Después de cuatro semanas acampados en el rectorado de la UAB, los estudiantes de la Coordinadora de Asambleas de Facultad (CAF) decidieron ayer encerrarse en el edificio e impidieron la entrada del personal y de los miembros del equipo de gobierno, en vista de que las negociaciones con este último no avanzaban. Los estudiantes reclaman el cumplimiento de una serie de mociones aprobadas por el Claustro de la universidad.
Por un lado, hay dos mociones impulsadas por los trabajadores. La primera pide al equipo de gobierno la información económica sobre todas las empresas con las que colabora la UAB. El plazo impuesto era de 15 días desde la celebración del claustro, que tuvo lugar a finales de marzo, pero la universidad ya ha anunciado que no será posible publicarlo este curso. La segunda propone un cambio de los estatutos de la universidad para cambiar la ponderación del voto en las elecciones. Según Laura Gené, miembro de la CAF, “con esta ponderación el actual rector no habría ganado las elecciones”. La estudiante explica que el equipo jurídico de la universidad dice que este cambio aprobado por el claustro no se puede aplicar, pero una serie de profesores de derecho han argumentado que sí es posible.
Por otro lado están las mociones presentadas por los estudiantes. Incluyen un debate público sobre el modelo de universidad, que, sin embargo, “se está llevando a cabo en una comisión a puerta cerrada, cuando se podría convocar un claustro extraordinario para tener este debate”, asegura Gené, y también la creación de una franja horaria sin docencia en común a todas las facultades para libre asociacionismo político. La medida más contundente hace referencia a los precios de las matrículas. “Propusimos hacer una beca a todos los estudiantes para compensar el aumento de los precios a cambio de subir los cánones a fundaciones y spin-offs, pero el rectorado no ha aceptado ni la creación de un grupo de trabajo para analizar las spin-offs de la UAB”, dice la estudiante.
Todas estas medidas han sido aprobadas por el Claustro universitario, por lo que Gené considera que “con el incumplimiento de estos acuerdos, el equipo de gobierno desprecia esta institución”. Por ello, desde la CAF declaran que “las estudiantes nos vemos abocados a aumentar el nivel de presión para alcanzar no sólo nuestros objetivos sino los de toda la comunidad universitaria expresada a través del Claustro”.
Desde la universidad, el gerente en funciones de la UAB, Joan Melción, calificó ayer la situación de “inesperada” en declaraciones a Europa Press, porque llevan tres reuniones particulares con la Coordinadora de Asambleas de Facultad (CAF) de la UAB, para canalizar sus reivindicaciones. “Sin ningún preaviso y cuando dábamos por cerradas las conversaciones, nos hemos encontrado con esto”, declaró. Por su parte, Gené, asistente a estas reuniones asegura que “la universidad decía algo en las reuniones pero de espaldas a nosotros actuaba de otra manera”.
Mientras crece la tensión en el rectorado y los estudiantes se temen un intento de desalojo por parte de los Mossos. Hoy por hoy, la universidad ya ha intensificado la seguridad para evitar la entrada de más estudiantes al rectorado y ha tomado otras medidas como cortar la red wifi en el edificio. “Antes podíamos trabajar aquí dentro, porque seguimos teniendo trabajos para entregar, pero ahora ni eso. Están jugando al desgaste”, asegura Gené desde el rectorado.
Melción declaró ayer que se decidiría al respecto en una reunión que tuvo lugar al mediodía con el equipo de gobierno, los decanos de facultad y los jefes de departamento. Desde la CAF desconocen el contenido de la reunión y temen un intento de desalojo en cualquier momento.