La Junta General de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV) se reunirá el lunes 24 de noviembre, un mes y medio después del último encuentro en el que el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, anunciara su intención de disolver la sociedad tras paralizarse la integración ferroviaria en superficie.
El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero (PP), lo ha confirmado a preguntas de los periodistas tras mantener este viernes un encuentro con los comerciantes de la calle Gamazo, afectados por las obras de abastecimiento y saneamiento.
“Está convocada desde hace tiempo, tanto la Comisión de Seguimiento como la Junta General de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, y ya saben cuál es nuestra posición: entendemos que no hay causa para disolver ni que nos tengamos que ir del convenio y así lo manifestaremos”, ha asegurado el regidor.
Por su parte, el pasado 8 de octubre el ministro Puente anunció la disolución de la SVAV al entender que el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León - que representan la mitad de la sociedad - incumplen el objetivo de avanzar en la integración en superficie de las vías del tren a través de túneles y pasos elevados, ya que apuestan por el soterramiento.
“El capítulo de la integración ferroviaria-soterramiento del ferrocarril para el Ministerio de Transportes termina aquí y el que quiera bailar, pues lo hará solo”, dijo el ministro, después de explicar que el Consistorio se negaba a licitar las obras de integración de la zona de Ariza.
Por su parte, Ayuntamiento y Junta sostuvieron que no incumplen el convenio, sino pretenden modificarlo para que contemple el soterramiento de las vías del tren a su paso por Valladolid; justificaron que no se licitaran las obras de Ariza en el “caos circulatorio” por la coincidencia de otras actuaciones en la ciudad y apelaron al diálogo con el Gobierno para solventar esta situación.
De mantenerse estas posturas encontradas y al empatar en votos, será el juzgado de lo Mercantil el que finalmente decida el futuro y las consecuencias de la disolución de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV), entre ellas, la gestión de la deuda de 400 millones de euros.