El Juzgado falla a favor de Bankia y ordena el desahucio de la portavoz de la PAH en Lanzarote
El Juzgado de primera instancia número 2 de Arrecife ha ordenado el desalojo de la casa que ocupa en Playa Blanca la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Cristina Cividanes. La vivienda pertenece a Bankia. Cividanes recurrirá la sentencia que también le condena al pago de las costas judiciales y a una multa de 240 euros, cuando cobra un subsidio mensual de 426.
Cividanes paga el agua, la luz y la comunidad desde junio de 2012 y estaba negociando un alquiler social con la entidad para esa vivienda o para otra cualquiera. La vivienda estaba abandonada y en muy mal estado cuando la ocupó y Bankia no se hacía cargo de los gastos comunitarios. Cristina Cividanes tiene una hija que era menor de edad en aquel momento, y ya perdió su vivienda en propiedad cuando vivía en Galicia.
“Estamos viendo que Europa obliga a los bancos españoles a que devuelvan el dinero de las cláusulas abusivas y los jueces seguían sin aceptar esa retroactividad - señala Cividanes-, y sin embargo continúan ordenado desahucios”.
“Esta casa ya está pagada porque la hemos pagado entre todo con el rescate a Bankia”, asegura, y añade que “socialmente nos beneficia a todos que estas viviendas estén ocupadas porque si no acaban siendo una ruina, pero Bankia prefiere que se caigan antes que conceder un alquiler social”.
“El juez -señala- ha firmado sin más que me echen a la calle, sin esperar que a la Administración busque una solución. Hay Derecho europeo que dice que los jueces deben instar a la Administración a buscar una alternativa antes de ordenar el desahucio”.
“Los jueces –continúa Cividanes- se ponen el guante de seda para estudiar la situación de los bancos y que no vayan a la quiebra si devuelven las cláusulas suelo y se ponen el guante de hierro contra los ciudadanos”.
Cividanes destaca que su caso no es de los peores en la Isla porque en Lanzarote “hay desahucios todos los viernes”. “La comisión judicial sale para ejecutar desahucios y lo que ejecuta muchas veces es la infancia de los niños a cuyas familias echa de casa”, afirma.
“Hay niños hoy en Lanzarote que no tienen ni luz ni agua en su casa y nos hemos acostumbrado a que haya policías, con pistolas al cinto, que acuden a echar a familias con menores, así que mañana veremos a enfermos luchando en el hospital por una bombona de oxígeno y nos parecerá normal”, concluye.
