La obsesión por el empleo

Atendiendo la amable invitación de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife, este viernes tuve la oportunidad de exponer mi propuesta económica para los cuatro años, ante una amplia representación empresarial. Al hilo de lo descrito en la presentación del eje anterior de mi programa, relativo a las personas, su fundamento radica en la generación de empleo.

Es mi obsesión. Para que nuestro municipio regrese definitivamente a la senda del progreso necesitamos puestos de trabajo. Y eso no lo consigue, directamente, ningún ayuntamiento. Son las empresas quienes están capacitadas para abordar la tarea, con la complicidad de las administraciones, que han de propiciar condiciones para la actividad económica.

En esa línea hemos venido trabajando durante los últimos cuatro años, una tarea que pretendemos intensificar en el período 2015-2019, en un marco económico más favorable, siempre que sigamos contando con el respaldo mayoritario de la ciudadanía. ¿Cómo? Aplicando las palancas de progreso a las que tuve ocasión de referirme en la citada exposición, que pasan por el comercio y el turismo, nuestro Puerto, la construcción, la vivienda y la inversión pública, el empleo, la reforma fiscal y la modernización de la administración.

En todos los casos, hemos diseñado un conjunto de medidas absolutamente realizables, alejándonos de quienes hoy vuelven a prometer más de lo mismo que pusieron en el escaparate antes de sacar la tijera de los recortes.

El impulso del comercio y el turismo tiene como base la recuperación vivida en los últimos años, con un alza en el alojamiento de casi 50.000 personas, de los que alrededor de 30.000 son extranjeros, sumado al crecimiento en la llegada de cruceristas y la entrada de visitantes procedentes de otras zonas de la isla.

En este sentido, podemos lograr que el 40% de los turistas llegados a Tenerife vengan a nuestra ciudad y aporten a la economía local alrededor de 30 millones de euros. Del mismo modo que trabajaremos, con el apoyo del Gobierno de Canarias y el Cabildo Insular, en la obtención de la categoría de ‘municipio turístico’, lo cual supondría para Santa Cruz el acceso a fondos de ambas administraciones para inversiones en nuestra capital.

Nuestro apoyo al Puerto es incondicional. Su existencia justifica la capitalidad de Santa Cruz, genera economía y facilita empleo. Cualquier prospección de futuro pasa por esta instalación, llamada a crecer con la aplicación efectiva de su Plan Especial y la potenciación de la Zona Franca. Todo ello, además, en abierta convivencia con la ciudad, como sucedió en capitales como Alicante, Barcelonao Bilbao, con el desarrollo de un modelo de integraciónpropio y la reconversión de espacios portuarios tradicionales en elementos para uso y disfrute de vecinos y visitantes, capaces asimismo de atraer inversión.

Además, queremos revitalizar la construcción a partir de la aprobación del Plan General de Ordenación (PGO), la rehabilitación de 1.149 viviendas y la realización de muchas pequeñas actuaciones para la mejora de la calidad de vida en todos los barrios. Esto se sustenta en una previsión inversora desde lo público, dentro del próximo cuatrienio, cifrada en 150 millones de euros. Habría que unirle, además, las consecuencias de medidas como una nueva reforma fiscal (2016-2019), con más rebajas de impuestos y tasas, junto a la modernización administrativa, para simplificar trámites en la creación de empresas e impulsar su actividad.

En definitiva, se trata de aplicar todas las acciones necesarias para apalancar la economía del municipio y facilitar la creación de puestos de trabajo, que es la mejor política social que puede emprenderse.

En condiciones muy desfavorables, hemos logrado que la ciudad recupere más de 4.000 empleos, lo que ha sido bueno para Santa Cruz. Con un horizonte más propicio, aplicándonos todos en la tarea, confiamos en la generación de más de 6.000 contratos de trabajo anuales. Ese es el reto. Ni más ni menos.