Arona celebra la Rogativa de la Lluvia, una tradición de principios del siglo XX
Arona ha celebrado este domingo, un año más y como viene ocurriendo desde el decenio de los años veinte del siglo pasado, una procesión en la que la imagen del Cristo de la Salud ha recorrido las calles del casco hasta llegar a Montaña Frías, donde ha finalizado el acto religioso con la denominada Rogativa de la Lluvia.
Hondamente enraizada en el municipio, la rogativa, que se ha venido celebrando desde hace decenios y que se recuperó en 2016 tras un breve paréntesis de dos años, está estrechamente ligada al campo y tiene su inicio en los orígenes agrícolas de Arona, cuando la gente que vivía del sector primario sacaba la imagen del Cristo en procesión para pedir las lluvias que garantizaran sus cosechas y, por tanto, el sustento de muchas familias.
A las 10.00, la talla fue sacada en procesión y acompañada por unas doscientas personas desde la iglesia de San Antonio Abad, para así recorrer la calle Domínguez Alfonso, avenida de la Constitución, La Mejora, calle El Sitio y camino del Rey hasta llegar a la ermita de la Virgen, donde tuvo lugar la eucaristía.
A lo largo de todo el camino, la procesión realizó hasta seis estaciones, parando en diversos puntos del trayecto, donde vecinos de Arona homenajearon al Cristo con la lectura de plegarias y el canto de folías y malagueñas, además de recibir pétalos de flores desde ventanas y balcones.
Al término de la procesión, la Escuela Municipal de Folclore ofreció folías y malagueñas, justo antes de que se iniciara la lectura de la rogativa por parte del alcalde de Arona, José Julián Mena.