El 'caso Iván Robaina' ''ha marcado un hito''

Rafael Robaina y Geli Rodríguez, los padres de Iván Robaina, el joven de 19 años asesinado el 7 de diciembre de 2008 en una zona de ocio en Las Palmas de Gran Canaria, aseguraron este lunes que el caso abierto a raíz del fallecimiento de su hijo ha marcado “un hito”.

“El caso de Iván no ha sido un caso cualquiera, sino que ha marcado un hito, también en el Derecho Penal, y la sociedad canaria y española recibe un mensaje de tranquilidad de que en la justicia se puede confiar y que la justicia es justa”, aseguró Rafael Robaina.

En una rueda de prensa, acompañado por su abogado, José María Palomino, el matrimonio admitió que el veredicto de culpabilidad emitido este domingo por el Tribunal del Jurado durante el juicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas contra Oliverio H.G., de 29 años, Benjamín G.A., de 24 años, y Acaymo A.S.T., de 20 años, por asesinato “colma” sus deseos de justicia.

El padre de Iván Robaina, el joven que falleció tras recibir dos patadas “muy simultáneas” y “de gran intensidad” en la parte posterior del cráneo y en la mandíbula con fractura de las vértebras cervicales, manifestó que, junto con su mujer, quieren “poner un punto y aparte en este asunto y empezar a rehacer” su vida.

“Recomponer los trozos”

“No tenemos ningún sentimiento especial sobre el resultado final del juicio porque aún falta la sentencia. Más allá de que esto ponga fin a esta trayectoria que hemos seguido de un proceso judicial que se ha extendido más de lo debido y no nos ha dejado rehacer nuestras vidas, ahora para nosotros es tiempo cero de unos padres que han perdido un hijo. A partir de ahora viviremos nuestro dolor y recompondremos los trozos de vida que nos quedan y seguir adelante”, añadió el padre de Iván.

Admitió que “en ningún momento” han planteado “esto como una revancha ni como una venganza”. “Pedíamos justicia desde el principio y dimos el mensaje de que había que confiar en la justicia y al final cuando sale el veredicto no existe más sentimiento que el de que teníamos toda la razón”, apostilló.

“No hay satisfacción ni alegría, simplemente un sin sentir sintiendo que al final nos colma la necesidad de que se hiciera justicia y vemos un reflejo social porque no vale todo. Iván murió y no nos lo va a devolver nadie y la situación también se complicó a unas personas que entienden esto como una especie de juego semanal todos los sábados. Hay que decirles que no y que hay un Derecho Penal que les puede llevar a la cárcel como asesinos”, subrayó.

La educación, solución ante la violencia

En opinión de Rafael Robaina, “la sentencia debe ir de acuerdo a lo que ha sido el veredicto” y “el juez es referente social de que se haga justicia”.

A su juicio, con este veredicto se pone “un freno” a la violencia callejera y dijo estar convencido de que hay “soluciones a largo y medio plazo” para atajar estos hechos “basándose en la educación y en la necesidad de incluir ya de una manera definitiva algún tipo de reflexión en centros de Primaria, Secundaria y en la Universidad”.

“Ahora habrá ya gente pensando que dar una patada en la cabeza te puede mandar a la cárcel como asesino”, aseveró el padre de la víctima.

“Palabras vacías, huecas”

Cuestionado sobre las últimas intervenciones durante el juicio de dos de los acusados, Benjamín y Acaymo, al pedir perdón por lo acontecido, Rafael Robaina interpreta que “intentaron poner algún paliativo”. No obstante, estima que “son palabras huecas y vacías en un intento legítimo de defenderse”. “No lo comparto pero lo entiendo, pero esas palabras no tienen ningún mensaje”, resaltó.

Por su parte, Geli Rodríguez, quiso lanzar un mensaje a la juventud“, en tanto que los jóvenes ”son los perjudicados de todo este problema de violencia que hay en la calle“, al tiempo que reclamó la implicación de las instituciones en el apoyo a las asociaciones juveniles.

“Infinidad de agradecimientos”

Durante su comparecencia, los padres de Iván Robaina quisieron agradecer en primer lugar el papel ejercido por su abogado, José María Palomino, que llevó a cabo la acusación particular junto con la tía del chico, Gloria Robaina.

Rafael Robaina enfatizó “la excelente defensa” de Palomino y “un grupo humano sensacional que dirige y que ha tenido un trabajo desmedido casi como si Iván perteneciera a su propia familia”.

“Me parece que ha quedado plasmado el excelente trabajo de la Policía con la detención y puesta a disposición judicial de los tres acusados”, incidió el hombre, que también agradeció “el trabajo de forenses, de los jueces y del fiscal”. “Nunca nos hemos sentido desasistidos y hemos creído en las instituciones y las instituciones no nos han defraudado”, subrayó.

Igualmente, expresaron “un especial agradecimiento a unos valientes testigos sin cuyo recurso el juicio no hubiese ido por el camino que al final fue”. “Hay que ponersre en la piel de algunos de los testigos extraordinarios que se atrevieron a dar sus relatos”, apuntó Rafael Robaina.

Además, mostraron su gratitud al “arrope de familiares y amigos que llenaron la sala donde se celebró el juicio durante una semana y que, además, fueron transmisores del calor social que a su vez” el matrimonio estaba recibiendo. Finalmente, dio las gracias “a la sociedad canaria” por creer en la justicia.

Por último, agradeció la “exquisitez y el respeto” de los medios de comunicación que, a su entender, han demostrado “un comportamiento ejemplar porque no se ha entrado en ningún momento en temas escabrosos más allá del estrictamente judicial”.

“Iván no va a desaparecer de las vidas de esta sociedad porque ha quedado como un hito, pero nosotros como matrimonio quedamos en un segundo plano social”, concluyó Rafael Robaina.

“Un voto de confianza al jurado”

El abogado grancanario José María Palomino reconoció que “éste ha sido un procedimiento de gran calado desde el punto de vista jurídico y penal”, pues “se han planteado los grandes problemas del Derecho Penal y no es fácil resolverlo para juristas y menos para un jurado lego como en este caso”.

Sin embargo, el letrado resaltó que “el jurado lo ha resuelto a la perfección en problemas de relaciones causales entre el comportamiento y resultado, si hubo intención de matar o lesionar, sobre la participación de los procesados, particularmente en el caso de Oliverio si fue inductor, coautor o cooperador necesario, y problemas de legítima defensa”, entre otros. Por todo ello, apostó por dar “un voto de confianza a la institución del jurado”.

Cuestionado sobre las tesis de los acusados sobre que Iván inició la agresión, Palomino hizo especial hincapié en que “si algo es más doloroso que la propia muerte de Iván es que después se mancille su nombre sin el menor fundamento”.

Recordó que los encausados manifestaron dicho argumento cuatro meses después de ocurrir los hechos a fin de alegar “legítima defensa”, para lo que “fabricaron una agresión” por parte de la víctima.

En cambio, “esa aspiración fracasó desde el primer momento”, advirtió Palomino, que reveló que la estrategia de la defensa, especialmente la de Benjamín, de mantener dicho alegato, le “irrita” y confirma que “no cejarán en su empeño en los recursos posteriores en tratar de mantener algo que no tiene el menor fundamento”.

En este sentido, el abogado penalista no tiene “la menor duda” de que las defensas recurrirán la sentencia que dicte el magistrado de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas, Pedro Herrera, tras el veredicto del jurado popular.

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