El Gobierno de Castilla-La Mancha actuó el año pasado sobre 13.000 hectáreas del medio natural de la comunidad autónoma dentro de los trabajos preventivos que buscan preparar montes y bosques de cara a los meses de verano en los que se producen los incendios forestales. En la prevención, considerada como “eje central” de la estrategia frente a los fuegos, se ha invertido el último año 116 millones de euros.
Sin embargo, para la sección sindical de CNT-AIT en la Empresa Pública de Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha (GEACAM), esa labor puede caer en saco roto debido a lo que consideran “irregularidades” detectadas en los montes de la provincia de Albacece durante la actual campaña de extinción de incendios.
Este sindicato ha mostrado este jueves su “preocupación” después de que durante los trabajos de extinción de un incendio forestal en El Salobre a principios de agosto, el operativo encontrase cordones de poda. Es decir, restos de ramas y otros residuos que proceden de los trabajos de mantenimiento forestal previos al verano. Lo encontraron mientras apagaban el incendio y eso complicó su labor.
Según los bomberos forestales de este sindicato, debido a la presencia de estos restos, “la discontinuidad que se busca conseguir en el monte con los trabajos de prevención, se vió comprometida”, debido a la presencia de restos combustibles -pura gasolina para cualquier incendio- que “no habían sido triturados” y que “en algunos casos llegaban casi a alcanzar el metro de altura”, según explican a elDiario.es Castilla-La Mancha.
Era, dicen, “materia orgánica seca, sin humedad, disponible para quemarse a una altura de llama accesible y generando continuidad para el incendio”.
Estos trabajos no los realiza GEACAM, sino “otras empresas o autónomos, subcontratados, y consisten en pasar con tractores dotados de trituradoras por encima de los cordones de la poda, reduciéndolos a astillas”. Si no se hacen bien pueden convertirse en un problema en caso de incendio.
Y para que la ejecución sea correcta, los bomberos forestales de la sección sindical de CNT-AIT en GEACAM explican que en las zonas con pendiente estos cordones deben trazarse “en la línea de máxima pendiente para que los tractores puedan trabajar, de arriba a abajo o de abajo arriba”. “De no triturarse, supone un factor que aumenta la capacidad de propagación del fuego ladera arriba hacia las zonas no tratadas”.
El sindicato dice desconocer si GEACAM o la Consejería de Desarrollo Sostenible fueron los encargados de coordinar los trabajos y si además de eso, se encomendó realizar una vigilancia y una supervisión de estos últimos trabajos de liquidación de los restos forestales porque, advierten, “el hecho de que no se lleguen a realizar antes de la campaña de incendios compromete la eficacia de estas labores preventivas, y puede resultar incluso contraproducente”.
Este tipo de imprudencias ponen en peligro nuestras masas forestales y a quienes combatimos las llamas
En todo caso, hacen “responsable directa” a la Consejería de Desarrollo Sostenible. Y es que lamentan, “este tipo de imprudencias ponen en peligro nuestras masas forestales y a quienes combatimos las llamas” porque los restos de poda no solo aumentan la propagación de los incendios, sino que pueden aumentar su extensión.
De igual forma, exigen tanto a la Consejería del ramo como a GEACAM “que se hagan responsables de que estos trabajos de trituración de los cordones de poda se realicen inmediatamente después de que se lleven a cabo los trabajos de prevención y que no se vuelvan a producir nunca más este tipo de situaciones en las que llega la campaña de extinción y todavía no se han triturado”.
Según CNT-AIT, la trituración de los restos de poda y desbroce son “fundamentales” para dar por finalizados los trabajos de prevención y que después el trabajo de los bomberos forestales sea “eficaz”. No en vano, explican, la prevención busca asegurar vías de acceso y comunicación, reduciendo la densidad del arbolado o del matorral para cortar la continuidad de un posible fuego. Además, sirve para crear zonas en las que la intensidad y velocidad de las llamas disminuya, gracias a “fajas” en las que poder generar una oportunidad a los trabajos de extinción.
“Los testimonios de las compañeras y compañeros que acudieron al incendio de El Salobre coinciden en que uno de los factores por los que se propagó el incendio tuvo que ver con estos cordones”, explica el sindicato.
El fuego de El Salobre se originó el pasado día 4 de agosto y necesitó la intervención de numerosos medios tanto aéreos, hasta diez, como terrestres, con un total de 140 personas sobre el terreno. El fuego alcanzó la situación operativa 1 debido a que fue necesario confinar a las 600 personas que se encontraban en dos alojamientos turísticos de la zona, en concreto los balnearios de Benito y de la Esperanza.
La extinción “fue rápida y el incendio alcanzó un total de 28 hectáreas de monte”, según el sindicato.
Los testimonios de las compañeras y compañeros que acudieron al incendio de El Salobre coinciden en que uno de los factores por los que se propagó el incendio tuvo que ver con estos cordones
En la Sierra del Segura y en la Sierra de Alcaraz
Los bomberos creen que hubo suerte porque no es la primera vez que se encuentran con restos de la poda. “Son algunas cuestiones que se llevan produciendo desde hace tiempo en la empresa y que no solamente nos han indignado, sino que no lo vamos a tolerar”, afirman.
“No solamente hemos visto esta situación en el incendio de El Salobre, hay muchísimos tajos que ya se han facturado por GEACAM, pero en los que no se han hecho los trabajos de trituración. Así nos encontramos tajos en la Sierra de Alcaraz y en la Sierra del Segura”, denuncian.
“Venimos observando este tipo de irregularidades con mucha frecuencia y preocupación”, dice el sindicato porque si el trabajo en las 13.000 hectáreas intervenidas para este año no se remata bien, “los restos de poda son combustible disponible y continuo para las llamas y mechas rápidas por las que el incendio se propaga con virulencia”.
Según este sindicato, la apuesta (teórica) por la prevención obedece a razones económicas. “Es la prevención, y no la extinción, la que da dinero. Se factura por hectárea, pero en la práctica no se trata de eficacia, sino de cobro”.
Y es que, según cuentan los bomberos forestales, los trabajos de prevención, entre los que se incluyen los sufragados a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) aprobado por la Unión Europea tras la COVID-19, “suponen beneficios a la empresa, con labores de tratamiento silvícola preventivas”, y que frente a eso “la extinción de incendios no da beneficios. Todo lo contrario, se trata de un servicio público y como es natural un gasto necesario, que está siendo objeto de recortes, y mucho más últimamente”.
Esos recortes se han traducido, explican fuentes de este sindicato, en la eliminación del exceso de jornada que la empresa venía pagando hasta ahora. “Están recortando la entrada de los medios al tajo. Por ejemplo, las unidades helitransportadas salen antes del turno”.
Los bomberos forestales del Plan INFOCAM cobran dependiendo de sus años de servicio, y por cada hora extra nocturna perciben unos 21 euros. Un profesional que lleve poco tiempo en el servicio, pongamos dos años, y que solo trabaje durante la fase de extinción, percibirá 1.500 euros, a los que se suman las horas extra en caso de incendios complicados que alarguen las jornadas de trabajo.
Otra de las quejas es que que las bolsas de trabajo para las diferentes categorías en este año 2025 “se han quedado cortas” y eso está afectado a los turnos de los bomberos forestales. “Ya no se permite un cambio de turno dentro de la misma categorías”. O el hecho de la presencia de unidades “bajo mínimos”. En este aspecto denuncian que GEACAM “está jugando con los efectivos de las unidades completas para salvar la inoperatividad de otras en las que falta personal”. Una cuestión esta última que también denunció CCOO.
Tampoco 'corre' la bolsa de contratados gracias a los fondos europeos MRR. Solo se mantienen aquellas plazas para las que está garantizada la subvención europea.
Para el próximo 2 de septiembre el sindicato de bomberos forestales SIBF ha convocado una concentración a las puertas de la Consejería de Desarrollo Sostenible para denunciar la “precariedad laboral” del colectivo.
Este medio ha intentado recabar la opinión tanto de Geacam como de la Consejería de Desarrollo Sostenible sin que hasta el momento haya sido posible.