ENTREVISTA Javier Ceruti, portavoz de Ciudadanos en Santander

“Sospecho que el PP no tiene intención de sacar el presupuesto este año”

Ser socio de gobierno del PP no da para aburrirse, otra cosa es que el entretenimiento sea el deseado. Ciudadanos, que cogobierna el Ayuntamiento de Santander con el Partido Popular desde 2019, no ha tenido tiempo de aburrirse estos dos años y medio, y ahora anda entretenido con sus propuestas presupuestarias, que se encuentran en un limbo a la espera de que, ya con el año en curso, el PP se siente a la mesa de negociaciones. Javier Ceruti, portavoz de Cs y también concejal de Cultura y Urbanismo, no descarta incluso que 2022 pase con presupuesto prorrogado. Lo que tiene claro es que su socio de coalición no tiene prisa y va a seguir tensando la cuerda hasta final de legislatura.

Si alguien cree que Ceruti se ha arrepentido de apoyar un posible acuerdo con la oposición para desbancar al PP de la Alcaldía mediante una moción de censura, seis meses después de decirlo mantiene su planteamiento: apoyaría una moción siempre y cuando se lo autorice el partido. Como esto no ocurre, seguirá como miembro del equipo de gobierno. Ya avisa que por más que esté en desacuerdo con la marcha de la coalición no piensa en dimitir aunque le acusen de apuntalar un gobierno en minoría de los populares, incluso en llamarlo “pagafantas”. En su descargo, Ceruti dice que como portavoz de Cs en la oposición cobraría lo mismo que como concejal pero de lo que se trata es de sacar los proyectos de Ciudadanos adelante: nuevo plan general, reordenación de los espacios ferroviarios, negociaciones con Defensa para la cesión de La Remonta, reconstrucción, física y conceptual, del Museo MAS y la reconversión de la Fundación Santander Creativa en una empresa pública, o figura jurídica singular, que preste asistencia a los proyectos que genere la Concejalía de Cultura.

¿Cuál es la causa de fondo de que se retrasen este año los presupuestos municipales? ¿Se trata de discrepancias entre los socios de gobierno o simplemente es que van con retraso?

En Cultura no va a haber grandes cambios, pero en Urbanismo sí. Hemos descubierto que se considera que es Urbanismo el que tiene que asumir los pagos de convenios urbanísticos, aunque sean ejecución de obras, y los pagos de expropiaciones vinculadas a esos convenios. Solo por esto rondamos los dos millones de euros. Además, queremos que el presupuesto nos permita ejecutar algunas de las obras que hemos promovido, por ejemplo, los microespacios y las de los concursos de ideas.

¿Y dónde está el problema? Simplemente sería el trasvase de unos partidas de una concejalía a otra, me imagino.

No ha habido ninguna negativa. Simplemente es que no hay ninguna prisa en sacar el presupuesto. Yo ya empiezo a sospechar que el PP no tiene intención de sacar presupuesto este año. Yo entendería que cuando en octubre o noviembre presentamos las alternativas nos hubieran dicho sí o no, pero es que no ha habido nada.

¿No hay negociación?

Hablamos con técnicos pero esperamos la llamada de Alcaldía para negociar. Pero casi en febrero no sabemos si está de acuerdo o no.

¿El Ayuntamiento se encamina hacia las elecciones sobre presupuestos prorrogados?

De hecho, estamos en un presupuesto prorrogado ya. ¿Hasta las elecciones? No lo sé, pero si este año no hay presupuestos nuevos, difícilmente los habrá el año próximo. Estamos a la espera de que nos contesten. Si lo hacen, podremos plantear la negociación con el resto de los grupos municipales.

¿No tiene manera de presionar para que se sienten a negociar?

[Ríe] Creo que a estas alturas todo el mundo es consciente de que nosotros podemos pedir lo justo y que hagan lo injusto. Da igual lo que nosotros queramos porque van a hacer su santa voluntad. Estamos en una semana en que ha vuelto a surgir con fuerza la comisión de investigación sobre las basuras [el PP acaba de recurrir ante los tribunales el acuerdo plenario que hará posible constituir la de gestión de residuos y limpieza] y es evidente que nosotros mantenemos que se debe hacer y que el Partido Popular está usando todas las herramientas necesarias para evitarla. Yo no tengo la fuerza de 'obligarles a'. Llevo dos años y medio intentando que pinten una línea en el carril-bus en el Paseo Pereda y ya ve el resultado.

Yo no tengo la fuerza de 'obligarles a'. Llevo dos años y medio intentando que pinten una línea en el carril-bus en el Paseo Pereda y ya ve el resultado

¿Por qué siguen en el gobierno municipal?

Yo ya dije que si algún otro partido propusiera una moción de censura, y mi partido me lo permitiera, yo la apoyaría. A las dos semanas hubo una respuesta del coordinador regional [Félix Álvarez] de Ciudadanos diciendo que era impensable y que el pacto iba maravillosamente bien.

¿La oposición en Ciudadanos a romper se da más en Cantabria que en Madrid?

Yo ya he desistido de hablar de este tema porque no soy tampoco quien tiene la capacidad de decisión. Si mi partido no me lo permite, yo no lo voy a hacer. Y no ha cambiado nada desde entonces. Lo que todo el mundo puede ver es que estando en el equipo de gobierno cumplimos lo que dijimos en campaña electoral: estemos con quien estemos cambiaremos la gestión del Ayuntamiento.

¿Se siente cómodo en un partido que limita la autonomía de sus concejales?

Ideológicamente estoy en mi partido. Es un partido que defiende la libertad del individuo, la igualdad de trato en toda España y no dificultar la actividad privada ni limitar los derechos de nadie. Dicho esto, en ningún partido ningún concejal es libre. Si lo que resuelve la mayoría no es lo que uno quiere, o aguantarte o irte.

¿Ha pensado en irse?

El otro lado de la balanza pesa muchísimo: es sacar el Plan General, es revitalizar la cultura en la ciudad, es que las instalaciones deportivas estén al nivel que tienen que estar, es que el Ayuntamiento exija el cumplimiento de los contratos y echar al que lo incumpla, como hemos hecho con un intocable como era la UTE que estaba llevando las limpiezas [Ascan Servicios Urbanos-Geaser]. El contrapeso a la balanza de no dimitir es enorme porque estamos consiguiendo, por primera vez en la historia de la democracia, cosas que eran impensables en este Ayuntamiento. Hay quien dice que me agarro al asiento por dinero, pero yo cobraría exactamente lo mismo de portavoz del partido en la oposición de lo que cobro como concejal y mi trabajo sería una centésima parte. No es una cuestión de comodidad, sino de ambición: yo me metí en política para cambiar cosas.

Yo cobraría exactamente lo mismo de portavoz del partido en la oposición de lo que cobro como concejal y mi trabajo sería una centésima parte

¿Qué pasará en 2023?

Cuando los ciudadanos vean que la alternativa a votarnos sea que el gobierno esté en manos de radicales de derechas o de izquierdas recordarán el importante papel que tiene que jugar Ciudadanos. Si no estuviéramos nosotros, el contrato de basuras lo hubiera ejecutado [Ascan] hasta el final como querían PP y Vox.

Sin embargo, como ha dicho algún portavoz de la oposición, ¿Ciudadanos es un "pagafantas" de la política?

Ciudadanos está haciendo lo que prometió a sus votantes. Llevar a cabo los proyectos que prometió y evitar que el Ayuntamiento siguiera siendo lo que era. Si para hacer eso tengo que pagarle una ronda de Fantas o de cubatas a la oposición, lo hago, no hay problema.

La crítica va encaminada a decir que Ciudadanos en el fondo lo que hace es apuntalar un gobierno del PP sin gran cosa a cambio, más bien nada.

Yo me he llevado una sorpresa enorme con el contrato de basuras. Pensé que obtendría un apoyo unánime de la oposición, y resulta que cuando se consigue de repente se suavizan mucho las formas y ahora parece que el problema es el que viene [Cespa] y no el que se fue [Ascan]. La política mal entendida es criticar siempre y no reconocer lo que hacen los demás.

Antes decía que la presencia de Cs se notaba. ¿Puede decirme dónde se ha producido ese cambio?

Ha habido un cambio radical en urbanismo que les tiene que estar haciendo crujir los dientes [al PP] porque es lo contrario al modelo de urbanismo que practicaban antes: ellos se reunían con los promotores, diseñaban una ciudad como si fuera un pastel y nosotros hemos puesto en manos de los ciudadanos y de los especialistas la posibilidad de proponer ideas. Una vez que tengamos un modelo de ciudad, de ahí saldrán los concursos de ideas de integración ferroviaria y licitaremos el nuevo plan general.

Ha habido un cambio radical en urbanismo que les tiene que estar haciendo crujir los dientes [al PP] porque es lo contrario al modelo de urbanismo que practicaban antes

Sin embargo, los plazos se dilatan, parece que es la historia de nunca acabar sin que se concrete nada... ¿Cree que el ciudadano lo entiende?

Es una sensación que se da por la desesperante burocracia que tiene el desarrollo de los proyectos. En Cantabria, el ayuntamiento que no lleva 30 años para hacer un plan general, capitán general. Desde la Guerra Civil, en Santander se desarrolla un urbanismo patético. Desde entonces no hemos hecho más que caer. Santander tiene una apariencia preciosa gracias a la bahía y a la primera línea [frente marítimo]. Desde entonces el urbanismo en Santander es 'cómo gano dinero con la especulación urbanística'. Hay que volver a lo anterior, a la ambición por un urbanismo de calidad. Y eso es lo que estamos haciendo con los plazos que da la ley, y que se han demorado con la pandemia.

Usted protestaba hace dos años porque no se le hubiera cedido un puesto en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Santander (APS). Desde la Concejalía de Urbanismo, ¿cómo ve la relación puerto-ciudad?

Con el presidente de la Autoridad Portuaria [Francisco Martín] tengo una buena relación personal, pero plantear el urbanismo de Santander sin contar con el Ayuntamiento de Santander es un error.

Pero también al revés: al Ayuntamiento le acaban de dar calabazas con el parking disuasorio de La Marga, que ya contaba con él.

Lamento mucho que se apartara a la Concejalía de Urbanismo del Consejo del Puerto porque hubiera permitido un contacto más estrecho que hubiera facilitado la gestión de estos asuntos. Sabemos que el Puerto está haciendo estudios, le pedimos un poco de paciencia para ver antes lo que dice el modelo de ciudad sobre la zona portuaria y espero que acabemos avanzando juntos en beneficio de los ciudadanos.

¿Qué opinión tiene sobre las concertinas?

Son inútiles y no hacen más que provocar polémicas. Son inútiles porque los especialistas dicen que las concertinas son perfectamente superables. Con una manta pasas por encima de ellas. Y están desviando la atención de un debate. Quien se queja a que se pongan métodos, gusten más o menos, para evitar que se salte una valla está obviando el debate de fondo que es si debe haber una valla o frontera. En este caso, además, estamos hablando de que no se trata de un asalto a España, sino de gente que se quiere ir de España a otro país. Nosotros creemos que debe haber fronteras y debe haber una regulación para que se entre en el país. El debate de la concertina es artificial porque nadie se va a hacer daño si no pasa la valla.

Las concertinas son inútiles porque los especialistas dicen que son perfectamente superables. Con una manta pasas por encima de ellas

¿En qué estado se encuentra la reordenación ferroviaria? ¿Sigue a la espera de la participación ciudadana?

Había un modelo de 180 millones de euros, de los que el Estado aportaba 100 millones que se iban a la construcción de una losa a 14 metros de altura. Era un proyecto que exigía un replanteamiento. La cosa está en que Infraestructuras del Estado ha aceptado lo que les hemos propuesto desde Urbanismo, que tenemos que esperar a tener un modelo de ciudad y que en cuanto tengamos un avance podremos sacar un concurso de ideas sobre qué nos proponen los grandes técnicos para la integración ferroviaria. La única resistencia la ha planteado otra parte del Ayuntamiento de Santander, César Díaz [concejal de Fomento del PP], quien dijo que no, que había que hacer la losa porque había unos compromisos que cumplir. Estamos haciendo lo que debemos, con apoyo de los vecinos de la zona próxima que prefieren esperar cuatro años más a 'comerse' un mal proyecto toda la vida. Hay que apostar por lo mejor y ser ambicioso exige plazos. En Santander se ha destruido el urbanismo desde la guerra porque todo se ha hecho con prisas.

¿La recuperación del Cabildo es una batalla perdida?

Nos encontramos en una situación de parálisis absoluta en donde gestionamos urbanísticamente. ¿Cómo? Primero en la delimitación de la zona a actuar, lo que lleva un año. Una vez delimitado se convocará un concurso de ideas para ver qué hacer con las circunstancias actuales. ¿Dedicar el presupuesto municipal para convertirnos en promotores en esa zona? No nos daría ni con todo ni creo que sea el papel del Ayuntamiento. Se trata de establecer las condiciones para que la iniciativa privada tire para adelante.

¿Cuándo el Ayuntamiento accederá a la propiedad de la finca de La Remonta?

El Ayuntamiento está en conversaciones con el Ministerio de Defensa desde diciembre de 2019. Hubo en su momento un plan especial para hacer miles de viviendas, ahora el planteamiento es hacer un espacio verde, que nos lo ha confirmado la participación ciudadana de forma unánime. Será un gran pulmón verde, núcleo de un corredor verde. En septiembre tuvimos una reunión en la que nos plantearon unas pretensiones urbanística que no compartimos y quedamos en que les haríamos una oferta económica que, ojalá, no puedan rechazar.

Santander Creativa, de fundación a empresa pública

Cultura

Recientemente acaban de iniciarse las obras del Museo de Arte Contemporáneo y se quiere aprovechar su rehabilitación para repensar su papel en una ciudad que dispondrá a corto o medio plazo de dos nuevos museos. ¿Qué papel está llamado a desempeñar el MAS?

La idea general es dotar de potencia suficiente al museo como para estar a la altura de dos ofertas como van a ser el Reina Sofía-Archivo Lafuente y la del Banco Santander-Proyecto Pereda. Habrá que manejar los fondos que tenemos y hacer que hagan atractivo el museo para el que venga a la ciudad. Incluso también haciendo venir a la ciudad para ver el museo. Hay que aprovechar la ocasión que nos da la desgraciada circunstancia de haber estado cuatro años sin museo [en referencia al incendio de 2017 que obligó a su cierre] para reflexionar sobre cuál es la manera de conseguir ese objetivo.

¿Y a qué conclusión ha llegado?

Es prematuro adelantar cosas, pero tenemos claro que debe tener un relato propio capaz de contar la historia de la ciudad, es evidente que necesita una mayor dotación económica y un posicionamiento a nivel nacional que lo haga atractivo para que la gente quiera venir. Va a haber en los próximos años proyectos muy interesantes y el museo no puede quedarse atrás.

¿Si no he entendido mal, quieren convertirlo en un museo de la ciudad?

No, pero tiene una serie de obras, desde el XIX hasta nuestros días, que pudieran construir un relato de cómo ha sido el arte en esta ciudad. Es el relato de la ciudad a través de sus obras.

O sea, pretenden que vuelva a ser un Museo de Bellas Artes.

Exacto, usted lo ha dicho.

¿Y esa intención implicaría cambios en la dirección?

El museo está muy por encima de las personas. De lo que se trata es de conseguir el mejor museo para la ciudad de Santander. Punto. Y el cómo ya veremos, pero el museo está muy por encima de las personas, de todas, de quien sea concejal o director. El objetivo lo está liderando la directora general de Cultura [Eva Fernández], quien está informándose de cómo se ha actuado en otros lugares para que tenga la mayor potencia posible.

Ese objetivo ambicioso tendrá que tener una financiación económica ambiciosa.

Una vez terminada la obra y definido el modelo habrá que luchar por los presupuestos.

¿La fuente financiera será solo presupuestaria?

Estamos trabajando en un modelo de gestión, que será lo que defenderemos y presentaremos. El museo, para ser viable, necesita un modelo de gestión diferente y necesita una mayor dotación económica.

Ya que estamos hablando de redefinición de papeles, ¿el de la Fundación Santander Creativa con respecto a la Concejalía se mantendrá en los mismos términos?

Es público que quiero aprovechar el enorme potencial de Santander Creativa en beneficio de la gestión cultural de la Concejalía. Santander Creativa se nutre al 75% de la aportación de esta Concejalía y estamos encantados de cómo se gestiona.

¿Pero se puede decir que la Concejalía quedó descapitalizada, que la Fundación se 'comió' la Concejalía?

La Concejalía dedica un cuarto de su presupuesto a aportar fondos a Santander Creativa. Y esos 725.000 euros son el 75% del presupuesto total de la Fundación. La gestión de la Fundación es extraordinariamente buena y estamos encantados; la parte mejorable es que creemos que debe ser el brazo ejecutor de las políticas culturales que decida la Concejalía.

¿Cómo lo van a abordar?

Tenemos previsto entablar conversaciones con los demás patronos para proponer que mantengan su apoyo, por ejemplo, a proyectos nominalmente determinados. Podemos reconsiderar jurídicamente la situación de la Fundación para convertirla en una empresa pública de gestión municipal. Estamos en una fase inicial en la que tenemos que hablar con los patronos cuyo apoyo seguimos agradeciendo.

Si he entendido bien, eso supondría que el Patronato desaparecería, que la Fundación como tal desaparecería para convertirse en una empresa municipal y que los ahora patronos se vincularán a proyectos singulares.

Sería otra cosa: dejará de ser una fundación para convertirse en una empresa. Tenemos que valorar la fórmula jurídica, tampoco tiene por qué ser una empresa. Tendría los mismos fondos que tiene, desde una óptica política determinada del Ayuntamiento, incluso gestionando algunos proyectos de otras partidas, vista su mayor flexibilidad a la hora de gestionar. La Concejalía necesita una herramienta flexible porque somos la única concejalía de una ciudad de nuestro tamaño que no tiene un Instituto de Cultura o una entidad que permita una mayor agilidad a la hora de llevar a cabo proyectos. A nosotros nos gustaría poder disponer una herramienta para flexibilizar la gestión y tenemos una llamada Santander Creativa.

Decía antes que la previsión presupuestaria de Cultura para 2022 iba a mantenerse.

La Concejalía tiene un presupuesto de tres millones de euros y hasta que hemos introducido las modificaciones lo único que podíamos gestionar directamente eran 60.000 euros que se sacaban para subvenciones en concurrencia competitiva. Hemos subido la dotación a 90.000 euros y hemos creado una partida nueva de 250.000 euros para actividades culturales diversas, que son los que nos permiten tener un poco de músculo para atender las solicitudes del sector cultural. El resto, 2,7 millones, está comprometido desde el primer día de los presupuestos: para el Festival Internacional de Santander, para las fundaciones, el museo, la banda de música...

¿Cómo se configurará la Feria del Libro este año?

Va a haber novedades. Tras el fallecimiento de Óscar Muñiz [librero de Nexus 4] es La Vorágine la que se encarga de organizarla por encargo de la Asociación de Libreros. Tenemos ideas coincidentes con lo que debe ser una feria del libro porque estos años hemos podido comprobar que funciona mejor en verano y que los horarios, al ser Santander una ciudad con playas, debieran ser un poco distintos. No quiero decir que lo anterior estuviera mal, pero siempre se puede cambiar a mejor: va a ser más corta -durará una semana- y va a introducir cambios de horario y dinámica de funcionamientos con presentaciones a diferentes horas, separando las locales de otras que tengan mayor proyección nacional y dándole un carácter más festivo. Este año además será en La Porticada.

Tras la dimisión de Enrique Bolado como director general de Cultura, ¿cómo valora el papel que está desempeñando su sucesora, Eva Fernández?

Celebro muchísimo la incorporación de Eva, que está haciendo una labor extraordinaria con los grandes proyectos que tenemos y con el día a día. El gran cambio de cuando llegué a cuando entró Eva a dirigir la Cultura de Santander es que los planes de choque supusieron una inyección importante de dinero, que se tradujo en una exigencia de gestión mucho mayor de la que había antes para poder sacar los proyectos adelante, duplicando el trabajo en cuanto a gestión de expedientes.