Los mismos que dicen defender con pasión a La Caja se empeñan cada día en empañar su imagen y en recordar sus peores episodios. Aprovechando que la intervención estatal pasa por Castilla-La Mancha, el vocero de Juan Francisco García, el tal Chavanel, se ha lanzado a la balacera contra el que fuera presidente de la entidad canaria Ángel Luis Sánchez Bolaños, siempre con el muy loable objetivo de hacer pasar por bueno, dar brillo y esplendor al que nuevamente se ha convertido en el santo que lleva en su escapulario. Les animamos a que lean lo que ha escrito en Canarias7 y comprueben cómo es capaz de atribuir a otros lo que él sabe que fue exactamente lo que hizo su Juan Francisco: “Alguien se cansó de dar créditos a conveniencia suya, o de la organización que lo apoyó, en función de criterios poco estrictos, sin considerar los riesgos, los sucesivos aprovisionamientos ordenados por el Banco de España”. Después de todo, 5 millones de euros es el coste en un solo año al 5% de lo que García enterró en una operación de 100 millones. Hasta el otro día, el mismo Chavanel lo contaba con todo lujo de detalle, con todos sus nombres y todos sus apellidos.