Un viaje a Kattegat: diez lugares para entender y admirar la sociedad vikinga

Drakkar en el Museo de los barcos Vikingos de Oslo.

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Kattegat existe, pero no es una ciudad. Ni siquiera es una isla o una región. Pero es un lugar de centralidad importantísima para los países que forman Escandinavia. Para entrar desde el Atlántico hasta el Báltico hay que pasar por Kattegat. Su nombre, Agujero de Gato, hace referencia a las dificultades y peligros que este estrecho de mar supone aún para la navegación. Corrientes; bancos de arena que cambian con cada tormenta; infinidad de islas… Así es este pequeño pedazo de mar que conecta Dinamarca, Suecia y el sur de Noruega. Un nudo de comunicación que sirve para explicar el auge de aquellos pueblos que hicieron del mar su modo de vida. La televisión ha aupado a los antiguos nórdicos al estatus de mito a través de series como Vikingos, The Last Kingdom o Walhalla. Muchos de sus personajes existieron de verdad. Terribles guerreros, exploradores, reyes, granjeros… La Kattegat de la ficción no se puede visitar, porque no existió. Pero si se puede rastrear las huellas de esa civilización fascinante a través de miles de lugares que van desde el Mar Negro hasta Terranova. Lugares como los que te proponemos a continuación.

El Museo de los Barcos Vikingos (Huk Aveny, 35; Oslo –Noruega-; Tel: (+47) 2213 52 80).- El drakkar es uno de los iconos culturales más potentes de la antigua sociedad vikinga; y en Oslo se encuentran los mejor conservados del mundo. Las naves que pueden verse en el Museo de los Barcos Vikingos (Vikingskipshuset) se encontraron en túmulos funerarios junto a enormes ajuares. El barco de Tune se descubrió en 1867 en muy mal estado (apenas puede verse una sección del casco y parte de la tablazón de cubierta) pero los barcos de Gokstad (excavado en 1884) y de Oseberg (1904) no sólo se pueden ver prácticamente enteros, sino que aportaron a las colecciones de este museo una gran cantidad de objetos. Las embarcaciones son de los siglos IX y X (la edad de oro de la sociedad vikinga) y ponen de manifiesto la destreza de los carpinteros de ribera de la época. El drakkar es una nave rápida, manejable, capaz de capear grandes temporales y, a la vez, útil para remontar ríos o varar en playas por su escaso calado. Muy cerca de este centro se encuentra la Iglesia de Madera de Gol (Museumsveien, 10), que forma parte de las colecciones del Museo del Pueblo Noruego. Este templo data del siglo XIII, cuando los vikingos ya estaban cristianizados y sus mejores tiempos habían pasado pero permite ver como construían sus edificios ya que las técnicas constructivas y los elementos decorativos anteriores a la cristianización se mantuvieron varios siglos más. En el Museo Cultural Histórico de Oslo (Frederiks gate, 2) también hay importantes colecciones vikingas.

Birka; el mayor centro de comercio del Báltico.- Hasta el momento, la vieja Birka (Isla de Adelsö –Suecia-; Tel: (+46) 8 120 040 00) es el yacimiento arqueológico vikingo más grande de los localizados en todo el mundo. Es un lugar situado en una pequeña isla a 40 kilómetros de Estocolmo y que da una idea muy aproximada de lo que debió ser un gran centro de comercio durante los siglos de esplendor de la civilización nórdica (como la propia Kattegat de la serie). Aquí se han localizado casas, fortificaciones, almacenes, muelles y más de 3.000 tumbas. La ciudad fue un activo puerto entre los siglos VIII y X y también sede del Thin (parlamento) de una amplia zona de influencia. De la importancia del lugar da fe la cantidad de objetos exóticos encontrados en sus tumbas, que ponen de manifiesto el contacto de los comerciantes locales con agentes del Mediterráneo y de la Ruta de la Seda. El museo está muy bueno y hay algunas casas reconstruidas que dan una idea de lo que debió ser la ciudad en sus mejores tiempos.

Lofotr; la granja como eje de la economía vikinga.- La imagen que tenemos de la sociedad nórdica está distorsionada. Pero la propia serie Vikingos, a través de su personaje principal –Ragnar Lodbrok- pone de manifiesto que el eje de la vida de aquellas mujeres y hombres era el trabajo de la tierra. La Granja de Lofotr (Vikingveien, 539; Bøstad –Noruega-; Tel: (+47) 76 08 49 00) es una de las paradas obligatorias de cualquier visita a las Islas Lofoten. Aquí se encontró el mayor de los grandes salones descubierto hasta el momento (83 metros) y una enorme cantidad de objetos de la época. A pocos metros de los restos originales se ha construido una casa con las mismas dimensiones que reproduce la arquitectura y el mobiliario de la época y sirve de eje del museo.

Tiempos de cambio en las Piedras de Jelling.- Hoy Jelling es un lugar tranquilo situado en el centro de la Península de Jutlandia (Dinamarca), pero en el siglo X era la sede de uno de los reinos nórdicos más importantes de su tiempo. Gorm y su esposa Thyra reinaron sobre estas tierras y sentaron las bases del nacimiento de la nación danesa. Thyra murió en el 935 siendo una de las primeras nobles convertidas al cristianismo de Escandinavia. A su muerte, el rey mandó a construir dos grandes túmulos funerarios (para ella y él mismo) y, también, tallar una gran piedra en la que puede leerse: ‘Gorm rey hizo erigir ésta en honor de Thyra su esposa Dinamarca homenaje’. Es la primera mención por escrito del nombre del país. Y de ahí su importancia. Gorm murió y su hijo Harald ‘Bluethoot’ hizo tallar otra piedra en la que no sólo se nombra al país, sino que alude a la conquista de toda Noruega y la conversión de los vikingos al cristianismo. No es casualidad que entre las dos tumbas reales haya una iglesia. La Casa de los Reyes Vikingos (Gormsgade, 23; Jelling –Dinamarca-; Tel: (+45) 41 20 63 31) es un museo de sitio situado junto a los túmulos y las famosas piedras que sirve para explicar y poner en contexto estos importantes monumentos.

Jorvik; el legado nórdico en su capital inglesa (Coppergate, 19; York -Reino Unido-; Tel: (+44) 1904 615 505).- No se entiende a la sociedad vikinga sin sus incursiones y conquistas. Las expediciones de rapiña en las costas inglesas se iniciaron en el año 793 pero fue la gran armada danesa de 865 liderada por Ivar el deshuesado, Halfdan Ragnarsson y Ubbe Ragnarsson (los hijos de Ragnar Lodbrok) la que asentó el poder nórdico en la isla gracias a la conquista de York. Jorvik es uno de los mejores parques arqueológicos del mundo. Y no exageramos. Situado a poca distancia de la Catedral de York, este viaje al subsuelo es, también, un viaje a través del tiempo hasta los casi cien años de dominación vikinga directa (865-954) en la ciudad. Aquí puedes ver restos de casas, letrinas, pozos, vallas de madera y una gran cantidad de material arqueológico (se han recuperado más de 290.000 objetos). Lo mejor de Jorvik es su discurso museográfico. Junto a los objetos y a los restos pueden verse cuidadas reproducciones que te meten en una calle de la antigua capital del reino nórdico de York: hasta los maniquíes a tamaño real que hay en la exposición se hicieron teniendo en cuenta los restos humanos recuperados en las excavaciones. Es un lugar ideal para entender el día a día de aquellas gentes.

Las runas de Santa Sofía; huellas de la mítica Guardia Varega.- Los vikingos tenían la costumbre de grabar su nombre en los sitios que visitaban y sus gamberradas llegaron a la mismísima Constantinopla, la actual Estambul (en un episodio de Vikingos puede verse a Halfdan, hermano del rey Harald, escribiendo su nombre en un castillo de Sicilia). La Guardia Varega era una unidad militar de élite reclutada entre los Rus de Kiev, descendientes de vikingos instalados a lo largo del curso del Río Dniéper. La Basílica de Santa Sofía (Ayasofya Meydanı, 1; Estambul –Turquía-; Tel: (+90) 212 522 17 50), uno de los grandes monumentos de la historia de la Humanidad, también tiene que ver en esta historia, ya que se han localizado al menos dos de estas inscripciones (otras tres son de dudoso origen). La más fácil de ver se encuentra en el ala sur de la galería del piso superior. En una de las barandillas (vierteaguas) de mármol puede leerse el nombre de Halfdan en un texto más largo pero imposible de descifrar (el lugar está señalizado y protegido). Más escondido (en un nicho de esta segunda galería) hay otro texto más largo atribuido a un tal Ari. Se han encontrado este tipo de inscripciones en otros lugares de Europa. La más espectacular se encuentra en la ciudad de Venecia y adorna un león de piedra (conocido como León del Pireo) que fue trasladado desde Grecia hasta el Arsenal como botín de guerra. Esta inscripción es del siglo XI y hace mención a operaciones nórdicas en Grecia, Rumanía y Armenia durante el reinado de Harald Hardrada (1046-1066).

El Asentamiento de Reikiavik; la expansión hacia el Oeste.- La expansión atlántica vikinga es el contrapunto explorador a las campañas de saqueo en el sur del continente europeo y las islas británicas. Los vikingos llegaron a Islandia a finales del siglo IX aunque se cree que el lugar había sido visitado con anterioridad por monjes cristianos irlandeses. Aquí entra en juego otro de los personajes clave de Vikingos: el peculiar Flóki Vilgerðarson. El Asentamiento (Aðalstræti, 16; Rikiavik –Islandia-; Tel: (+354) 411 6370) se encontró por casualidad durante unas obras en el centro de la capital islandesa y dejó al aire los restos de edificaciones que datan de los primeras décadas de presencia nórdica en la isla. Como suele ser habitual en esta parte del mundo, el hallazgo sirvió de base a un estupendo museo en el que se pueden ver los restos, abundantes piezas arqueológicas, maquetas y reproducciones. Otro lugar cercano a Reikiavik estrechamente vinculado al pasado vikingo de la isla es el Parque Nacional de Thingvellir. Este es un lugar espectacular desde el punto de vista natural ya que puedes ver la grieta por la que se separan las placas tectónicas europea y americana, pero también era el escenario del parlamento vikingo, el Thingvellir (explanada de la asamblea).

La granja de Eric, el Rojo.- No es fácil viajar hasta Groenlandia; pero es una de las mejores aventuras que puede hacerse aunque hoy lo tengamos más difícil que los vikingos. Si. Leíste bien. Más difícil. Durante el periodo de tiempo que va entre los siglos X y XV se produjo un leve calentamiento global (óptimo climático medieval) que convirtió a la franja costera groenlandesa en un lugar habitable y capaz de albergar pequeñas granjas y asentamientos dedicados a la caza de focas y morsas para la exportación de marfil, pieles y aceite –había una intensa comunicación con Islandia-. Uno de los asentamientos mejor conservados de esa época es el de Brattahlíð y está relacionado con uno de los personajes históricos más importantes: Leif Eriksson (Eric el rojo). Las visitas a este lugar se hacen desde el pueblo de Narsaq. En las inmediaciones hay restos de viejas iglesias y granjas que ponen de manifiesto la importancia del lugar durante el final de la Edad Media. El inicio de un periodo más frío (la Pequeña Edad del Hielo) despobló la zona en torno al año 1500 debido.

L'Anse aux Meadows; la epopeya americana de los vikingos.- La serie Vikingos termina en América. La presencia de nórdicos en tierras americanas (más allá de Groenlandia) sólo era una suposición recogida en las antiguas sagas islandesas hasta 1960 cuando se encontraron pruebas contundentes que demuestran la llegada de vikingos a Terranova durante los siglos X y XI. Se cree que el asentamiento de L'Anse aux Meadows (Ruta 436; Terranova –Canadá-; Tel: (+1) 709 458 24 17) es el poblado de Leifsbúðir fundado por Leif Eriksson. Hasta el momento se han localizado los restos de tres viviendas, un aserradero y tres almacenes. Las excavaciones también recuperaron varios centenares de objetos claramente de factura nórdica. En este centro cultural se pueden ver esos restos y algunas reproducciones de edificios. Se cree que este fue un poblado temporal de carácter no permanente (no se han encontrado enterramientos o evidencias de trabajos agrícolas) que estuvo activo durante unos 100 años. Tal como llegaron se fueron. Pero no hay restos de conflicto, por lo que se estima que, sencillamente, abandonaron el lugar para no volver. Un misterio fascinante.

Bayeoux y el tapiz del sucesor más famoso del Conde Rollo (Rue de Nesmond, 13; Bayeux –Francia-; Tel: (+33) 231 512 550).- La historia de los grandes conquistadores del norte tiene uno de sus últimos episodios en el año 1066. El protagonista es Guillermo II, duque de Normandía y futuro rey de Inglaterra. El Tapiz de Bayeoux tiene casi 66 metros de longitud y una anchura media de 50 centímetros (consta de nueve lienzos). Se tejió poco después de la campaña de conquista de la isla y es una de las joyas medievales de Europa. Y por eso se custodia en un museo en el que ejerce de eje central de una exposición que también se exponen piezas de la época para poner en contexto al personaje y su epopeya. ¿Y qué tiene que ver esto con los vikingos? Mucho. Y por partida doble. Guillermo el Conquistador era descendiente directo de Hrolf Ganger (el Rollo de la serie) y su victoria sobre los sajones supuso el fin de las grandes campañas nórdicas en Inglaterra. El tapiz narra los hechos previos a la invasión: la muerte sin descendencia de Eduardo de Inglaterra; los preparativos de la expedición; el cruce del Canal de la Mancha de la armada normanda; curiosidades de la época (como la aparición del Cometa Halley) y, finalmente, la batalla de Hastings que acabó con la última dinastía sajona. Con más de 600 personajes y textos en latín se le considera el primer comic de la historia.

Fotos bajo licencia CC: Francisco Antunes; Udo Schröter; Ben Paulos; Eric Titcombe; Tracey Hind; Christoph Strässler; David Huang

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