Dos detenidos en relación al secuestro y asesinato del empresario Raimundo Toledo
El empresario de 68 años, Raimundo Toledo, fue secuestrado y asesinado el pasado 15 de diciembre. La noticia saltaba a los medios después de que las autoridades encontraran su cuerpo calcinado en el interior de su propio vehículo, que había sido incendiado y arrojado a un barranco en la localidad de San Miguel, a 80 kilómetros al sur del lugar del secuestro. Las pesquisas llevadas a cabo por la Policía y la Guardia Civil han llevado a la detención de dos personas, un hombre y una mujer. Aunque la investigación continúa bajo secreto de sumario, se sospecha que estas personas podrían haber actuado por encargo. No está claro aún el móvil. En un principio se pensó en el económico, pero esta hipótesis no es definitiva ya que no se recibió ninguna llamada pidiendo un rescate. “Si la razón fuera económica, ”¿por qué no pidieron rescate?“, se pregunta Salvador Garrido, director general de la compañía que presidía la víctima, Petróleos Archipiélago.
Raimundo Toledo era además propietario de una gasolinera en El Médano. Según fuentes cercanas a la investigación citadas por el diario El País, Toledo fue abordado pasadas las ocho de la tarde del pasado 15 cuando se bajaba de su vehículo en pleno centro de Santa Cruz, en una calle cercana al parque García Sanabria. A pesar de sus gritos de auxilio, los captores consiguieron introducirlo en el coche y darse a la fuga. Sin embargo, llamaron la atención de algunos vecinos, que ahora son testigos en la investigación. Uno de ellos llamó a emergencias al presenciar el forcejeo en la calle y es esta colaboración la que ha conducido a estas dos detenciones.
Uno de los detenidos es un varón de origen australiano afincado en Tenerife desde hace años que cuenta con antecedentes policiales por causas menores. La otra detenida es una mujer de la que no ha trascendido más información ya que de momento el caso se encuentra bajo secreto de sumario. No se descartan más detenciones. Mientras, las autoridades tratan de descubrir ahora cuál fue el móvil del secuestro, si bien se cree que la intención inicial pudo ser la de robar a la víctima o a sus familiares, pero no el asesinato.
Se da la circunstancia de que el empresario era tío del actor y activista Willy Toledo. “Su familia y sus amigos estamos destrozados. Raimundo era extraordinario, nadie hablaba mal de él”, concluye Garrido.