Cerca del 100% de los estibadores secundan la huelga en los puertos estatales, también en Tenerife
Cerca del 100% de los trabajadores del sector de la estiba han secundado este lunes en los puertos españoles, en la primera jornada de protesta, la huelga convocada por los sindicatos en el marco de la negociación abierta con la patronal sobre la reforma del sector aprobada por el Gobierno central.
Así lo ha informado en rueda de prensa el coordinador general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), el tinerfeño Antolín Goya, que ha dicho que el seguimiento de los paros es “absoluto” y se está desarrollando dentro de la normalidad, pues ha aclarado que no hay incidentes graves que reseñar.
Respecto a los servicios mínimos, la Coordinadora ha anunciado que los va a recurrir porque los considera “abusivos”. Goya indicó que ha habido algún puerto que ha intentado aumentar los propios requerimientos del real decreto de servicios mínimos, por lo que han avanzado la posibilidad de presentar una denuncia por intentar “abusar” de la potestad que les da dicha norma.
Goya ha afirmado que convocar esta huelga es un “problema” para el sector, pues los coloca en una situación que es “molesta” para todo el mundo, sobre todo para los intereses de los estibadores portuarios por la repercusión salarial y por los efectos que tiene en el tráfico internacional.
El coordinador general lamentó que el sector haya tenido que llegar a esta situación después de haber hecho “innumerables esfuerzos” durante todo este proceso de negociación, de haber desconvocado los preavisos anteriores y de buscar un marco de negociación que hiciese posible no llegar a estos paros.
Insistió en que el culpable de todo esto es el Gobierno central, que ha posibilitado que las empresas estén en una situación de “privilegio, predominio y fortaleza” de cara a la negociación con los trabajadores y que estén “boicoteando y bloqueando” la posibilidad de llegar a un acuerdo.
En estos momentos, indicó Antolín Goya, no hay ninguna mesa de negociación abierta, aunque confían en que finalmente se convoque porque los estibadores portuarios -dijo- están en posición de afrontar “cualquier tipo” de negociación para garantizar el futuro de los trabajadores y mejorar las condiciones del sector. También negó que haya habido algún tipo de contacto por parte de la patronal después de la reunión celebrada el pasado jueves, la última en la que por ahora se han sentado las partes.
Además, añadió que, a medida que la huelga vaya avanzando, el nivel de trabajo en todos los puertos irá aumentando, lo que generará un cierto retraso en la manipulación de las cargas, lo que va a hacer que la actividad en los días en que no haya paro se incremente, siendo más notorio en aquellos puertos que tengan un nivel de actividad muy alto.
El coordinador general ha hecho hincapié en que el objetivo del sector no es crear un daño mayor, sino que se clarifique si los 6.500 trabajadores que hay en este país tienen o no tienen empleo. “El real decreto-ley de reforma del sector lo podía haber solucionado, pero el Gobierno no lo quiso hacer y colocó a las empresas en una situación de poder. También nos ha colocado en una situación de conflicto importante”, subrayó.
Respecto al posible desabastecimiento en Canarias, Antolín Goya repitió que el abastecimiento de las islas está garantizado, dado que la propia convocatoria de huelga posibilita que así sea. Además, recordó que existe un acuerdo con el Gobierno de Canarias por el que, si existe una situación excepcional, se dé un trato preferente. De hecho, se ha creado una comisión de seguimiento para encontrar estas situaciones y poder solventarlas.
Tres semanas con paros
El primero de los paros comenzó a las 8.00 de este lunes. El colectivo de 6.150 estibadores portuarios está llamado a parar todas las horas impares hasta las 8.00 del día siguiente, martes.
El calendario contempla otras dos jornadas similares con paros este miércoles y el viernes y, en caso de que el conflicto no se solvente, nuevas huelgas para las dos próximas semanas.
De esta forma, está programado un paro ininterrumpido de 48 horas desde las 8.00 del miércoles 14 hasta la misma hora del viernes 16 de junio, y tres jornadas con paros para el lunes 19, el miércoles 21 y el viernes 23 de junio.
Los paros afectan a uno de los sectores clave de la economía, el que garantiza la carga y descarga de los barcos en los puertos, instalaciones por las que cada año pasa el 86% de los productos que entran en el país y el 60% de los que salen, en total, mercancías valoradas en unos 350.000 millones.
Las huelgas están convocadas por todos los sindicatos con representación en la estiba (Coordinadora de Trabajadores del Mar, CCOO, UGT, CIG y CGT) y tienen como objetivo concreto protestar por el cambio de actitud que, según aseguran, mostró esta pasada semana la patronal Anesco sobre su compromiso inicial a garantizar el empleo a todos los estibadores tras la reforma del sector aprobada por el Gobierno.
Los paros tienen lugar cuatro meses después de que estallara el conflicto en el sector de la estiba, cuando en febrero el Gobierno central emprendió su reforma, pendiente desde 2014, para cumplir la normativa europea, que antes contravenía, y así evitar una multa de la UE. También, sostienen, para mejorar la competitividad de los puertos.
A pesar de que en estos meses los sindicatos del gremio han venido anunciando distintos calendarios de huelga, hasta ahora no la habían secundado, dada la negociación abierta, primero a tres bandas, con Gobierno y patronal, y ahora en el marco de la negociación colectiva.
Además, los paros se registran después de que el Gobierno lograra el pasado 18 de mayo convalidar en el Congreso el real decreto-ley de reforma del sector al segundo intento, dos meses después de que la Cámara Baja rechazara el primer texto.
El segundo real decreto-ley incluye un real decreto de desarrollo normativo que contempla aspectos laborales de la reforma tratados en la negociación tripartita, así como las ayudas de 120 millones de euros comprometidas por el Gobierno para la reconversión del sector.
Una vez aprobada la reforma y al amparo de dicho real decreto, sindicatos y patronal de la estiba se sentaron a negociar un nuevo convenio para el sector.
Si bien en la primera reunión, la del 22 de mayo, se logró un principio de acuerdo que auguraba el fin del conflicto, en el encuentro mantenido una semana después, este jueves 1 de junio, se dio un vuelco a la situación, dado que se rompió la negociación y los sindicatos convocaron paros.
Puntos de desencuentro
El principal objetivo de los sindicatos de estibadores pasa por que la patronal garantice el mantenimiento del empleo de los actuales estibadores mediante su subrogación, dado que en virtud de la reforma desaparecen las sociedades de gestión de estibadores portuario (Sagep), de las que ahora dependía este colectivo.
El gremio asume, no obstante, un ajuste no traumático mediante prejubilaciones voluntarias con las ayudas del Gobierno, bajar el 10% los sueldos más altos y pactar cambios en el sistema de trabajo y los turnos que mejoren la eficiencia en los puertos.
No obstante, los estibadores también piden que las empresas, hasta ahora obligadas a participar en las Sagep, se comprometan a participar en los centros portuarios de empleo (CPE), las ETT en las que pueden convertirse y en las que, según la nueva ley, la concurrencia de las empresas de estiba es voluntaria.
De su lado, la patronal, si bien asegura mantener su compromiso por el empleo y por negociar un convenio estatal, planteó en la última reunión con los sindicatos contar con un periodo de dos semanas para analizar la situación puerto a puerto.
Este fue precisamente el detonante que llevó a los sindicatos de estibadores a levantarse de la mesa de negociación y anunciar de forma rotunda el inicio de tres semanas de paros en los puertos, los que arrancaron este lunes.