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Clamor por una república catalana solidaria con la española

Todos los ponentes del acto 'Decidim República', en el que participaron, entre otros, Gerardo Pisarello, Ada Colau, Joan Herrera, David Fernández o Antonio Baños.

Jordi Molina

Barcelona —

El derecho a decidir no se puede conjugar, únicamente, dentro de las fronteras catalanas, como si más allá del Ebro no hubiera nada. Este fue uno de los varios mensajes que más aplausos levantó anoche entre las 300 personas que llenaban el auditorio de Cotxeres de Sants, donde varias tonalidades de la izquierda catalana escenificaron la pluralidad de sensibilidades que hay alrededor de la defensa de la consulta del 9-N. Muchas de ellas, por no decir la totalidad de las que ayer se expresaron, vincularon el derecho a decidir de los catalanes con la necesaria solidaridad con los anhelos republicanos de una parte importante de la sociedad española, combatiendo así la tendencia individualista que predomina en determinados sectores del soberanismo.

El acto, con el nombre de #DecidimRepública e impulsado por el Movimient Laic y Progressista (MLP), sirvió para poner de manifiesto que los hipotéticos puentes con el Estado no pasan necesariamente por la vieja política. Sobre todo, después de unos días donde el foco mediático ha sido para el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida —considerado hasta hace poco como el hombre del diálogo con el Estado—, lo que se escenificó ayer es otro tipo de tercera vía. “Solidaridad entre pueblos”, “repúblicas ibéricas” o “procesos constituyentes en todo el Estado” es como los diferentes ponentes se refirieron al futuro en común que Catalunya podría compartir con una España republicana y territorialmente flexible.

Esta idea fue el hilo conductor del argumentario de Ada Colau, la primera en intervenir. La hasta hace poco portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) fue especialmente crítica con la actitud de CiU a raíz de la abdicación del Rey. “No vale defender el derecho a decidir en Catalunya y votar a favor o abstenerse con el debate sucesorio sobre la corona”, recordó la activista, que invirtió la misma energía en exigir el derecho a decidir de los catalanes sobre su futuro como pueblo, como en el de los españoles sobre el debate entre Monarquía y República. “Los catalanes que digan que lo que pasa en España no les importa no me representan”, insistió en un momento en que coge fuerza la posibilidad de que la activista presente una candidatura de cara las municipales en Barcelona, en la primavera de 2015.

Con estas palabras desacomplejadas de una de las voces más valoradas socialmente tanto en Catalunya como en el resto del Estado, se iniciaba un acto enmarcado en un catalanismo popular y solidario, con acentos federalistas, internacionalistas e independentistas. Y, como dejó claro Colau, si hay algún punto de encuentro entre ellos y los anhelos republicanos del resto del Estado, éste pasa por la radicalidad democrática. “La democracia no se mendiga, se ejerce, el 9-N y cada día, en Catalunya y España”, dijo entre aplausos. En la misma línea se manifestaron el grueso del mosaico de acentos de la izquierda catalana que sucedieron a Colau. Desde las filas más moderadas del PSC –cabe decir que la federación de Barcelona había mostrado más beligerancia que la dirección nacional sobre la abdicación del Rey— hasta las más beligerantes de Procés Constituent o la CUP, pasando por ERC, ICV, EUiA y representantes del movimiento vecinal, cultural y social de Catalunya.

Pese a lo que podía parecer sobre el papel, quién también insistió sobre los vasos comunicantes de una hipotética República Española y Catalana fue el portavoz en el Congreso de ERC, Joan Tardà. Seguramente el representante de los independentistas que más énfasis ha hecho tradicionalmente en la solidaridad entre pueblos. “Viva la república catalana, la república española, la de Euskal Herria y la de Galicia”, gritó para resumirlo en un: “Viva las repúblicas Ibéricas”. En la misma dirección se pronunció el líder de ICV, Joan Herrera: “los que quieren impulsar un proceso constituyente en España han de estar con la rebelión catalana, y los que queremos un proceso constituyente en Catalunya debemos estar con la rebelión española”, explicó.

El Régimen de la Transición se agota

Otro de los comunes denominadores del acto fue la coincidencia en el diagnóstico: el régimen surgido de la Transición se ha agotado. Así lo sentenció el profesor de Derecho constitucional de la UB, Gerardo Pisarello, quien explicó que la Constitución ha agotado buena parte de sus potencialidades garantistas “porque ha quedado subsumida en un régimen bipartidista y monárquico que bloquea cualquier interpretación democratizadora de la misma”. Procés Constituent, noticia en los últimos días por su voluntad de sumar sinergias con Podemos, asistió al acto por medio de la representación de la activista Esther Vivas. “Es necesario que los pueblos del Estado inicien procesos constituyentes independientes, coordinados y que se retroalimenten”, pidió la activista, que instó al independentismo catalán y al republicanismo de todos los pueblos que “empujen juntos, en una misma dirección”.

Una de las intervenciones más esperadas y que, de hecho, no figuraba en los primeros carteles promocionales, fue la del diputado de la CUP, David Fernández, que cargó contra la figura del monarca saliente: “Quién ha abdicado es un delincuente impune”, espetó. En tono irónico, parafraseó el spot de la multinacional Ikea y se dirigió al público diciendo: “Bienvenidos a la República de vuestra casa” y añadió, en este caso citando el cantautor Jaume Sisa: “Si es que hay casas de alguien”. La voz sindical la puso la Coordinadora Nacional de Jóvenes de CCOO, Aina Vidal, que insistió en la figura del monarca entrante: “Si Felipe VI está realmente preparado que se presente a unas elecciones”, dijo Vidal que, en alusión al PSOE, sentenció: “No se puede ser republicano por principios y votar a favor de la coronación de Felipe VI”.

Dos nombres importantes invitados, pero finalmente ausentes en el acto, fueron el de los activistas Arcadi Oliveres y Itziar González. Otros representantes del movimiento vecinal, activista, cultural o social, como Lluis Rabell (FAVB), Antonio Baños (Iaio flautas), Pere Camps (Festival Barna Sants) o Pau González (Movimiento Laico y Progresista), respectivamente, participaron en un acto organizado, astutamente, por este último colectivo. Pau González, uno de los artífices del formato y el cartel del acto, explicaba a este medio que, aprovechando el contexto político, el objetivo era, precisamente, escenificar las sintonías entre las reivindicaciones de más democracia existentes en Catalunya y en el resto de la Estado y, además, representar la pluralidad que hay en torno al derecho a decidir. “Queríamos llenar de significado el concepto derecho a decidir porque creemos que a veces se simplifica desde determinados sectores”, nos explicaba González. Ayer, en Sants, derecho a decidir fue inseparable de conceptos como democracia, república, fraternidad, solidaridad, cultura, educación, derechos y libertades. El tiempo dirá si se trata de una utopía o si un nuevo ciclo político va camino de nacer.

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