Un software sanitario libre con ADN canario se extiende por tres continentes

Luis Falcón en la entrevista concedida a Canarias Ahora (IAGO OTERO PAZ)

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

Luis Falcón es un ingeniero informático y médico canario que ideó en 2008 GNU Health, un sistema de gestión hospitalario y de salud basado en el software libre y que en la actualidad está traducido a 113 idiomas e implantado en el sistema sanitario de países de África, América y Asia.

Falcón, creador de la oenegé GNU-Solidario, defiende que en la salud pública la informática médica tiene que ser libre y no estar en manos de software de empresas privadas ya que la “salud es un derecho no negociable”. “Si la salud pública está en manos de empresas privadas, tenemos un problema de definición para empezar. Tú como ente estatal tienes que ser independiente y eso te lo da el software libre”, apunta.

Así, su sistema de gestión hospitalaria y de salud tiene la idea de mejorar la calidad de vida de los pueblos sin dejar de lado los conceptos de medicina social y del software libre que permite la total libertad e independencia para poder gestionar la salud de la comunidad.

Además de una herramienta de trabajo, GNU Health busca cambiar la filosofía de la medicina. “Mezclo las ciencias exactas con algo tan social como es la medicina” ya que desde su punto de vista esta es más social que científica.

De este modo su sistema está apoyado en cuatro capas. Por un lado, está trabajar con la gente, no con el paciente, sino con el individuo y el entorno en el que se mueve. “Estudiar en qué entorno se mueve, su estatus socioeconómico, su entorno familiar...si se hace un buen trabajo ahí y se vuelca toda esa información en el sistema informático, tenemos una gran parte de promoción de la salud y prevención de la enfermedad. Mi objetivo es evitar que la gente se enferme”.

La siguiente pata es el expediente médico electrónico donde se gestiona la relación médico-paciente, es decir, las citas, las evaluaciones, las hospitalizaciones...todo ello sin descuidar que se trata a una persona. “Gran parte del problema de tener las cosas sobresofisticado es que nos olvidamos del lado humano”, sostiene Falcón, quien opina que “por mucha inteligencia artificial que exista la figura humana tiene que estar encima de todo. Lamentablemente países del primer mundo están cayendo en ese error de poner la tecnología por encima del lado humano. Y verán, y de hecho que están viendo, que tendrán que dar un paso atrás. Si nos olvidamos del lado humano, craso error”.

Una vez se tienen los datos demográficos de la persona y la relación médico-paciente, el siguiente punto en el que se hace énfasis es la gestión del centro de salud. Así, con estos tres factores solo faltaría el último, que es donde entra en juego de lleno la parte informática: convertir todos estos datos en información. En un caso concreto, el médico visualiza un mapa de una provincia en el que se ven los puntos calientes de lo que analiza, por ejemplo un brote epidémico de una enfermedad. Con toda la información ya redactada te permite detectar de manera temprana algo que si se hace más tarde podría estar expandido y a la vez ponerte en contacto con las personas cercanas y posibles candidatos a contraerla.

Por tanto, el trabajo es con carácter holístico ya que se ocupa de la persona con un equipo transdisciplinario en el día a día. El gran objetivo es evitar que la población enferme. “Mientras más trabajemos en promoción de la salud, en bajar los carros llenos de refrescos por frutas, vamos a evitar todos los problemas relacionados” subraya.

De esta manera, aclara que desde su percepción el sistema sanitario a la hora de tratar con las personas debe estar compuesto por más que un médico, y propone un equipo transdisciplinario. Con ello se logra que la información a la hora de atender vaya más allá de una simple historia clínica, sino también todo el entorno socioeconómico y del estilo de vida que te ayudará a reducir el tiempo en la atención. “Le vas a dar un contexto a esa persona. No es una medicina reactiva que solo da medicamentos, no estamos para eso”.

La semilla del proyecto surgió antes, en 2006, cuando Falcón vivía en Argentina, donde estudió medicina. Por aquel entonces estaba en otro proyecto de software libre en las escuelas rurales del norte país. Allí se dio cuenta que estaba bien que los jóvenes tuvieran herramientas académicas, pero de nada servía si no tenían alimentación adecuada. Por tanto, fue aquí cuando se le encendió la luz de unir la informática con ayudas sociales. Por aquel entonces ideó que en los centros académicos los jóvenes se nutrieran de lo que no podían nutrirse en la casa. Por tanto, creó la oenegé GNU-Solidario y posteriormente el sistema de gestión de salud hospitalario fundamentada en los determinantes sociales.

“Te enferma tu estilo de vida”

Más allá de su herramienta, Falcón está convencido de que, a pesar de que existen enfermedades de carácter genético, la gran mayoría son epigenéticas, es decir, que el entorno en el que la persona vive hace que ciertos genes y proteínas se expresen o no. “Lo que realmente te enferma en grandes proporciones es tu estilo de vida y tu ambiente”, asegura.

Con GNU-Health también más allá ya que también con otros campos como el de la violencia, los accidentes de tráfico, laborales o la violencia de género, analizando estos determinantes sociales de manera que las instituciones de salud ponga los focos en un campo particular, mezclando lo biológico y lo social.

Por el momento ya ha convencido con su filosofía al Gobierno de Jamaica donde está instalado en el sistema de salud pública, mientras que la República Dominicana, Filipinas y México estudian hacerse con ella. Aparte, en Kenia, Argentina y Laos hay regiones que ya la emplean. En el caso del último es en el Centro de Rehabilitación Médica del país, el centro más importante para tratar las amputaciones generadas por las minas estadounidenses que aún existen tras la Guerra de Vietnam. De todas maneras aclara que más que países, el éxito de este software se puede medir en los idiomas, existiendo ya en 113, de modo que está en distintos continentes, países y realidades. “Tienes un feedback de distintas gente y realidades que te enriquece el sistema”, resalta.

En cuanto a organizaciones, la OMS ya se puso en contacto con ellos y les invitó a ser partícipe de una charla en Ginebra.

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