Política.

-Miguelito, dime una palabra que empiece por la letra P –le dice la maestra.

Mientras Miguelito se toma su tiempo para responder, Mafalda piensa, preocupada: “Este es capaz de decir esa maldita palabra…”

-Política.

-¡Y la dijo!

“Hoy mejor hablamos de teatro. Las páginas de política y de economía ya se están comiendo lo suficiente las de cultura en los periódicos como para que, encima, en la presentación de una obra de teatro, les damos más argumentos ”. Era el 10 de octubre y, más o menos con estas palabras, y con una sonrisa un poco desesperada, pero con sonrisa, Lluís Pasqual, director del Teatre Lliure, introducía con buen humor la rueda de prensa de Patria, la obra escrita por Jordi Casanovas y que se estrenó dos días después, el de la Hispanidad, en el Temporada Alta. El texto del dramaturgo de Vilafranca era una ficción política que nos trasladaba a unas elecciones de las que saldría una Catalunya independiente. Los acontecimientos previos a raíz de la manifestación del 11 de septiembre, hicieron que algunos convirtieran la obra en una especie de símbolo independentista. Era normal. La coincidencia cronológica y argumental entre la representación y la realidad daba a Patria una dosis extra muy fuerte de actualidad.

Este lunes, Lluís Pasqual no debía sonreír cuando saltó a la arena a raíz de una polémica abiertamente política. Un twit “incendiario”, tal como lo definió él, de Toni Albà recomendaba no ir a ver Juicio a una zorra (en el Lliure de Gràcia hasta el 16 de diciembre y con Carmen Machi en el escenario) por razones políticas: “Carmen Machi firmó con los ‘intelectuales’ españoles contra el derecho a la autodeterminación de Catalunya. No vamos! ”Por respeto a Lluís Pasqual, no creo que valga la pena entrar a discutir las ideas políticas de uno o de otra. Ni a analizar si ser federalista significa negar el derecho a decidir. La cuestión es que la política, en su vertiente más antipática, ha entrado en juego.

Machi se defendió. Albà se reafirmó. Machi dijo que este señor no representa Cataluñnya; este señor, que el manifiesto tiene mucha mala leche. Y se disculpó por no haber hablado a título personal. Y todo el mundo opinó. Ya sabemos cómo circulan estos caramelos en la red social.

Todos tienen derecho a hacer y a decir lo que han hecho y han dicho Albà y Machi. Y sería comprensible y justo, si se quiere, que uno dijera que no va a ver una obra porque la actriz lo hace mal. Pero que lo diga por lo que piensa la actriz...

El Lliure, claro, también ha intervenido: “Nuestro teatro siempre ha intentado estar a la altura de su nombre: 'libre'”, se lee en el comunicado emitido ayer [martes] y firmado por el director, Lluís Pasqual. Y añade, entre otras cosas: “En un momento de extrema debilidad de nuestra sociedad y de la cultura nos parecen altamente irresponsables las actitudes que intentan confundir o dividir una colectividad tan profundamente democrática y libre como es el público, esta asamblea de espectadores tan diversos que se forma cada día en tantos teatros, tan diferentes ”.

Es posible que, después de este tentativo de confusión, el efecto creado por el incendio de Albà sea el contrario del que pretendía y que el Lliure se siga llenando en todas las representaciones. Pero Justicia para una zorra no es Pàtria. Por eso sería lamentable que alguien fuera a verla sólo como acto de militancia política y no para disfrutar de un espectáculo realmente emocionante. No sé si los querría, a estos espectadores. (Tampoco creo que encontraran sitio, puesto que el teatro se está llenando todos los días...)

Todo febrero Machi volverá a estar en el Lliure en una obra en catalán, Dispara / Coge el tesoro / Repite, un alegato contra la guerra del británico Mark Ravenhill. Hay quien considera que la participación de actores de fuera de Catalunya es un apoyo inestimable y normalísimo a la a la cultura catalana... Otros seguirán pensando que Machi es una facha. Lo mejor es desdramatizar (¡no en el sentido teatral!), por eso me quedo con uno de los innumerables twits que se han leído por todas partes, el de Cristian Segura: “Personalmente yo sería más partidario de hacer boicot a Carmen Machi por sus anuncios de yogures que por firmar manifiestos democráticos ”.