La madre grancanaria que no escolarizó a dos hijos alega que temía perderlos

Y.C.C. (centro i) y M.A.Q. (d), padres de dos menores, un niño y una niña, que no fueron inscritos en el Registro Civil al nacer, ni vacunados ni escolarizados hasta los 9 y 12 años, junto a dos familiares en el Juzgado de lo Penal número 3 de Las Palmas de Gran Canaria donde hoy se celebró el juicio por estos hechos.

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

La madre de dos menores que no fueron inscritos en el Registro Civil al nacer, ni vacunados ni escolarizados hasta los 9 y 12 años, ha afirmado este viernes ante el Juzgado de lo Penal número 3 de Las Palmas de Gran Canaria que temía que se los quitaran los servicios sociales.

La progenitora, acusada de un delito de abandono de familia, al igual que su padre y otros tres familiares que ejercieron como cuidadores de los menores, un niño y una niña, ha señalado además que su condición de toxicómana de entonces, así como la carencia de medios económicos, le impidieron ocuparse de sus hijos.

Así mismo, M.A.Q. ha dicho que los servicios sociales le retiraron a otros tres hijos suyos y no quería que a estos dos les ocurriera los mismo.

El fiscal solicita una pena de 3 años de prisión para ella y para el progenitor, Y.C.C., por un delito de abandono de familia; dos años de cárcel para el abuelo, P.C.G., quien ha dicho que se hizo cargo del niño a los cuatro días de su nacimiento, y la misma pena para una prima del padre que se encargó de la niña durante cerca de ocho años, D.C.H., y para una hermana del progenitor, A.C.C., aunque en su caso pide su ingreso en un centro psiquiátrico, dado que sufre una enfermedad mental.

Los tres letrados de los acusados han solicitado, sin embargo, la absolución de los cinco procesados, por no existir en ningún caso intención de perjudicar a los menores.

Además, en el caso de la enferma mental, argumentan que concurre una eximente completa, como se constata en uno de los informes periciales presentados.

El abogado defensor José Mario López sostiene que los hechos que se juzgan solo constituyen un “ilícito civil”, porque considera que en lo único en lo que han incurrido es en irregularidades de tipo administrativo.

El fiscal Álvaro Navarro ha manifestado que comprende las circunstancias vitales de los cinco acusados y cree que sus intenciones para con los niños eran buenas, como así lo han declarado ante el tribunal, pero entiende que antepusieron sus deseos al beneficio de los niños, a los que han causado un grave daño.

Ha indicado que los niños ingresaron en un centro de acogida inmediata con 9 y 12 años sin saber leer ni escribir, a raíz de que una persona ajena a la familia denunciara los hechos en 2011 en Fuerteventura, y que ello fue lo que impidió que la situación de abandono de los menores perdurara en el tiempo.

No obstante, la existencia del niño fue conocida en 2006 por los servicios sociales del Ayuntamiento de Las Palmas, según consta en un informe elaborado en marzo de ese año, en el que se constató que se calculaba que entonces el menor debía tener unos 5 años, llevaba pañales y chupete, y vivía temporalmente con su abuelo, según han indicado al tribunal los dos trabajadores sociales que lo elaboraron y remitieron a la Dirección General del Menor.

El abogado José Mario López además ha hecho hincapié en que las personas que se hicieron cargo de los dos niños no los ocultaron y que intentaron inscribirlos en el Registro Civil para poder escolarizarlos y vacunarlos, pero no pudieron por la oposición de su madre, cuya letrada ha insistido en que “tenía un miedo insuperable” a que se los quitaran.

Así mismo, ha indicado que los niños, ahora internados en un centro, prefieren vivir con las personas que los cuidaron.

Los letrados también han abundado en que los dos niños, pese a su situación, cuando ingresaron en el centro de acogida inmediata, se les evaluó como normales, “correctos y limpios”, “adaptados y sin problemas de salud”, como así lo han señalado los peritos que los examinaron.

Las psicólogas forenses que han examinado a los niños han indicado que la menor prefiere volver con su cuidadora, pues no se siente bien en el centro en el que está internada y presenta un trastorno adaptativo grave.

En cuanto a su hermano, este no expresa preferencia en cuanto a con quién quiere vivir, se siente estigmatizado por sus circunstancias y envidia a los amigos que tienen padres y se relacionan con su familia, además de avergonzarle el hecho de no haber ido al colegio y no conocer a sus hermanos, según han señalado.

Etiquetas
stats