Un estudio del Cabildo de Tenerife y la ULL alerta del consumo extendido de pornografía entre niños de 12 años
El consumo de pornografía es mayoritario entre chicos de 12 años, mientras que seis de cada diez jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 29 años ven este tipo de contenidos con una periodicidad semanal, tres de diez en el caso de las chicas. Así lo revela un estudio sobre sexualidad y consumo de pornografía en adolescentes y jóvenes encargado por el Cabildo de Tenerife a la Fundación General de la Universidad de La Laguna (ULL).
El informe ha contado con la participación de 2.476 jóvenes de entre 16 y 29 años, y concluye que uno de cada dos adolescentes consume pornografía, lo que repercute negativamente en sus relaciones y prácticas afectivo-sexuales.
Según ha explicado la consejera delegada de Igualdad y Prevención de la Violencia de Género, Priscila de León, el acceso a internet a edades cada vez más tempranas aparejado, “en no pocos casos”, a una falta de control real por parte de los adultos está propiciando el consumo de pornografía entre una población cada vez más joven.
“Nativos del porno”
El estudio concluye, por tanto, que se está produciendo un aumento de los “nativos del porno”, es decir, de aquellos jóvenes que empiezan a consumir pornografía antes de haber tenido sus primeras experiencias sexuales, lo que influye en la construcción temprana de su masculinidad.
“Al final los jóvenes tienden a repetir y reproducir aquello que ven”, detalla la doctora Esther Torrado, directora del equipo de investigación. El estudio también revela que chicos y chicas no siguen las mismas pautas de comportamiento ante el consumo de pornografía.
Seis de cada diez chicos consumen porno de forma semanal, frente a tres de cada diez chicas; además, mientras los chicos acceden para excitarse y masturbarse, “en algunos casos de manera grupal”, las chicas acuden a estos espacios para buscar información. Es más, “hemos visto que las jóvenes, una vez se informan, suelen abandonar el consumo”, detalla Torrado.
Consumo temprano de pornografía y aumento de las violencias machistas
Para la doctora, existe una relación directa entre el consumo temprano de pornografía y el aumento de las violencias machistas, así como de la cosificación e hipersexualización de las mujeres.
Tal y como señala Esther Torrado, la ausencia de educación sexual convierte a la pornografía en escuela, y los mensajes del porno contribuyen a invisibilizar, normalizar y erotizar la violencia sexual. Por eso, aunque siete de cada diez menores de dieciocho años han recibido educación afectivo-sexual, para Torrado resulta evidente que estas acciones formativas no son suficientes.
“No podemos resolver los retos del presente con soluciones del pasado, no podemos dar formación afectivo-sexual a nuestros jóvenes con los planteamientos del siglo pasado”, remarca.
La experta incide, además, en la importancia de que los programas de educación afectivo-sexual expliquen los peligros del porno, “pues ya tenemos adictos al porno y nativos del porno, y eso va a tener una incidencia alta en la violencia machista”, sentencia.
Víctimas de la industria “depredadora”
Torrado se muestra convencida, además, de que es la oferta la que produce la demanda, y que muchos jóvenes son “víctimas” de esta industria “depredadora”. “Cuando un niño accede a contenidos pornográficos con nueve o diez años no va buscando la violencia”, explica.
En lo que respecta al control parental, el informe concluye que padres, madres y docentes, a nivel general, ignoran los peligros del porno, “desconocen que los jóvenes están accediendo a contenidos violentos”, aunque “sí muestran una preocupación por abordar este asunto”.
Este estudio fue realizado entre enero de 2020 y febrero de 2021, y en él han participado los doctores Josué Gutiérrez Barroso, Yasmina Romero Morales y Ana González Ramos.
El objetivo, tal y como ha explicado Torrado, no es que las cifras y datos proporcionados “se queden en una gaveta”, sino que impacten e influyan en las políticas públicas de igualdad y prevención de la violencia de género.
En este sentido, la consejera de Acción Social, Marian Franquet, ha adelantado que el Cabildo ya está trabajando en el primer plan de prevención en edades tempranas.
Franquet, no obstante, ha reconocido la importancia de que exista coordinación interadministrativa para que la prevención “tenga el lugar y la implicación que debe tener”.
“Este tipo de temas siempre se han frivolizado” y hay que conseguir “meter esto en agenda” y “dar soluciones presentes no bajo paradigmas del pasado”, ha concluido Esther Torrado.
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