Posponen la búsqueda de pistas sobre Ruth y José

CÓRDOBA, 13 (EUROPA PRESS)

La búsqueda de pistas sobre el paradero de Ruth y José, los dos niños desaparecidos en Córdoba desde hace más de diez meses, que tenía previsto que comenzara este lunes en zonas aledañas a la parcela que los abuelos paternos tienen en Las Quemadillas en la capital cordobesa ha sido pospuesta para otro día de la presente semana.

Así lo han confirmado a Europa Press fuentes cercanas a la investigación, que detallan que los trabajos están previstos para esta semana y algunos de los puntos donde los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta centrarán su labor será en escombreras cercanas a la finca, además de áreas junto al río Guadalquivir. En ambos puntos se ha registrado sin hallar pistas.

En declaraciones a los medios de comunicación, el encargado de una de las graveras de la zona, José Cantón, ha explicado que “nadie” le ha informado de una posible búsqueda de pistas de los pequeños desaparecidos en Córdoba en los terrenos en los que él trabaja.

No obstante, ha opinado que “no” cree que los pequeños se encuentren en ese lugar, “puesto que la finca está a unos 700 metros”, al tiempo que se muestra “convencido de que no están aquí”, en relación a la gravera.

La investigación desde un principio se centró en el entorno de la parcela de Las Quemadillas, donde dice el padre que estuvo con los pequeños momentos antes de acudir al parque, si bien, tras más de diez meses y numerosos rastreos, tanto en la zona como en el interior de la finca, no se han hallado pistas que desvelen dónde se encuentran Ruth y José.

En las últimas semanas los trabajos en el interior de la finca han concluido sin resultados. Sin embargo, no han parado las búsquedas ni los rastreos en los más de diez meses sin rastro de los pequeños.

FINCA RASTREADA Y EL HABITÁCULO

La nueva búsqueda en la finca de Las Quemadillas y su entorno incide en la línea ya marcada en el auto de procesamiento de Bretón, según el cual éste llegó a las 13,46 horas del 8 de octubre a la finca acompañado por sus dos hijos y no salió hasta las 17,30 horas. Durante ese espacio de tiempo, en opinión del juez, Bretón aprovechó para realizar el plan que supuestamente ideó desde hacía casi un mes, después de que su mujer decidiera finalizar la relación matrimonial.

Por una parte, el juez relata que “si lo que pretendía el encartado era causar el mayor mal posible a su esposa en despecho por la que consideraba humillante ruptura de la relación matrimonial, es evidente que la solución que menos problemas podría acarrearle era la de matar a sus dos hijos y hacerlos desaparecer; contando como contaba de un amplio margen de tiempo para organizar un pequeño habitáculo para dar cabida a lo que no eran sino dos pequeños bultos con un peso no muy superior a los 30 kilos en total”.

PUNTO SELECCIONADO

Igualmente, en opinión del juez instructor del caso, el padre tras abandonar la finca con los niños por las calles traseras a la parcela tuvo “un margen de aproximadamente diez minutos para alcanzar un punto previamente seleccionado y preparado para ocultar a sus hijos, en un radio de acción de aproximadamente cuatro minutos, o bien para realizar una operación de trasvase de sus dos hijos desde su vehículo hasta el vehículo de una tercera persona que se los podría haber llevado sin ningún tipo de problema ni impedimento”.

A pesar de la falta de resultados en el registro, la opción de la finca familiar y el habitáculo se impone al escaso margen de tiempo del que gozó Bretón en su traslado a Las Quemadillas a mediodía del 8 de octubre o en su posterior desplazamiento de allí al Parque Cruz Conde, donde mantiene que perdió a Ruth y José.

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