La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural resolverá esta semana las solicitudes para la reestructuración de viñedo de Castilla-La Mancha, con un presupuesto de 33,5 millones y que esperan cerca de 2.000 viticultores, según ha anunciado el consejero, Francisco Martínez Arroyo esta mañana.
En total, las peticiones son para la reestructuración de 7.500 hectáreas en esta nueva convocatoria de ayudas que en las dos últimas décadas ha permitido alcanzar las 270.000 hectáreas reestructuradas en Castilla-La Mancha y “nos permite ser más competitivos y más rentables”, según ha señalado el propio consejero.
Preguntado por la vendimia y los precios de la uva por los medios de comunicación momentos antes de asistir a la celebración de la reunión preparatoria para la próxima Asamblea de Regiones Vitivinícolas, Martínez Arroyo ha señalado que, como ya adelantó la semana pasada, se ha producido una subida de los precios de la uva en la Denominación de Origen Valdepeñas. “Creo que es un dato muy positivo porque se trata de una DO muy representativa y que siempre marca pauta en el resto de la región y en el resto del país. Creo que el precio que en este momento están pagando en bodegas a los viticultores en Valdepeñas es un precio razonable para la campaña desde luego mucho mejor que cómo se inició la vendimia”.
Sin embargo, estos precios no se han traslado al conjunto de la región, ha señalado Martínez Arroyo, ya que “en este momento los precios son bajos y apelo a los acuerdos entre compradores y vendedores que permitan hacer la actividad rentable”.
En este sentido, ha recordado que en esta campaña las perspectivas son mejores que en la anterior porque a 31 de julio los datos de las existencias de vino y mosto en las bodegas “son muy inferiores a los datos que teníamos el año pasado. Más de 2 millones de hectolitros menos 31 de julio de vino y mosto en Castilla-La Mancha de lo que teníamos el año pasado en mismas fechas”, ha dicho.
A su juicio, esta campaña tiene “todos los ingredientes para que sea sostenible” aunque ha recordado que el mercado y la situación son difíciles en estos, “ya que el consumo ha cambiado, la restauración está cerrada o casi en todos los lugares del mundo o abierta a medias y esto está afectando sobre todo a nuestro graneles,que tienen como destino el mercado francés o el italiano”. Por ello, ha abogado de nuevo por la importancia de las “figuras de calidad, el vino con DO, el embotellado que lleva el nombre de Castilla-La Mancha fideliza al cliente”.
También ha asegurado que las bodegas “han acogido favorablemente la limitación de la entrada de uva en bodega por debajo de los 9 grados, una decisión muy valiente en Castilla-La Mancha. Somos consiente de que de esta forma estamos limitando el rendimiento y trasladando un mensaje de compromiso con la calidad”.
A su juicio, esa campaña “va a ser el inicio de un cambio, un punto de inflexión. Creo que no vamos a volver atrás”.