Medio millar de personas se manifiestan en Fuerteventura por la crisis climática
Medio millar de personas, según los organizadores de la convocatoria, se han manifestado en Fuerteventura para reclamar acciones urgentes que frenen los efectos de la crisis climática y un compromiso de las administraciones públicas para tomar medidas que adapten la isla a los impactos climáticos presentes y futuros.
Los colectivos ecologistas y los alumnos de varios centros educativos de Fuerteventura han secundado en Puerto del Rosario la Huelga Mundial por el Clima, una manifestación encaminada a exigir a los líderes mundiales medidas urgentes para frenar la emergencia climática.
Varios alumnos han sido los encargados de leer el manifiesto, un documento en el que han alertado de las previsiones de aumento de la temperatura media global, por encima de 1,5 grados, lo que “nos sitúa en un escenario límite e irreversible que amenaza a ecosistemas y especies”.
Los convocantes han puesto sobre la mesa la situación de Fuerteventura, donde “la realidad se recrudece al ser uno de los territorios con mayor huella de carbono, ya que se hace una desorbitada contribución en emisiones de gases de efecto invernadero respecto a nuestras pequeñas dimensiones” debido, en parte, “a la excesiva dependencia a la industria turística”.
El portavoz de la coordinadora Fuerteventura por el Clima, Pau Valverde, ha alertado de los peligros a los que se enfrenta Fuerteventura, “un terreno muy frágil”, dependiente del turismo de sol y playa y cuyas consecuencias climáticas afectarán también a las playas que “irán desapareciendo por el aumento del nivel del mar”.
Además, ha llamado la atención sobre la situación a la que se enfrentan los acuíferos que verán aumentada la salinidad como efecto de los cambios a los que se expone el planeta.
Valverde ha planteado la necesidad de ir disminuyendo la dependencia al sector turístico y trabajar para “lograr aumentar la soberanía alimentaria, en una isla donde el 95% de los alimentos son importados”.
En este sentido, ha abogado por recuperar los terrenos de cultivo y recuperar las tradicionales gavias para producir el mayor número de alimentos posibles en la isla, una medida que está convencido que “aumentaría los puestos de trabajo”.
Además, ha apostado por la reforestación del territorio para “conseguir revertir los efectos de la falta de lluvia” y ha recordado cómo hace 500 años zonas como el macizo de Betancuria contaban con bosques de laurisilva.
Ahora lo que plantea es, valiéndose de las nuevas tecnologías, reforestar zonas de Fuerteventura, lo que vendría aparejado a la recarga de los acuíferos.
Los convocantes han planteado medidas como descarbonizar la economía abandonando los combustibles fósiles, reducir las necesidades de movilidad y favorecer el trasporte público o trasformar el sistema agroalimentario, favoreciendo la producción y consumo de productos agroecológicos locales a la vez que reducir el consumo de productos de origen animal, especialmente los producidos agroindustrial e intensivamente.
Además, han reclamado asignar los medios y recursos necesarios para reducir entre un 40 y un 60% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, a la vez que se asuma como urgente la situación de emergencia climática, para ello admitiendo el diagnóstico científico e implementando planes de adaptación para la isla.
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