aficionados al noveno arte sino a todos aquellos seguidores del séptimo arte, sin que éstos deban ser, además, aficionados al mundo del fandom.

Además, Nolan ha demostrado el prometedor futuro que este tipo de producciones tiene, siempre y cuando se tenga claro que hay que contar buenas historias y apoyarlas en una dirección tan minuciosa y cuidada como la de Nolan para su Batman Begins.

Y lo mejor de todo es que tendremos la oportunidad de volver a los tejados de Gotham, junto a la Batseñal y el comisario teniente Gordon, visto el final y cierta carta de la baraja francesa que está apareciendo reiteradamente en la escena criminal de la ciudad.

El resto, una vez se apaguen las luces y los murciélagos llenen la sala con sus gritos en la oscuridad.

Batman Begins © 2014 Warner Bros Pictures. A Time Warner Entertainment Company.

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