Cambiamos de tercio para regresar a Telde un día más. El artista Sergio Gil Socorro lleva todo el verano trabajando duramente en la rotonda de La Garita, donde ya se puede ver parte de la gran escultura monumental El Drago de Telde, compuesta por 450.000 kilos de peso en acero cortén (350.000 kilos de base y 100.000 de la pieza escultórica) y con una altura de 22 metros, lo que le hará ser el monumento más grande de Canarias. Se trata de una obra grandiosa que ya ha sido convenientemente valorada por diversos sectores sociales, culturales, artísticos y políticos, todos coincidentes en su apreciación positiva de la obra. A pesar de la cobertura mediática que está teniendo el levantamiento de esta magna obra, todavía hay personajillos en el Ayuntamiento que no se enteran y no saben distinguir el grano (el drago, en este caso) de la paja, y que no sólo no se han dignado visitar la monumental obra, bastante avanzada en sus tramos con el tronco ya erigido, sino que encima siguen poniendo piedras en el camino de los artistas para entorpecer su obra. Todo lo contrario que el alcalde de Telde, Aureliano Francisco Santiago Castellano, que está haciendo un seguimiento del Drago, por donde pasa todos los días porque además vive en La Garita. Otros no. Debe ser que el Drago gigante de Telde da demasiada sombra para un enano. Lo importante es que al final triunfe el arte, el buen arte, y no las malas artes (o las artimañas) de quien quiere pero no puede porque cuando se sienta en un taburete de guardería le cuelgan las piernas y no le llegan al suelo.