El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado reducir el límite anual de turistas que recibe el Park Güell. El compromiso pasa por rebajar de los 4,5 millones actuales a 4 de forma progresiva en los próximos dos años, hasta 2027. La medida supone reducir los visitantes en un 11%, que es lo mismo que 1.365 personas menos al día y 130 menos cada hora.
Se trata de una proposición de ERC que se ha votado en la Comisión de Economía y que ha contado con el apoyo del gobierno municipal del PSC, con el que los republicanos habían llegado a un acuerdo, y de todos los grupos de la oposición, excepto del PP. De esta forma, ha recibido el voto favorable de Junts, BComú y Vox.
La medida busca disminuir la masificación en la zona monumental del parque, facilitar su preservación del patrimonio, reducir la presión sobre los barrios de Horta-Guinardó y de Gràcia y fomentar el acceso de los vecinos al recinto. Desde ERC han reconocido que estas reducciones son “insuficientes” para los vecinos, pero que son “un paso adelante necesario” para acabar con la masificación del barrio.
La proposición se trasladará ahora a los órganos de gobierno de Barcelona Serveis Municipals, la empresa púlblica que gestiona el Park Güell. Los republicanos han querido dejar claro que medio millón de visitantes menos “no implicará ningún impacto negativo en la economía de BSM”. Han añadido que “se seguirá cobrando más” que en años anteriores gracias a la medida que se aprobó el pasado curso a instancias de los Comuns y que permitió subir el precio de la entrada de 10 a 18 euros.
Por su parte, el teniente de alcaldía Jordi Valls destacó que la proposición “se inscribe en la estrategia del Gobierno municipal de gestionar el turismo”, sobre todo en aquellas zonas que sufren una mayor presión.
Desde Junts también reconocen que la masificación turística en la zona “es insostenible” y que genera “dificultades”, así como una “pérdida del espacio público”.
En este sentido, los Comuns lamentan que la proposición no vaya acompañada de “un plan más extenso” para rebajar la saturación en las inmediaciones del parque. “Mejor eso que nada”, han asumido.
Por su parte y a pesar de votar a favor, desde Vox han insistido en que el turismo es “fundamental” para la ciudad, pero que hay que encontrar un “equilibrio” y “priorizar el bienestar de los barceloneses”.
Desde el PP, el único partido que ha rechazado la propuesta, han cargado contra las formas a la hora de anunciar la rebaja de aforo y han manifestado que el Park Güell “no puede ser una herramienta de propaganda”.