Fracasa la conciliación entre la presidenta cántabra y el número dos del PSOE por la demanda derivada de las críticas a la plaza de funcionario lograda sin oposición

Sin comparecencia y sin acuerdo. El acto de conciliación entre la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga (PP), y el secretario de Organización del PSOE cántabro, Agustín Molleda, ha fracasado este jueves. Ni una ni otro han acudido a la sala de vistas número 11 de la sede judicial de Las Salesas para el encuentro previo al juicio por la querella del también exalcalde de Cartes contra la jefa del Ejecutivo y del PP por injurias y calumnias.

El señalamiento, ante la letrada de la Administración de Justicia del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Santander, deriva de la denuncia del socialista tras las palabras de Buruaga sobre las plazas fijas de funcionario que él y su hermana consiguieron en el Ayuntamiento cuando era regidor, proceso que Buruaga tildó de “corrupción de libro”.

El actual número dos del PSOE cántabro anunció una querella contra Buruaga por supuestas injurias, calumnias y perjuicio al honor en relación a esos puestos de trabajo, obtenidos por la “vía exprés”, según la líder del PP y del Gobierno, que lo consideró “cuestionable en lo legal e infumable en lo ético y político”. Palabras en las que se ratificó después, al entender que no ha hecho “otra cosa que llamar a las cosas por su nombre”.

Así, el socialista presentó una demanda -de acto de conciliación- contra la dirigente popular y, con motivo de la misma, se ha celebrado este jueves, a las 10.30 horas, este trámite obligatorio para la interposición de una querella criminal por injurias o calumnias, en las que ambas partes han estado representadas por sus abogados.

Molleda pide 1.000 euros a la presidenta de Cantabria en la demanda de conciliación -una cantidad “anecdótica o testimonial” porque lo que quiere el exalcalde de Cartes es que Buruaga “rectifique”- y su intención es destinar esta cantidad una causa benéfica relacionada con el cáncer.

Buruaga se ratifica

Tras concluir sin avenencia el acto de conciliación, Buruaga se ha ratificado en sus palabras. Y es que Molleda ha entendido que ha habido una “rebaja de tono” y “recogida de cable” y ha dado así por hecho una “conciliación oficiosa”. No obstante, la jefa del Ejecutivo, cuestionada por ello -y teniendo en cuenta que el letrado de los servicios jurídicos del Gobierno que la ha representado no se ha retractado como pedía la parte contraria-, ha considerado que esa manifestación “probablemente simbolice una necesidad de recoger cable o un brote de sentido común” por parte del número dos socialista, que “ha entendido, después de una reflexión jurídica y también política y personal, que es un error seguir persistiendo en algo que no existe”.

Lo que sí ha aclarado la presidenta autonómica, al igual que ha hecho su representante legal, es que se expresó sobre la obtención de las plazas del entonces alcalde de Cartes y su hermana como hace siempre, para dar su libre opinión, pero no para “calumniar o injuriar: No soy de ese tipo de personas”.

“No ha existido ese ánimo porque son hechos ciertos los que se han publicado y, por lo tanto, bajo mi punto de vista, no hay ni injuria ni calumnia”, ha precisado Buruaga a los medios, en línea con lo manifestado previamente por su letrado en el complejo judicial de Las Salesas, donde ha enmarcado las palabras objeto de este pleito en el ejercicio del derecho a la libertad de expresión y opinión y dentro de la crítica política también.

Pero la presidenta ha puntualizado que “eso no significa recoger cable”, sino que supone “ratificarse en lo que dije, como lo dije, el día que lo dije, donde lo dije”, a mediados de octubre en el Foro Económico de El Diario Montañés, y reafirmado días después a preguntas de los medios además. “Cuando uno está haciendo unas afirmaciones que son ciertas y se basan en hechos publicados y probados, incluso en precedentes con sentencias que llaman a las cosas por su nombre, no hay ni injuria ni calumnia y no hay ningún ánimo ni de injuriar ni de calumniar”, ha zanjado.

De todos modos, la jefa del Ejecutivo espera que todo esto “termine aquí”, pues en su opinión “no hay injuria ni calumnia y, por lo tanto, no hay caso”. “Seguir adelante, profundizando en el espectáculo y pegarse un tiro en el pie, creo que no tiene ningún sentido. Dejemos las cosas aquí y sigamos trabajando con normalidad por Cantabria”, ha apelado. Ahora, el secretario de Organización del PSOE deberá decidir si continúa adelante e interpone la querella anunciada.

Antecedentes

Molleda se estabilizó su plaza de funcionario como encargado de Mantenimiento a través de un concurso de méritos, no por oposición libre, en el que obtuvo en 2023 la máxima puntuación posible -100 puntos de un máximo de 100- por parte de un tribunal designado desde Alcaldía. Posteriormente se conoció que en el mismo proceso su hermana logró una plaza fija como monitora de tiempo libre.

El PSOE cántabro ha respaldado a su número dos desde el momento en que salieron a la luz los detalles del proceso, tanto su portavoz, Ainoa Quiñones -que rechazó “dar pábulo a polémicas donde no las hay”-, como el propio secretario general, Pedro Casares, quien lo consideró “totalmente ético”.