Un militar tinerfeño se querella contra un superior por abuso de poder

Imagen de archivo.

Efe

Santa Cruz de Tenerife —

Un militar tinerfeño ha interpuesto una querella contra un mando del Ejército por presunto acoso laboral, abuso de poder y quebrantamiento de la ley de protección de datos, después de que la justicia militar haya inadmitido todas sus denuncias.

El denunciante, el soldado Agustín Fariña, ha explicado a Efe que la querella se presentó el 19 de abril ante el juzgado de guardia en Santa Cruz de Tenerife, después de que durante un año haya intentado arreglar su situación “por lo militar”.

Agustín Fariña, militar desde el año 2000, puntualiza que su denuncia no va dirigida contra el Ejército, en el que a lo largo de 16 años ha encontrado mandos “maravillosos” y ha ejercido una labor que dice adorar, sino que con su acción reclama justicia ante unos hechos concretos.

Detalla que estos hechos, revelados este jueves por la cadena SER, comenzaron después de que se lesionase la rodilla izquierda en noviembre de 2014 durante la realización de las pruebas físicas anuales obligatorias y cayera de baja porque no podía caminar.

A las tres semanas, acudió al botiquín del cuartel para pedir al médico su reincorporación, lo que, en su opinión, causó malestar en la unidad, hasta el punto de que comenzó una situación “de acoso e insinuaciones de que había perpetrado cuatro robos”, lo que le provocó ansiedad y nerviosismo.

Añade Agustín Fariña que accedió “bajo presión y amenazas” a acudir al Tribunal Médico en Las Palmas de Gran Canaria para una revisión de traumatología, lo que además coincidió, agrega, con que la “insinuación” de robos se convirtió en acusación formal.

Esto le ocasionó una fuerte ansiedad por la que acudió al médico de cabecera, quien le recomendó acudir al especialista en Psiquiatría y una baja para el tratamiento oportuno.

El militar denunció entonces en el juzgado militar lo que consideraba una situación de acoso laboral, que no se contempla en el Código Militar, y se encontró “con la sorpresa” de que el órgano judicial reclamó al mando información médica sobre Fariña.

El soldado asegura que el mando envió “lo que le dio la realísima gana” metiéndose en su vida privada: “Que mi matrimonio había sido un fracaso, que no tenía amistades en las Fuerzas Armadas y otros datos que vulneran la ley”, apunta.

Entre ellos, afirma Agustín Fariña, figura una relación de bajas desde 2001 hasta 2015 en las que no se especifica que hay tres en contingencia laboral, y otra que, en su opinión, no es suya, pues incluso tiene la documentación de la persona a la que corresponde.

Estando de baja se le realizaron pruebas de detección de drogas por parte de un cabo y un soldado, no por facultativos, en uno de los casos de saliva y en la que se negaron a facilitarle los resultados, y en otra de orina, cuyo bote fue sellado y precintado hasta el laboratorio.

El militar califica de “increíble e inaudito” que los resultados de esa detección de drogas fueran positivos en la prueba de saliva y negativos en la de orina.

“No soy ladrón ni cocainómano. Mi honor lo han pisoteado y voy a ir hasta el fin”, asegura Fariña, quien reclama justicia porque le han “enfermado y destrozado la vida”.

Fariña, quien agradece el apoyo “incondicional” de la Agrupación Unificada de Militares Españoles (AUME), afirma que ha adelgazado 14 kilos en un año y está en tratamiento por ansiedad, insomnio, taquicardia y colon irritable por el estado de nerviosismo en que se encuentra.

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