Guanarteme rinde homenaje a la pareja de ancianos desparecida hace más de cinco años
El barrio de Guanarteme de Las Palmas de Gran Canaria se ha convertido en lugar de homenaje a la memoria de Antonio Quesada y Ana María Artiles, desaparecidos hace más de cinco años el hallazgo de restos mortales el pasado domingo en la carretera que une Agüimes con Temisas, que apunta a que puede tratarse de ellos.
Numerosas velas y flores depositadas por familiares y otras personas expresan afecto y condolencias en la plaza del Pilar de ese barrio, en el que residía la pareja de ancianos y donde fue vista por última vez en marzo de 2012, después de que ese enclave se haya transformado en un improvisado altar presidido por una gran pancarta donde aparecen sus nombres y fotografías.
Pancarta realizada tiempo atrás para ser usada en manifestaciones que en distintas ocasiones se convocaron para demandar noticias del paradero del matrimonio, y que ahora luce, prendida de una barandilla, un gran lazo negro a cuyos pies seguían acercándose este miércoles ciudadanos afectados por su tragedia.
Ante un ramo de rosas blancas acompañado de una tarjeta donde se lee “Tus hijos y nietas. Los queremos” y otras flores más, claveles rojos y blancos y hasta algunos geranios, y velas, adornadas a veces con estampas de santos, no ha faltado la presencia de gentes que les conocieron y mostraban su indignación, al tiempo que rememoraban las fechas en que fueron dados por desaparecidos.
“Recuerdo que esa misma mañana me invitó a ir a desayunar churros y yo le dije que no, porque siempre desayuno temprano y ya había comido”, ha relatado a Efe una residente de una casa cercana que no ha dudado en calificar como “una maldad” lo ocurrido con los ancianos, preguntándose “qué daño habían hecho” para merecer el fin que todos los indicios apuntan que tuvieron.
Junto a los restos que se presumen suyos, encontrados el domingo por el perro de un cazador que deambulaba por el barranco de Las Vacas del municipio de Agüimes, se han hallado una prótesis de cadera y otra dental, documentos de identidad y varios efectos personales más que respaldan la tesis de que corresponden al matrimonio desaparecido.
Una hija de las víctimas ha llegado a asegurar que la Policía Nacional ha confirmado a la familia que se trata de sus cadáveres, según publican este miércoles varios periódicos locales recogiendo declaraciones hechas en una manifestación que, de manera casi espontánea, llevaron a cabo en la tarde de este martes en la plaza del Pilar allegados y conocidos de Antonio Quesada y Ana María Artiles.
Si bien la Policía Nacional no ha corroborado oficialmente hasta ahora que los restos se correspondan con los desaparecidos.
Algo que no se podrá certificar del todo hasta que el Instituto de Medicina Forense de Las Palmas de Gran Canaria tenga disponibles en días próximos los resultados de los análisis a que debe someterlos, según han explicado desde la Guardia Civil, que se hizo cargo en primer lugar de investigar la procedencia de los huesos, al haberse hallado en un territorio de su jurisdicción.
Aunque fuentes del instituto armado han aclarado, de todos modos, que sus agentes acabarían por inhibirse y dejar el asunto en manos de la Policía Nacional en caso de que finalmente se corroborara que los restos hallados en Agüimes son los del matrimonio.
La falta de certeza oficial no impide, no obstante, que sean mayoría quienes se acercan ante las imágenes de la pareja convencidos de que ya ha quedado probado que su final fue una muerte y, además, violenta, pues los cráneos recuperados en el barranco de Las Vacas presentaban distintas fracturas, según han confirmado fuentes próximas a la investigación del hallazgo.
Ese es el caso de un hombre que, tras identificarse como esposo de una sobrina de las víctimas, ha insistido en que “son ellos, son ellos”, y ha expresado su deseo de que se encuentre al responsable de su todavía supuesto homicidio, “porque no merece estar por ahí libre”, al tiempo que revivía en voz alta cómo les buscó por varios municipios de la isla en rastreos organizados cuando desaparecieron.