Y ya que andamos metidos en los procesos orgánicos de los socialistas canarios de cara a su congreso regional, detengámonos, aunque sea por un momento, en una de las propuestas lanzadas este martes durante la discusión de la ponencia sobre inmigración. Un joven militante propuso a sus compañeros que para acabar con este fenómeno lo mejor es poner un ferry que una la costa africana con Canarias, de modo que el que quiera venir no tenga que jugarse la vida; además, con el dinero que pagan a las mafias de la inmigración, da para el ferry, para una semanita en un hotel de Meloneras y para un billete para París. Les podemos garantizar que la propuesta fue así y hasta recibió aplausos. Para que luego digan que en la política no hay vida inteligente. Sólo que desconocemos cómo solucionaría el proponente el problema de los cupos, los visados y el mosqueo de París.