Sí Se Puede opta por una desaladora de agua marina y depuradoras naturales como solución hídrica para la Isla Baja
La formación política Sí Se Puede ha informado este lunes de que propone para la Isla Baja como solución a sus problemas de depuración y de oferta de agua de calidad en el futuro el desarrollo de un proyecto que combina desalación de agua de mar mediante energía eólica y depuradoras naturales en cada municipio, al menos tres. Esta opción es la que se plantea por ese partido, en vez de la depuradora convencional, tipo EDAR, que prevé el Cabildo de Tenerife a través de su Consejo Insular de Aguas (CIATF).
Para la organización ecosocialista, “esas medidas son una solución integral a los problemas relacionados con el agua en la comarca”, asegura su portavoz en Buenavista, Antonio González Fortes.
“En el caso de Buenavista, una inversión de 10 millones de euros permitiría producir suficiente agua para cubrir la demanda del municipio, tanto para consumo humano como agrícola. El precio de producción de esta agua no estará vinculado a los siempre crecientes costes energéticos, dependientes exclusivamente de la energía eólica”, explica el portavoz, que basa sus afirmaciones en las conclusiones de un estudio que encargó Sí Se Puede en su mandato en el Ayuntamiento de Buenavista entre 2011 y 2015, presidido por González Fortes.
El concejal de Sí Se Puede destaca que el grupo de gobierno de PSOE-CC “ha ignorado ese proyecto, que está avalado por el estudio encargado en el mandato anterior; a pesar de que el primer pleno de este mandato aprobó continuar con el desarrollo de ese plan, el grupo de gobierno municipal de PSOE-CC no ha movido ficha”.
Se trata de un estudio preliminar para considerar la viabilidad de la implantación de energías renovables en el municipio. Las conclusiones apuntaron muy buenos resultados para la producción de energía mediante la fuerza eólica y la producción de agua desalada con energía eólica en régimen aislado. El Gobierno municipal de Sí Se Puede entre 2011-2015 promovió además la redacción de un anteproyecto, que arrojó resultados muy prometedores.
Efectivamente, el estudio demuestra que en Buenavista se podrían generar hasta seis millones de metros cúbicos de agua al año mediante la producción de agua desalada exclusivamente con energía eólica. Estos datos superan con creces el consumo actual municipal, que solo alcanza los 500.000 metros cúbicos. “Con esta cantidad se podría atender todo el consumo de agua de la comarca”, subraya el concejal de Sí Se Puede.
González Fortes apunta que, para conseguir este nivel de producción de agua desalada, se requiere instalar un parque eólico de cuatro aerogeneradores de dos megavatios (MW) cada uno, con una potencia total instalada de ocho MW; el parque debe ir asociado a una planta desaladora con una capacidad total de 35.000 m/día y embalses con una capacidad total de almacenamiento de 1,34 hm.
La inversión total para producir agua para toda la Isla Baja sería de 37 millones de euros y el coste de producción de agua estaría siempre por debajo de los 90 €/m durante los 30 años de operación, es decir, por debajo de coste medio de producción de agua actual en Canarias.
Agua de riego
La iniciativa que impulsa Sí Se Puede desde hace años en Buenavista tiene entre sus objetivos solucionar los problemas que se dan en la comarca en torno al agua de riego, un asunto sobre el que se ha llamado de nuevo la atención recientemente al abordar el sistema de depuradora convencional que pretende instalar el Cabildo de Tenerife en la comarca de la Isla Baja.
González Fortes señala que “el Consejo Insular de Aguas de Tenerife ha intentado convencer a los productores agrícolas de la Isla Baja para que acepten la depuradora convencional, con el argumento de que esta va a solucionar los problemas del agua; lo cierto es que con ese sistema, la producción de agua depurada no va a llegar a los 2.000 metros cúbicos diarios, una cantidad totalmente insuficiente”.
El concejal ecosocialista destaca que el desarrollo del proyecto impulsado por Sí Se Puede en Buenavista mediante la combinación de las depuradoras naturales con la producción de agua con energía eólica tiene además otra ventaja: el carácter público del agua, un asunto que no es menor, debido a la inaceptable privatización de un bien esencial.
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