Girona fija el máximo del 4% de pisos turísticos en la ciudad e incluye en el tope el alquiler de habitaciones

ACN

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El Ayuntamiento de Girona aprobará el próximo lunes que los pisos turísticos no superen el 4% de todas las viviendas que existen en la ciudad. Reducir este tope -que hasta ahora se situaba en el 15%- era uno de los compromisos del acuerdo de gobierno entre Guanyem (CUP), Junts y ERC. La propuesta, que se concreta con una modificación del plan general, no sólo se refiere a las viviendas de uso turístico. También incluirá los apartamentos y los hogares compartidos; es decir, el alquiler de habitaciones. Además, también se suprimirá la posibilidad de que quienes rehabiliten íntegramente un bloque puedan destinar los pisos de la primera planta a HUT. El alcalde, Lluc Salellas, ha subrayado que, en la práctica, la medida también blinda el Barri Vell y parte del Mercadal.

El nuevo tope del 4% de pisos turísticos en toda la ciudad se fijará a través de una modificación puntual del Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM). Se aprobará de forma provisional en el pleno del lunes -la definitiva deberá recibir el aval de la Generalitat- y según subraya Salellas, la medida se adopta para “garantizar el derecho a la vivienda” en Girona.

Además, el alcalde también ha destacado que limitar los pisos turísticos reafirma el compromiso del nuevo equipo de gobierno de cumplir los acuerdos políticos de mandato, porque éste es uno de los 64 puntos que recoge el pacto. “Antes de cumplir los cien días de gobierno, sacamos adelante una medida que se refiere a uno de los temas que más debate genera”, ha dicho Salellas, en referencia a las viviendas turísticas.

Dejando a un lado la media del 4% en toda la ciudad, la propuesta también fija que, en los diferentes barrios, los alojamientos turísticos no podrán superar el 15% de las viviendas que hay en cada sector. Sin embargo, en la práctica donde ya se ha alcanzado este tope es en el Barri Vell y en el de Mercadal.

Por eso, Lluc Salellas también ha subrayado que la limitación se traduce con un mensaje claro: que en este ámbito no se permitirá que aumente el número de HUT que existe actualmente. Sólo se permitirán nuevas licencias en caso de que las existentes se den de baja.

Actualmente, en la ciudad hay 763 viviendas que tienen licencia de piso turístico (entre las que están activas y las que no). Y de éstas, unas 480 se concentran en la zona del Barri Vell y el Mercadal. Si se extrapolan las viviendas turísticas a todas las que existen en Girona, el porcentaje de alojamientos turísticos en toda la ciudad fluctúa entre el 2,4 y el 2,5% del total.

Más de 2.000 nuevas licencias

La teniente de alcaldía y concejala de Transición Ecológica y Transformación Urbana, Cristina Andreu, ha explicado que el tope del 4% de pisos turísticos en toda la ciudad se considera adecuado, porque permitirá que puedan abrirse unos 2.000 y pico nuevos alojamientos. Con el límite del 15% que existía hasta ahora, la cifra ascendía a los 7.000.

“Nos parece que el 4% es adecuado, porque supone más que doblar a los que hay actualmente y da margen de crecimiento a los diferentes barrios”, ha explicado Andreu. La teniente de alcaldía también ha subrayado que la medida permitirá “resolver” las tensiones que existían en el Barri Vell, mejorar “la cohesión social y la vida de barrio”.

En referencia a este ámbito, Andreu también ha explicado que, aunque todavía se está “en porcentajes bajos”, la situación en el Barri Vell y en el Mercadal sí se ha traducido en un incremento de alojamientos turísticos en los barrios que están situados dentro la primera corona de este ámbito (el Carmen-Vista Alegre y San Daniel). Por último, la teniente de alcaldía ha puesto de relieve que, aunque la limitación de pisos turísticos por sí sola no resolverá el problema de vivienda que tiene Girona, sí se suma al resto de acciones -como construir pisos asequibles- que ha puesto en marcha el Ayuntamiento.

Apartamentos y hogares compartidos

A diferencia de lo que había hasta ahora, a la hora de hacer el cómputo por barrios y en el conjunto de la ciudad, no sólo se tendrán en cuenta los alojamientos turísticos. También se incluirán en el tope tanto los apartamentos (bloques enteros) como los hogares compartidos (es decir, el alquiler turístico de habitaciones).

Además, según ha explicado el concejal de Urbanismo de Proximidad, Lluís Martí, una vez se apruebe la modificación, tampoco se permitirá que quienes rehabiliten un edificio de manera integral puedan destinar el primer piso del bloque a vivienda turística. Martí ha dicho que esto se ha echado atrás obedeciendo a “criterios jurídicos” y que, a partir de ahí, el equipo de gobierno buscará “otras medidas que permitan impulsar estas rehabilitaciones integrales pero que no estén relacionadas con las viviendas de uso turístico”.

El objetivo del equipo de gobierno, con la aprobación provisional en el pleno del lunes, es llegar al tope definitivo antes de que acabe la moratoria de licencias vigente. Y que, de esta forma, a partir de entonces -esto será en noviembre- ya entre en vigor la nueva regulación. En paralelo, Cristina Andreu también ha dicho que el Ayuntamiento intensificará “las inspecciones” para evitar el intrusismo en el sector y luchar contra aquellos alojamientos turísticos que funcionen de forma ilegal.