Miles de romeros y romeras renuevan su fervor por 'Pinito'
Miles de grancanarios y grancanarias han renovado este miércoles en la Villa de Teror su fervor por la patrona de la Diócesis Canariense, la Virgen del Pino, en una romería-ofrenda que ha sido de las más generosas y multitudinarias de sus 65 años de historia, plena de canariedad, sentimiento, folclore y color.
Como marca la más pura tradición, el obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases, recibió a las puertas de la Basílica del Pino a las 22 carretas participantes en el festejo, una por cada municipio grancanario y otra del Cabildo insular.
Un año más se entremezclaron, bajo una tarde de fuerte calor, en el mayor acontecimiento de fervor religioso de Gran Canaria las tradicionales carretas, los temas más populares del folclore de las Islas, los productos de la tierra y del mar, los trajes típicos y, sobre todo, la gran solidaridad que envuelve una manifestación que fue declarada hace 51 años Fiesta de Interés Turístico.
Al igual que el año pasado, el Cabildo volvió a reunir en la festividad más esperada por los grancanarios a grupos folclóricos de las ocho islas del Archipiélago, incluida la más pequeña de superficie, La Graciosa.
El grupo Los Gofiones acompañó en esta ocasión a la carreta institucional de la Corporación insular e interpretó, entre otras, la popular pieza de Néstor Álamo Caminito de Teror.
Las carretas del Teror y del Cabildo encabezaron las ofrendas seguidas por las de La Aldea de San Nicolás, Candelaria -municipio tinerfeño hermanado con la villa mariana- y Mogán.
A continuación hicieron el vernáculo recorrido las carretas de Las Palmas de Gran Canaria, Valleseco, Telde, Firgas, Artenara, Vega de San Mateo, Santa María de Guía, Agüimes, Villa de Moya, Ingenio, Arucas, Valsequillo, San Bartolomé de Tirajana, Gáldar, Agaete, Tejeda, Santa Lucía de Tirajana y la Villa de Santa Brígida
En esta romería participaron 44 niños de 10 y 11 años, de todas las localidades de la isla, quienes recitaron ante la Virgen del Pino las décimas alusivas a cada municipio, que elaboraron los verseadores grancanarios Yeray Rodríguez (Artenara), Expedito Suárez (Tenteniguada) y José María Dávila (La Atalaya).
Los participantes fueron seleccionados por la Asociación de Verseadores Canarios Ochosílabas, en colaboración con centros educativos y distintos colectivos vinculados a esta tradición.
Los versos infantiles precedieron a las carretas que, arrastradas por majestuosos bueyes, acercaron las ofrendas hasta el pórtico de la Basílica y, como los peregrinos más puros, los niños vistieron con traje tradicional canario.
El ganado, los bailes típicos -incluidos los danzantes de El Hierro-, música típica canaria -sobresalieron las chácaras y los tambores de La Gomera, entro otros instrumentos- y diversas actividades autóctonas volvieron a unirse en la más entrañable de las tradiciones marianas de Gran Canaria.
Los romeros “institucionales” volvieron a ofrecer a la Virgen del Pino los productos más exquisitos tanto de la tierra como del mar -como pescado azul de Mogán-, que serán repartidos acto seguido por la iglesia entre los colectivos sociales y benéficos de la isla.
La carreta del Cabildo, Raíces de Gran Canaria, fue un muestrario de la variedad de productos de la isla, frescos y manufacturados, con 850 kilos de fruta y verdura fresca, decoradas con flores y plantas, a la que se sumó los ganadores de las principales catas insulares de 2016, en las categorías de vino, queso, miel y aceite de oliva virgen extra.
Fiel a la costumbre, desde primeras horas y en la zona conocida como el Castañero Gordo, las carretas de los romeros fueron decoradas con las flores más lustrosas, las mejores frutas y verduras de la tierra, quesos, chorizos y morcillas de la zona, aperos y cestos de labranza y artesanía canaria.
La espera de la romería fue amenizada con improvisados tenderetes hasta la salida de las carretas, que se inició pasada las cuatro de la tarde con rumbo a las abarrotadas calle Real y plaza de la Basílica.
La Virgen del Pino presidió el pórtico de la Basílica para recibir la generosa solidaridad de los municipios y Cabildo para socorrer a los más necesitados, un gesto que ha resaltado el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, quien celebró la gran acogida de las fiestas y el sentimiento de cohesión social, pertenencia y arraigo que desprende este encuentro junto al sentir religioso.
“Mucha gente prepara desde hace meses la carreta, la ropa tradicional, ensaya una parranda o prepara la caminata”, resaltó Morales, quien invitó a disfrutar de los actos organizados por el Cabildo en Teror, como el Festival Teresa de Bolívar.
Preguntado por su peticiones a la Virgen del Pino, Morales no dudó en solicitarle “regeneración democrática y justicia social”, además de “salud y fuerza” para sacar adelante el “ambicioso proyecto” propuesto para la “transformación” de isla.
El alcalde de Teror, Gonzalo Rosario, espera unas 200.000 personas en la Villa Mariana entre este miércoles y jueves, 8 de septiembre, día que está declarado como Fiesta Insular en Gran Canaria.
El delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento, destacó el trabajo del medio millar de efectivos de seguridad, integrados por Guardia Civil, Policía Canaria, Policía Local -de siete municipios-, Protección Civil y Cruz Roja.
El único incidente a reseñar se registró al poco del comienzo la romería, cuando los bueyes se soltaron y una carreta atropelló en su retroceso a tres hombres y dos mujeres, quienes fueron trasladados por la Cruz Roja al Hospital Doctor Negrín para hacerles pruebas, aunque, en un principio, las heridas parecen ser de carácter leve.
Al término del certamen, el párroco de Teror, Antonio Perera, Gonzalo Rosario, Antonio Morales y Francisco Cases Andreu, se dirigieron a los romeros para agradecerles tanto su fervor como solidaridad.
Entre los romeros también destacó la presencia del vicepresidente del Cabildo, Ángel Víctor Torres, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, el senador y alcalde de Moya, Poli Suárez, y la senadora María del Carmen Hernández Bento, entre otros.
La romería-ofrenda de la Virgen del Pino, que ha cumplido su 65 edición, fue impulsada en la década de los cincuenta por los artistas Néstor Álamo y Santiago Santana por encargo del Cabildo de Gran Canaria.
Este jueves, día en la que se conmemora la festividad de Nuestra Señora del Pino, el obispo Francisco Cases presidirá en Teror, a partir de las 12.00 horas, la eucaristía en honor a la virgen, una misa a la que asistirán las principales autoridades de la comunidad autónoma, con el presidente canario, Fernando Clavijo, a la cabeza, en representación del Rey Felipe VI