En Canarias se emprende menos que la media nacional y es más por obligación que por vocación
Canarias ha aumentado el espíritu emprendedor hasta situarse en el 4,9% de la población activa, pero sigue siendo inferior a la media nacional, que está situada en el 6%, y esta actitud emprendedora está más asociada a la necesidad que a una vocación de iniciar una nueva aventura empresarial.
Esta es una de las principales conclusiones del informe GEM sobre emprendimiento en Canarias, en cuya elaboración han participado las dos universidades públicas del archipiélago y que ha sido presentado este viernes la participación del rector de la ULL, Francisco García, la viceconsejera de Empleo, Isabel León, y el director general de Promoción Económica, Alexis Oliva.
Rosa Batista, directora del Observatorio de Emprendimiento y PYMEs de Canarias, ha hecho hincapié en que en las islas hay “mucho emprendimiento por necesidad, porque venimos concatenando muchas crisis que han hecho que mucha gente no haya visto más opción que desarrollar su propia actividad”.
No es esta la situación ideal para crear una empresa, ha continuado Batista, ya que ese emprendedor “está forzado por sus circunstancias personales y eso no ayuda en la toma de decisiones”, lo que acaba lastrando otra estadística, la del emprendimiento consolidado, que empeoró en 2022: pasó del 5% al 4,6%.
En todo caso, el porcentaje de la motivación de la necesidad a la hora de emprender ha bajado con respecto a 2021: se ha pasado de un 82% en 2020 a un 74% en 2021 y a un 61% en 2022.
En términos absolutos, la población emprendedora en Canarias ha evolucionado del 3,8% de 2020 al 4,3% de 2021, ambos años marcados por la pandemia de covid-19, y el 4,9% de 2022. En ese mismo periodo, la tasa media nacional pasó del 5,2% al 5,5% y al 6%.
Esta mejoría no permite acercarse a las tasa de 2007, del 9%, en la que mucho tuvo que ver “la enorme llegada de inmigrantes, que venían a emprender”, ha anotado Batista, y de 2010, del 7%.
El último dato de tasa de emprendimiento entre la población extranjera en Canarias es del 10%.
La distribución en la iniciativa entre hombres y mujeres a la hora de desarrollar un proyecto empresarial arroja un dato destacable: un 5,6% entre la población femenina y un 4,3% entre la masculina.
Un patrón, el del emprendimiento femenino “a golpe de circunstancias”, que se repite en periodos de dificultades económicas, como sucedió con la crisis de 2008 y la asociada con la pandemia, ha destacado la directora del Observatorio de Emprendimiento y PYMEs de Canarias.
Las iniciativas emprendedoras en Canarias las protagonizan de forma mayoritaria empresas sin empleados o entre uno y cinco empleados, aunque el peso de las empresas gacela va en aumento; y llevan aparejadas por lo general un nivel tecnológico bajo.
Rosa Batista se ha detenido en otros aspectos mejorables, como combatir el “miedo al fracaso”, que ha relacionado con una baja percepción de oportunidades a la hora de emprender y la escasa difusión de los casos de éxito, así como el concepto instalado en el imaginario colectivo sobre “el empresario explotador”.
Desde su punto de vista, “el futuro” del emprendimiento en Canarias pasa por “abrirse al mundo”, pues “la economía digital ha venido para salvarnos” y a superar dificultades competitivas como la fragmentación y la lejanía, y por unas mayores dosis de “ambición”, para apostar por iniciativas que pongan el foco más en el beneficio empresarial y menos en aumentar el ahorro personal.
La viceconsejera de Empleo del Gobierno de Canarias, Isabel León, ha recalcado que el objetivo de la administración autonómica no es solo aumentar el emprendimiento en las islas, sino afianzarlo, para que “fortalezca de verdad” el tejido empresarial canario.
El director general de Promoción Económica, Alexis Oliva, ha celebrado la mejora en las cifras de emprendimiento aunque también se ha detenido en las mayores dificultades burocráticas y de carga fiscal que el resto de España que padece Canarias, así como en el “miedo al fracaso, que aunque ha bajado sigue siendo alto: cuatro de cada diez” empresarios lo tienen.
El rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García, ha hecho hincapié en la importancia del emprendimiento ante “el gran problema” de baja productividad que padece Canarias y que no está necesariamente ligada al esfuerzo o el número de horas de trabajo, sino al valor añadido generado.
García se ha referido también al “miedo al fracaso” y ha recalcado que emprender “no es tirarse al vacío”, y si lo es, se cuenta con “una red debajo”; y ha reivindicado el papel de las universidades como “cantera” de emprendedores.
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