La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha anunciado este lunes que va a realizar mapas de inundabilidad de las cabeceras de los ríos Mesa y Piedra en poblaciones de Guadalajara como Villel de Mesa. Fue de uno de los municipios más afectados por las inundaciones que dejó la DANA en octubre de 2024, sin daños personales.
Estos mapas permitirán “progresivamente” el conocimiento del funcionamiento de estos cauces ante un nuevo posible episodio de avenida de agua.
La comisaria de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro Miriam Pardos, se ha reunido con los alcaldes de Villel de Mesa, Algar de Mesa, La Yunta y con el concejal de Mochales Juan Antonio García, en relación a los daños producidos por la DANA en los tramos altos de ambos ríos. Un encuentro en el que se han abordado las posibles actuaciones de recuperación y de mejora del conocimiento del riesgo de inundación en estas zonas.
En la reunión también han participado tanto el delegado de Desarrollo Sostenible de la Junta de Castilla la Mancha en Guadalajara, Rubén García Ortega, como Lorenzo Polanco y Samuel Chopo, jefes de Área y de Servicio respectivamente, del Área de Gestión Ambiental de la CHE.
Ya el pasado 10 de febrero, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Carlos Arrazola, mantuvo una reunión de trabajo con la consejera de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez. En aquel encuentro la consejera ya ponía de manifiesto la necesidad de colaboración “para garantizar una repuesta eficaz en las zonas afectadas por fenómenos meteorológicos adversos, como la reciente DANA, y que en el caso de Villel de Mesa se repite cada vez que llueve intensamente”.
Tres riadas en menos de un año en la zona
Mercedes Gómez también recordó que Villel de Mesa y otros municipios, como Algar de Mesa o Mochales, “han sufrido tres riadas en menos de un año, y el pasado 28 de enero volvían a sufrir un desbordamiento por las intensas lluvias caídas en la zona”. Y los trabajos de restauración apenas han avanzado.
La Confederación Hidrográfica del Ebro ya ha iniciado las actuaciones de limpieza en el cauce a la altura del municipio de La Yunta y ya están en planificación las de Villel de Mesa, Mochales y Algar de Mesa, donde se va a proceder a la retirada de los residuos y la maleza que todavía están presentes en el cauce del río, así como al mantenimiento de márgenes.
En este tipo de inundaciones, de carácter muy rápido y torrencial, los avisos solo pueden estar basados en pronósticos meteorológicos
La consejera insistió entonces en la “urgencia” de que el organismo de cuenca actúe “cuanto antes” y a hacerlo de forma efectiva para que los municipios de Valle del Mesa “puedan volver a la normalidad sin necesidad de tener que vigilar el río cada vez que llueve”.
Y es que en pueblos como Villel de Mesa todavía no han podido recuperarse algunos servicios esenciales debido a los daños de la DANA en casas, naves y en cientos de hectáreas de campo.
Entre agosto y octubre se triplicó la precipitación media de los últimos 25 años
Algo más de 1000 km2 de la provincia de Guadalajara están atravesados por las cabeceras de los ríos Mesa y Piedra y sus afluentes. “En esta zona se dan lluvias torrenciales que provocan inundaciones pluviométricas. Es decir, se produce un crecimiento muy rápido de cauces menores, más que inundaciones fluviales de más largo recorrido en los ríos, como ocurre en otras partes de la cuenca. Es, por lo tanto, una zona sensible a los daños por estos fenómenos naturales”, explica la Confederación del Ebro.
“En este tipo de inundaciones, de carácter muy rápido y torrencial, los avisos solo pueden estar basados en pronósticos meteorológicos”, subraya este organismo en un comunicado.
En esa misma nota, sostiene que “el cambio climático nos aboca a que los fenómenos extremos sean más recurrentes y de mayor intensidad”. Pone como ejemplo las últimas lluvias torrenciales del pasado otoño, en las que se registraron en esta subcuenca precipitaciones por encima de los 50 litros por metro cuadrado en 24 horas. Estas lluvias se dieron además en condiciones muy desfavorables ya que el terreno estaba húmedo (en septiembre se habían llegado a acumular en la zona 60 litros por metro cuadrado en 12 horas). De hecho, hay que destacar que en el periodo del 29 de agosto hasta el 30 de octubre la precipitación acumulada en la zona triplicó la precipitación media de este periodo en los 25 años anteriores.
Además, a raíz de las consecuencias de la DANA de 2024, la Confederación del Ebro está revisando el número de puntos de control de la red SAIH (Sistema Automático de Información Hidrológica) y hay previsto instalar nuevos sensores en la zona para mejorar el conocimiento en futuros episodios.