En Asamblea Majorera ha sentado como una traición lo que Adán Martín le ha hecho a Herrerita. Nadie le había prometido permanencia eterna, pero los últimos datos apuntaban a que no caería en esta crisis, por mucho que hacía meses que se diera por hecho (incluso desde esta misma sección). Pero cualquiera del medio centenar de personas que estuvo el jueves, veinticuatro horas antes de la crisis, en el hotel-escuela de Santa Brígida, tiene que estar extrañadísimo. Allí, en una reunión de alcaldes, concejales y consejeros de Cabildo con responsabilidades turísticas, todos pudieron a ver a Parejo y a Herrera brindar en amor y compaña, como si lo suyo de ellos se hubiera arreglado definitivamente. Parejo cumplía años, y a tal fin sopló una vela con un 4 y repartió tarta entre los invitados como si no fuera a pasar nada al día siguiente. Es difícil imaginar que no lo sabía.