El Jardín Botánico se “expande” para proteger a un restaurante cercano
La delimitación del Jardín Botánico del Puerto de la Cruz se ampliará para proteger una edificación cercana conocida como Casa del Viejito, que en la actualidad acoge a un restaurante. Desde la dirección del Jardín, sin embargo, se ha mostrado sorpresa por la propuesta que ha aparecido hoy publicada en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) y se indica que no han recibido información alguna al respecto. A falta de conocerla en mayor profundidad creen que no es muy adecuada ya que ambos bienes no tienen mucho que ver entre sí.
La modificación ha sido incoada después de que se considerara que no es posible una protección individualizada de esta edificación, que corre riesgo de desaparecer por las obras que se realizan en la cercana carretera. De hecho, el proyecto inicial contemplaba la expropiación y derribo de la tradicional edificación y la construcción de dos rotondas en su actual emplazamiento.
En el informe elaborado por Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo se recuerda que la declaración BIC de este enclave obedeció a la necesidad de preservar el segundo jardín botánico más antiguo de España, tras el de Madrid.
El ámbito de protección fijado tiene como objetivo controlar el desarrollo urbanístico del entorno y que de esta manera no pueda afectar a su contemplación e imagen histórica.
Ahora la intención es “reforzar” su valor patrimonial con la inclusión de un inmueble representativo de la arquitectura tradicional como es la Casa del Viejito de dos siglos de antigüedad. La edificación está considerada uno de los escasos ejemplos que de esta tipología se conservan en el municipio de Puerto de la Cruz.
Sin embargo, desde la Dirección del Jardín de Aclimatación de La Orotava, aunque en realidad está en el Puerto de la Cruz, se indica que poco tiene que ver esta casa con el histórico recinto que data del siglo XVIII y, por ello, muestran su sorpresa por esta inclusión, a falta, eso sí, de conocerla en mayor profundidad.
La propuesta fue defendida a principios del año pasado por el propietario de la edificación y por la Asociación Wolfgang Köle, aunque en principio se solicitó que se incluyera como un islote separado. Otra posibilidad era incluirla dentro de la declaración BIC del Jardín, lo que finalmente salió adelante. Para ello, la delimitación se amplía por los cuatro lados del recinto.
Nuevas dependencias
Como novedad también se espera que las nuevas dependencias del Jardín puedan estar operativas antes de verano. En estos momentos se da por casi concluida la recepción del inmueble a falta de ultimar los detalles. A continuación se sacará a concurso la explotación de los nuevos servicios y se dotará a este espacio.
El ambicioso proyecto permitirá sumar unos 40.000 metros cuadrados más a los actuales 20.000. Los doscientos mil visitantes que cada año visitan el lugar, de los cuales sólo el 20% son canarios, comenzarán su visita a través del Jardín Histórico para adentrarse en un espacio tropical de nuevo diseño, con especies propias de ecosistemas más húmedos. El proyecto fue diseñado por el estudio de Arquitectos AMP.
A mitad de 2007 se iniciaron las obras de la que sería la fase más compleja: la construcción de un pabellón de visitantes de unos 1.200 metros cuadrados con dos plantas y sótano que acogerá una sala de exposiciones con cubierta acristalada por células fotovoltaicas. Habrá otra sala destinada a los escolares, dotada de laboratorio de prácticas, y una de audiovisuales, que tendrá la particularidad de poder modular los espacios por medio de grandes mamparas deslizantes. De esta manera se permitirá la celebración de congresos, reuniones de carácter científico y otras actividades.
En la planta primera del edificio habrá una biblioteca, cafetería y restaurante, igualmente dotada de cubierta acristalada con células fotovoltaicas y finalizada con una cubierta que se utilizará como mirador hacia el Valle de La Orotava y hacia la masa vegetal del propio Jardín. Pero el aspecto a destacar de las obras es el protagonismo que tendrá el agua sobre cualquier otro elemento ornamental, con varios torrentes que confluirán en un gran lago, cuya superficie será de 2.640 metros cuadrados, y un salto que caerá desde unos doce metros de altura. El caudal vertido en la cascada será recogido en un depósito abierto desde donde se filtrará y bombeará hacia el inicio de los cursos de agua.