El Ayuntamiento de Santander retirará este mes del callejero franquista a los generales Camilo Alonso Vega y General Dávila. Se trata de un proceso que ha incluido el cambio en la denominación de otras 16 calles y que se ha llevado a cabo una década después de haberse aprobado la sustitución y a instancias de la Fiscalía de Memoria Democrática.
Los cambios efectivos, con la instalación de las placas, se producirán el 14 de noviembre -Camilo Alonso Vega por José Hierro- y el 21 -General Dávila por Paseo Altamira-. Así lo ha confirmado el Ayuntamiento de Santander, cuya alcaldesa, Gema Igual (PP), ha aprovechado para expresar su postura sobre la retirada del callejero franquista: “Cumplo la ley, pero me parece cuestionable e inoportuno”.
En este sentido, ha apelado a lo que para ella es el “sentido común”, obviando los principios básicos en materia de Memoria Histórica y Democrática, y ha cargado contra el Gobierno de Pedro Sánchez: “Yo siempre he dicho que la historia no hay que borrarla, hay que conocerla para poder opinar sobre ella y pensar en el presente y sobre todo proyectar el futuro”.
“Lo que pasa es que este Gobierno y Pedro Sánchez y todo su equipo, como presente no tienen y el futuro lo tienen muy negro, pues por lo que optan es por hacer gastar tiempo y dinero al resto por algo que, pues como mínimo, divide a la ciudadanía”, ha señalado.
En este sentido, ha insistido en que ha llevado a cabo el cambio de nombre en las calles de Santander “porque es obligación, porque ha venido el fiscal y nos lo ha requerido en un tiempo determinado, pero, si no, yo no lo veo necesario. Cumplo la ley, sí, pero efectivamente me parece muy cuestionable y además inoportuno: el no tener presente ni futuro lo que te hace es anclarte en el pasado”, ha reflexionado.
Sobre si cree que los vecinos usarán los nuevos nombres o seguirán empleando los antiguos, Igual cree que “lo que vamos a hacer todos es acostumbrarnos a decir 'lo que era General Dávila' o 'lo que era no sé qué', porque esa es la costumbre. Y ahí no estoy hablando de política”.
“Después tendremos que conocer el nombre de la calle, pero sí va a ser trastorno y la memoria nos hace estar en lo que más hemos manejado o conocido”, ha señalado la alcaldesa a preguntas de la prensa, incidiendo en la “inseguridad que a muchas personas, sobre todo mayores, pues les hace tener la escritura en una calle donde no existe porque es lo que más nos dicen y lo que más les inquieta”.
Asimismo, ha recordado que el Consistorio ya avisó a toda la ciudadanía de que existía el plazo de un mes antes de la ejecución del cambio y que éste se iba a llevar a cabo de forma progresiva porque el departamento municipal de Estadística tiene que secuenciar estos trabajos.
De este modo, únicamente restan de adecuarse a la legislación estas dos calles, “las más grandes”, que se dejaron “para última hora para facilitar la gestión municipal, y cuyos vecinos han sido avisados por carta del día del cambio de placa”, ha explicado Igual.
“Lo cuestionable es tardar una década en cumplir la ley”
Tras las declaraciones de la alcaldesa, el PSOE de la capital cántabra ha reaccionado señalando que “lo verdaderamente cuestionable es haber tardado una década en cumplir una ley democrática; e inoportuno, hacerlo solo cuando te lo exige un juez”. El portavoz municipal socialista, Daniel Fernández, ha recalcado que el equipo de gobierno municipal “ha tenido tiempo de sobra para retirar de su callejero los nombres de dos figuras directamente vinculadas a la represión franquista”, y que Camilo Alonso Vega y General Dávila “fueron responsables de operaciones militares” contra la población civil durante la Guerra Civil, incluyendo el bombardeo de Santander y la posterior represión.
“Es inaceptable que sigan siendo homenajeados en nuestras calles quienes bombardearon nuestra ciudad y persiguieron a sus vecinos”, ha señalado. Fernández ha apostado por “mirar hacia el futuro con dignidad democrática y no seguir honrando a quienes representaron la dictadura y la violencia” y ha reprochado al PP su “falta de sensibilidad con la historia y con las víctimas”.
Asimismo, ha dicho que es “cuestionable mantener durante años un callejero que glorifica a quienes atacaron y castigaron a nuestra ciudad” y ha insistido que “la Ley de Memoria Democrática no es un capricho ideológico, sino un compromiso con la verdad y con la reparación. Santander no puede seguir dando la espalda a su propia historia”.
“Falta de voluntad para evitar el cambio”
Por contra, Vox ha criticado “la falta de voluntad” de la alcaldesa “para evitar el cambio de calles” y ha lamentado que “el equipo de gobierno no haya querido dar la batalla cultural y se haya rendido a las pretensiones del Partido Socialista para reescribir la Historia”. La portavoz municipal del partido de extrema derecha, Laura Velasco, ha apostado por “recurrir el cambio de nombres” y ha acusado al Partido Popular de “falta de valentía” a la hora de combatir “la mal llamada Ley de Memoria Histórica” y de “dar vía libre a la izquierda para manipular la Historia”.