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El Hospital de la Candelaria aplica trombectomías mecánicas a un centenar de pacientes con ictus isquémico

Entrada al Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria.

EUROPA PRESS

Santa Cruz de Tenerife —

El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, en Tenerife, ha aplicado trombectomías mecánicas a un centenar de pacientes diagnosticados de ictus isquémico, una técnica que permite extraer los coágulos cerebrales que han motivado esos accidentes cerebrovasculares.

Ese procedimiento se realiza desde 2015 por parte de los especialistas del servicio de Radiología Vascular Intervencionista en pacientes seleccionados, una vez que el neurólogo valora la idoneidad de extraer el trombo que ha obstruido la arteria intracerebral y que ha dado pie a un infarto cerebral.

Un ictus o accidente cerebrovascular isquémico (ACV) es una enfermedad vascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. Cuando por diferentes motivos las células del cerebro no reciben el aporte necesario de sangre, pierden su función y provocan un infarto cerebral, informa la Consejería de Sanidad en una nota.

Las secuelas neurológicas pueden ser muy graves, de ahí que los especialistas que conforman la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria recuerden la importancia de saber reconocer los síntomas de un accidente cerebrovascular para poder actuar a tiempo.

Cómo reconocer los síntomas

“Si una persona presenta de forma repentina signos de dificultad para hablar, parálisis o trastornos psicomotrices y de la marcha, es momento de avisar al servicio de emergencias del 1-1-2 para activar el código ictus, un protocolo de emergencias con el que se puede identificar rápidamente si se está sufriendo un accidente cerebro vascular y activar el soporte asistencial de urgencias adecuado hasta trasladar al usuario al hospital de referencia”, explica Antonio Medina, neurólogo y coordinador de la Unidad de Ictus.

El tratamiento de un ictus tiene una ventana temporal limitada, tanto para la aplicación de terapia farmacológica como para valorar técnicas intervencionistas que puedan evitar la obstrucción de las arterias, de ahí la importancia de actuar con celeridad.

Además de la cobertura farmacológica terapéutica, existen otras técnicas especializadas incorporadas recientemente por el servicio de Radiología Vascular Intervencionista para el tratamiento de determinados casos, como es la denominada trombectomía mecánica.

“Desde su puesta en marcha en 2015, en la cartera de servicios de Radiología, un centenar de pacientes diagnosticados de ictus se han beneficiado de este procedimiento, con una tasa de éxito de recanalización superior al 80%”, explica Julián Portero, jefe del servicio de Radiología.

Este procedimiento consiste en introducir un catéter a través de la arteria femoral hasta la arteria carótida interna del lado dañado para posteriormente, y a través de ese mismo catéter, introducir otro más fino denominado microcatéter. Este será con el que se accede a la arteria intracerebral que presenta el trombo.

Una vez en la zona, se coloca un dispositivo que actúa en forma de red (stent-retriever) y permite atrapar y recuperar el coágulo de sangre, para finalizar retirando el stent del mismo modo que se efectúa con los catéteres y así comprobar que la arteria vuelve a ser permeable.

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