La presidenta de la Conferderación Hidrográfica del Duero (CHD), María Jesús Lafuente, ha advertido de que, “salvo excepciones puntuales”, la tendencia del caudal de los ríos de la cuenca es “a la baja”, si bien aún habrá “puntas de crecida por la natural propagación aguas abajo”.
La responsable del órgano de cuencia ha explicado que el paso de la borrasca Erminia “con intensas lluvias en las últimas horas” ha provocado un incremento de caudales, por lo que la Confederación mantiene “una especial vigilancia sobre los ríos y arroyos de toda la cuenca”.
“A lo largo del día de hoy se espera el paso de otros dos frentes de menor entidad que van a atravesar la cuenca en dirección oeste-este y que tendrán continuidad durante la primera mitad del día de mañana, con chubascos más dispersos que afectarán especialmente a las provincias de Zamora, Salamanca y Ávila”, ha apuntado para detalla que durante la segunda mitad de mañana se prevé “un receso de las precipitaciones”, aunque el paso de un último frente atlántico “volverá a afectar desde primera hora de la mañana del próximo miércoles, con especial incidencia en el cuadrante suroeste de la cuenca”.
De ahí que, hidrológicamente hablando, “salvo excepciones puntuales”, la tendencia es “a la baja”, si bien, advierte de que a lo largo de este lunes habrá “puntas de crecida por la natural propagación aguas abajo”. “Posteriormente, debido a las precipitaciones de menor intensidad previstas para mañana y pasado, se espera que en la mitad occidental de la cuenca se mitiguen los descensos de las crecidas con ligeros repuntes en los ríos del cuadrante suroeste, lo que podrá prolongar la duración del episodio”, ha añadido.
A esta hora, el río Cea, a su paso por Villaverde de Arcayos en León, se mantiene en aviso rojo con tendencia descendente. En las últimas horas se han superado los umbrales de aviso en distintos puntos de control de los ríos Bernesga, Omaña, Esla y Porma en la provincia de León, Carrión, Castillería, Pisuerga, Resoba, Rivera y Rubagón en la provincia de Palencia, Negro en Zamora, Águeda en Salamanca, Tormes en Ávila y Támega en Orense.
“Hay que destacar también el papel de los embalses de la cuenca, en especial los de Carrión, Pisuerga, Tormes y Águeda, que están contribuyendo a laminar y minimizando los efectos de estas últimas avenidas”, ha concluido.
Ávila, en nivel 1 de emergencia por inundaciones
La Junta de Castilla y León ha declarado la situación 1 de emergencia del Plan de protección ante riesgo por inundaciones (Inuncyl) en la provincia de Ávila, debido al riesgo existente según las predicciones meteorológicas, la información hidrológica y la situación de presas y embalses.
El delegado territorial de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández, ha adoptado esta decisión por alerta de nivel rojo en el río Arenal a su paso por Arenas de San Pedro, al suroeste de la provincia, en la vertiente sur de Gredos; nivel naranja en el río Alberche a su paso por Navaluega, al sureste, y nivel amarillo en el río Tormes, a su paso por El Barco de Ávila, al suroeste de la capital, pero en la vertiente norte de Gredos.
Aunque la gran mayoría de los cauces se han estabilizado o están ya descendiendo de nivel, la CHD informa de que se han superado los umbrales de aviso en distintos puntos control de los ríos Carrión, Castillería, Pisuerga, Resoba, Rivera y Rubagón en la provincia de Palencia.
Precisamente el Ayuntamiento de Barruelo de Santullán, en el norte de la provincia, por donde transcurre el curso del rio Rubagón, ha activado la alerta por riesgo de inundaciones en todo el término municipal. En un bando, emitido en la noche del domingo, el ayuntamiento recomienda tener especial precaución en las zonas o barrios por donde transcurre el curso del Río Rubagón, o que estén cercanas a los arroyos.
En la capital palentina, debido a las fuertes rachas de viento, se han cerrado los parques de la Huerta de Guadián e Isla dos Aguas para evitar riegos para las personas por posible caída de árboles y los bomberos han realizado numerosas salidas para retirar de la calzada contenedores de residuos movidos de su ubicación original, señales y vallado de obras, así como diferentes objetos o piezas de fachadas y tejados con riesgo de caída y ramas de árboles desprendidas.