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Alarcó y Ascanio rechazan el gobierno en minoría porque aporta inestabilidad

Fachada del Ayuntamiento de La Laguna.

Tachi Izquierdo

La Laguna —

Los candidatos del PP y Unidos se Puede en La Laguna, Antonio Alarcó y Rubens Ascanio, respectivamente, han coincidido, pese a las diferencias polìticas entre ambos, en un aspecto ante la posibilidad de un acuerdo de gobierno entre socialistas y nacionalistas, ya que lo califican de negativo porque representará inestabilidad para la ciudad.

Alarcó, quien ha defendido la posibilidad de un tripartito con el concurso de su partido, el PSOE y CC, así como otras formaciones, “menos con la que representa a Podemos en el consistorio municipal”, señaló que está recibiendo todas las evoluciones de las negociaciones “con tranquilidad y reflexión”, pues reiteró que los pactos en cascada “no sirven para nada, son un error y son fuentes de conflicto”, ya que cree que todos los municipios tienen su realidad.

Señaló, además, que tiene la sensación de que “hay gente muy nerviosa, cuando se aborda la posibilidad de una alternancia”, pues a su juicio, en La Laguna “hay quien se cree que son dueños de las instituciones” y abogó por dar respuesta a la demanda ciudadana de “un ayuntamiento estable”.

En este sentido, el representante popular insistió en un proyecto desarrollado por un tripartito, “que de estabilidad”, con un programa que sea sólido, pues dijo que un gobierno en minoría “representa inestabilidad y no conduce a ningún lado”.

El concejal del PP explicó que la ciudad padece una situación delicada, que describió con los más de 90 millones de reconocimiento extrajudicial de crédito que tiene la corporación, la realidad de su PGO o la emergencia social actual, algo que, añadió, “está al margen de la ideología”.

Ante un posible gobierno CC-PSOE, que no ocultó que le genera preocupación, dijo que “el PP sabe estar gobernando y en la oposición”, y advirtió que “haremos una oposición seria, pública y transparente, con una fiscalización a la gestión municipal, aunque busquemos grandes consensos”.

Además, señaló que empeñarse en un modelo de gobierno en minoría “es un error”, pues apostó por “intentar hacer las cosas con los demás” y remarcó que “aún queda un recurso pendiente de resolución sobre la impugnación a varias mesas que puede cambiar la composición del consistorio”, ya que el PP podría ganar un concejal.

Por su parte, el portavoz de Unidos se Puede, Rubens Ascanio, calificó como “mala noticia” la decisión del PSOE “de ser la muleta de CC”, pues señaló que se trata de un pacto “impuesto que convierte a los laguneros en rehenes de negociadores externos, donde se imponen las cuotas de partidos y se deja a la decisión tomada en 24 de mayo a nivel de mera anécdota”.

Señaló que la postura de su formación, ante un posible pacto en minoría, se abordará en una asamblea, aunque dijo que “no dejaremos de insistir en lograr un gobierno progresista, en el que confluyan las fuerzas de izquierdas”.

No obstante, confío en que una reedición del acuerdo entre CC y PSOE “cambie de perfiles humanos” y que, a su juicio, no se desarrolle bajo la misma política de imposición del pasado mandato, aunque remarcó que hasta el día 3 de julio “confiamos en un pacto de progreso”, pues señaló que “todos los caminos siguen abiertos y se toma a La Laguna como un trofeo de guerra, que hay que volverlo a entregar a la ciudadanía”.

Señaló que sería negativo para la ciudad un gobierno en minoría, y abogó por un gobierno municipal caracterizado por un menor gasto en sueldos de políticos y cargos de confianza, aplicar recortes en publicidad y propaganda, alquileres innecesarios, todo para destinarlo a un plan de rescate ciudadano, que se eviten los desahucios o rescatar los servicios.

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