Dimas Rodríguez: “Ahora es complicado hacer cine, muy complicado”

Guionista, periodista, guitarrista de La Banda Municipal del Polo Norte y ahora director de cine, Dimas Rodríguez presenta su primer largometraje, Et dec una nit de divendres.

¿De qué trata tu primera película, Et dec una nit de divendres?Et dec una nit de divendres

Es una comedia romántica y un homenaje a este género. Pasa en Arbúcies, en el festival PopArb, que lleva muchas ediciones celebrándose y es un escaparate de muchas bandas emergentes y consolidadas de la música catalana. La peli sucede justamente una noche de viernes, como dice el título, y es una comedia medio romántica, medio excéntrica: el protagonista encuentra a su ex novia y tiene una cita paralelamente con otra chica bastante excéntrica.

Eres periodista y guionista de programas de televisión. ¿Cómo empieza una incursión como esta en el cine?

Había hecho algunos cortos, nos juntamos con cinco amigos y decidimos montar una productora, que se llama Imuff Producciones. Todos somos fans de la comedia romántica y nos planteamos hacer una película de bajo presupuesto que también fuera un homenaje a la música de aquí y a aquellas noches fantásticas e inesperadas que todos hemos pasado... Aquellas que en cualquier momento se giran y se convierten en una noche para recordarla toda la vida. Empezamos a tirar el proyecto adelante, primero como low cost y al final conseguimos que la televisión catalana entrara e hiciera de coproductora para poderla acabar.

Al final la película se estrena el sábado. ¿Cómo ha ido todo el asunto?

La experiencia ha sido apasionante, también muy intensa y muy dura. Empezamos con un presupuesto muy bajo, haciéndolo un poco a la manera del cine independiente, y nos dimos cuenta enseguida de que necesitábamos ayuda porque realmente la película estaba creciendo y necesitábamos apoyo económico. Por suerte entró la cadena y nos ayudó a terminar. Esto significó profesionalizarse mucho más y nos encontramos de repente con un equipo de 20 personas a nuestro alrededor... y hubo que pensar en cómo organizarlo todo.

Hablas de homenaje a un tipo de comedia.¿Cuáles serían los referentes?

Sí, sí, tiene muchos referentes, pues todos los de la productora somos muy fans de la comedia romántica y de directores como en John Hughes y de películas como El Club de los Cinco, Todo en un día, 16 Velas... y de otros maestros de la comedia americana con los que hemos crecido.

¿El personaje principal de la película saldría de aquí?

Nos planteamos la posibilidad de coger el personaje de Todo en un día que interpreta Mathew Broderick. Ahí hace del típico tío carismático de instituto –todo el mundo es su amigo– y es el ídolo, no por ser el más guapo, sino por su personalidad. Así que planteamos la posibilidad de qué sería de este chico 10 años más tarde: ahora ha perdido a la novia, se encuentra en ese momento en el que la gente ya no tiene ganas de conocerlo, estás fuera del instituto, tienes 30 años y resulta que te encuentras perdido en un festival de música con tu ex novia... Es la historia de cuando se encuentra de repente en un momento de su vida que está de bajada e intentando encontrarle sentido a todo.

¿Se puede hacer cine en las condiciones actuales de crisis económica y de valores culturales?

Ahora es complicado hacer cine, muy complicado. Hablas con gente que se dedica a ello y todo el mundo te dice que es una época muy difícil, pero yo apuesto por las producciones muy independientes. En EEUU existe el movimiento Mumblecore en el cual nos hemos fijado para hacer el film. Son pelis hechas con un presupuesto mínimo, con pocos actores y que cuidan muchísimo los personajes; se hacen en pocos escenarios y los actores siempre están muy bien y con diálogos muy trabajados. Apuesto por esta línea. Nosotros, como productora mucho muy pequeñita, estamos nos enfocamos a hacer cosas muy pequeñas para tenerlas al alcance y porque creo que es un oficio que se tiene que ir aprendiendo. Y para ir aprendiendo la mejor manera es hacer proyectos realizables de manera inmediata, que puedas trabajar enseguida con los actores, etc. No me veo esperando dos años o tres años para levantar un proyecto, tengo el mono de escribir cosas y dirigir actores, de aprender de este modo.

¿El grueso de tu trabajo es en la tele como periodista/guionista. Hay mucha diferencia entre esto y hacer largometrajes?

He trabajado en muchos programas, y algunos incluso eran programas que tocaban la musica con un poco de ficción, una combinación de lo que después ha acabado siendo la película. Es curioso, me han servido como escuela para lanzarme a dirigir. Pero se trata de diferentes tempos, diferentes dinámicas, diferente lenguaje... A pesar de que a mí me apasiona la ficción, veo dos actores hablando y ya me emociono, me encanta la televisión. Sin embargo, lo del cine y la ficción es mi gran pasión.

De hecho, la música no es casualidad... ¿También tocas la guitarra en La Banda Municipal de Polo Norte

Llevo años tocando en una banda de “pop duro”, como decimos entre nosotros. Con unos amigos decidimos montar una banda. Todos veníamos de grupos, yo todavía estaba tocando –y todavía toco– en otra banda pero ellos hacía tiempo que no tocaban. Nos juntamos y poco a poco la banda ha ido creciendo. Actualmente somos 7 componentes y en agosto grabamos el tercer disco en Paco Loco, unos estudios del Puerto de Santa María. Tocar me ha dado muchas alegrías y, de hecho, me ha ayudado también a hacer la película porque he podido estar en un mundo que conozco de manera muy cercana. Me ha facilitado hablar con los músicos y con los sellos de manera directa. Muchas veces con estos músicos he compartido escenario, copas, o incluso los he entrevistado como periodista.

Formaste parte como guionista de uno de los programas con más personalidad de los últimos años de la televisión catalana...

Sí, fui guionista de Silenci? desde los inicios hasta el final. Fueron siete temporadas muy intensas y muy bonitas... Fue un programa que nació en un momento en que no había ningún programa catalán que tratara de una manera diferente el tema de las tendencias, del cómic, del diseño, de la música... Poco a poco fuimos viendo como el programa creaba una marca, creaba una tendencia, y realmente tenía muchos seguidores. Fueron siete años donde también vimos que al final quizás nos deberíamos haber reinventando.

El Silenci? hizo silencio.Silenci?

Lo que había sido una cosa innovadora tuvo otros hermanos, otros primos; quizás la fórmula ya no era tan impactante como al principio y el programa se terminó cuando hubo cambio de dirección en la tele. Decidieron apostar por una nueva fórmula de programas. Siempre que entra un director nuevo intenta crear su marca, y en este caso apostaron por el proyecto de Ànima, un programa muy ambicioso, con mucho equipo. Decidieron eliminar programas como el musical Loops y al mismo Silenci? para enviar todo o parte del equipo a este. Querían un programa cultural que fuera más amplio y ambicioso. Nos quedamos sin Silenci?, que era como nuestra casa.