El sol indígena canario alumbra La Guancha

El sol se alinea con la montaña de Gáldar y el Túmulo de La Guancha durante el solsticio de invierno.

Natalia Ramos

Las Palmas de Gran Canaria —

El solsticio (sol quieto) de invierno llega el próximo viernes y el sábado cuando el sol alcance su extremo más al sur y se estacione varios días en la misma posición para despedir al otoño. En la Necrópolis de La Guancha, en Gáldar, se observa cada año durante estos dos días, los más cortos del año, un fenómeno que se atribuye a la cultura indígena canaria. En torno a las 9.00 horas los rayos del sol subirán por detrás de la montaña de Gáldar hasta llegar justo a la cima y desde ahí la luz se dirigirá directamente hacia el enterramiento más grande, de unos 20 metros de diámetro, conocido como la Tumba de los Semidanes o Panteón Real.

Por la relación del solsticio con este premeditado emplazamiento está considerado como uno de los yacimientos estrella de Gran Canaria, que también ha servido para dar luz a varias teorías sobre el pensamiento y la vida de los antiguos canarios.

Bilenio Actividades Culturales organiza una visita guiada los dos días del solsticio en La Guancha. Juan Gabriel Santiago, investigador y guía de la actividad, explica que no solo se pretendíamarcar el tiempo y el espacio en función de las cosechas. Los indígenas canarios adoraban al sol (Magec) y así celebraban su triunfo sobre la oscuridad (‘AchúnMagec’).

Esta idea aparece en escritos del médico e historiador canario del siglo XVII Tomás Arias Marín:“Conocían que havía Dios sólo eterno y omnipotente, llamaban Acoran, adoraban y juraban por el sol llamado Magec, conocían también que havía demonio, que havita en las entrañas de la tierra en perpetuo fuego donde padecía tormentos i sólo él los padecía, a el alma decían que era hija de el sol…”.

En Gáldar (Agaldar) los antiguos canarios quisieron dirigir la luz de su adorado astro hacia las sepulturas donde se estima que se enterraba a la realeza para expresaruna forma de jerarquización de los enterramientos. Para Juan Gabriel esta práctica también tiene que ver con la concepción egipcia de la personificación del sol en el faraón yen este caso delguanarteme, que son los que están más cerca de lo divino.

Sobre la muerte “pensaban que el alma o maxioera inmortal y pertenecía al sol, el cuerpo era transitorio”. El investigador añade que consideraban dos opciones al morir: el alma iba al sol o se quedaba esperando en un espacio intermedio llamadoluyet o sol de los muertos, que visualizaban como lafranja anaranjada del cielo que aparece en el momento del atardecer. En este lugar las almas esperaban para regresar a la tierra porque no habían logrado trascender lo suficiente para dirigirse al sol.

Los indígenas pedían a las maxiosprotección para sus cosechas ante cualquier adversidad y durante el solsticio se despedían de ellas, una vez que habían transcurrido 40 días desde el cultivo.

Entre las personas que viven y trabajan en el campo canario pervive esta idea ancestral de mirar al cielo y es habitual que se les escuche decir expresiones como “el sol no siempre sale por el mismo sitio”. En relación a su conocimiento astronómico tradicional el trabajo de campo que recoge el libro“El cielo de los magos”, de Juan Antonio Belmonte y Margarita Sanz de Lara,concluye que estas personas han desarrollado habilidades predictivas mediante la observación de fenómenos meteorológicos y astronómicos.

De hecho, el descubrimiento de los fenómenos solsticiales o equinocciales en Canarias vinculados con la cultura indígena en ocasiones ha sido gracias a ellos.

Por ejemplo es el caso del equinoccio en la Necrópolis de Arteara, que tiene un sistema muy similar al del solsticio en La Guancha. Juan Gabriel recuerda que fue un vecino del lugar quien mencionó por primera vez el acontecimiento con estas palabras: “acaba de empezar el otoño, el sol salió por ahí y está iluminando la tumba del rey”.

Juan Antonio Belmonte, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, señala que el de la Guanchalo descubrió su grupo,aunque quien lo pudo observar por primera vez fue el astrónomo y exdirector de operaciones de Iberia, Ricardo Génova, a medidos de la década de los noventa del siglo XX.

El astrónomo entiende que hay indicios que sugieren que este yacimiento pudo ser delimitado y observado por los antiguos canarios “como si la selección del lugar no fuera aleatoria”, aunque no existen referencias específicas. Sí se sabe a ciencia cierta que usaban el equinoccio y posiblemente el solsticio de verano.

Añade que es probable que el conocimiento de estos sistemas procediera del norte de África “aunque también pudieron desarrollarlo aquí porque la necesidad de controlar el tiempo es común a todas las culturas”.

Todas las poblaciones indígenas de las Islas miraron al cielo y coincidieron en pautas similares, con la salvedad de que Gran Canaria es la isla donde más restos arqueológicos se han encontrado al respecto.

Fruto de la investigación arqueológica, a Gáldar se la considera uno de los centros más importantes del periodo indígena de la isla, con un papel primordial como capital de una de las dos demarcaciones políticas, junto a Telde, en que se dividía la geografía insular. En la década de los años treinta del siglo XX se realizan los primeros hallazgos arqueológicos en esta área.

Las tres zonas que se sitúan a lo largo de su costa, declaradas Monumento Histórico-Artístico en 1949, se denominan La Guancha, El Agujero y Bocabarranco, donde se conservan estructuras de viviendas y el área del cementerio con forma de túmulos (piedras y tierra). El enterramiento principal, también conocido como Túmulo de La Guancha, es una gran estructura circular, a su vez rodeada de anillos concéntricos y muros, que ha sido interpretado como un panteón familiar del que se extrajeron 43 individuos.

En la actualidad está previsto que el Ayuntamiento de Gáldar lleve a cabo la contratación y ejecución de un proyecto para la mejora de la Necrópolis y el Poblado de La Guancha, con la idea de contar con un centro de interpretación.

Por su parte, el Cabildo de Gran Canaria desarrolla un programa de yacimientos estrella, que incluye el de Cuatro Puertas, Arteara o Bentayga, para promover la observación y divulgación de estos fenómenos arqueo astronómicos, que se producen durante los equinoccios y solsticios del año. Mañana y el sábado realizarán una visita guiada a Mesa de Acusa, en Artenara, donde el sol proyectará sus rayos hacia el Roque Nublo y Bentayga.

En opinión de Juan Gabriel la reciente confluencia de la arqueología y la astronomía (en la arqueoastronomía) ha supuesto un avance tanto para concebir nuevos espacios de estudio como para obtener una percepción más global de la historia indígena canaria.

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