El incendio forestal de Paüls, originado dentro del parque natural de Els Ports, en la provincia de Tarragona, ha superado las 3.000 hectáreas arrasadas tras quemar sin control durante más de 24 horas. Los bomberos tratan de contener las llamas ahora que remite el viento, clave para su propagación, y se mantienen unas 18.000 personas confinadas en sus casas o dentro del perímetro de sus municipios.
Con unos 450 efectivos y 12 medios aéreos, sumados a los cerca de 200 que ha desplegado la Unidad Militar de Emergencias (UME), los Bomberos de la Generalitat consideran decisivos los trabajos de esta tarde y confían poder estabilizar el fuego de cara a la noche, aunque recuerdan que la orografía montañosa dificulta su actuación. “Normalmente estabilizamos los incendios rápidamente, pero este es otro escenario, con mucha dificultad para desplegar líneas de agua y los medios aéreos tienen problemas para volar”, ha explicado Francesc Boya, jefe del operativo.
Tras una noche extremadamente complicada, con rachas de viento de hasta 90 km/h, el fuego ha ido avanzando desde la zona de Paüls y el parque natural hacia el sureste. Esto ha provocado incluso que saltase el río Ebro a la altura de Tivenys, el principal temor de los Bomberos. Con todo, los efectivos han logrado frenar ese flanco con rapidez.
A partir de este mediodía, los responsables del operativo han explicado que el cambio previsto en los vientos ha alterado ya sus prioridades. La marinada, que sopla húmeda desde el sur, ayudará a las tareas de estabilización, pero al mismo tiempo convierte en prioritario el flanco izquierdo del incendio para que este no regrese a la gran extensión protegida de Els Ports. Según datos de Agentes Rurales a las 13:00 horas, de las 3.317 hectáreas afectadas, 1.112 están dentro del parque natural (aproximadamente la mitad de la masa forestal calcinada, a la que se suman 819 hectáreas agrícolas y 24 urbanas).
“Si entra [de nuevo en la zona de Els Ports], esto implica muchas cosas negativas, como por ejemplo tener a Paüls confinado, y un espacio natural de alto valor ecológico y con pocos accesos con muchas hectáreas quemádas y un incendio de larga duración”, ha manifestado Boya, que ha comparecido en el Centro de Mando Avanzado ubicado en Tortosa junto con la consellera de Interior, Nuria Parlon.
A la zona se ha desplazado también el president de la Generalitat, Salvador Illa, que se ha reunido con los mandos del operativo y con alcaldes de municipios afectados. Poco antes de las 15.00 h comparecido para insistir a la población que cumpla las indicaciones de los servicios de emergencias, en particular los confinamientos, y pedir que se eviten desplazamientos. “Los fuegos de hoy no son como los de antes, evolucionan muy rápido y hay que tener máxima prudencia”, ha manifestado.
El president ha confirmado que trabajan en un horizonte de estabilización del incendio hacia el final del día. También ha detallado que por ahora no se han registrado víctimas mortales ni heridos graves, aunque sí cuatro heridos leves, que ya han sido asistidos. También un bombero ha tenido que recibir asistencia por un golpe de calor. En cuanto a daños patrimoniales, a la espera de las afectaciones agrícolas, Illa ha confirmado también ha afectación de varios edificios cuya estructura habrá que evaluar.
El incendio forestal, que según las previsiones de Bomberos podría alcanzar un perímetro de 3.500 hectáreas, mantiene por ahora confinadas en sus respectivos domicilios a unas 18.000 personas, cuya situación se evaluará de nuevo a lo largo de la tarde-noche. Se trata de los habitantes de Paüls, Xerta, Alfara de Carles, Aldover, Tivenys, Roquetes y Tortosa (en esta última, solo los núcleos de Bitem, Jesús y els Reguers). Asimismo, en dos pueblos de la comarca de la Terra Alta, Pinell de Brai y Prat del Comte, se ha ordenado un confinamiento municipal, es decir, que se puede salir de casa pero no de la localidad. “El confinamiento es la mejor estrategia de seguridad para proteger a las personas y evitar accidentes y víctimas”, ha declarado Parlon.
Por otro lado, a lo largo de la noche se tuvo que evacuar también a población de masías y diseminados de las localidades de Alfara de Carles, Aldover y Jesús.
El fuego ha afectado al tráfico de varias carreteras, que han sido cortadas, y también a la asistencia sanitaria. La actividad asistencial no urgente se ha suspendido en las poblaciones afectadas, según ha informado el Institut Català de la Salut (ICS), y se ha trasladado a pacientes oncológicos y de diálisis que requieran tratamiento.
“En 80 años no había visto un fuego así”
La noche ha sido larga en los municipios del Baix Ebre afectados por el avance del incendio. Las llamas llegaron hasta la entrada de Xerta y Aldover, y los vecinos vivieron con el corazón en un puño la evolución del fuego, con el temor a que entrara en el núcleo urbano. En agunos casos llegó a pocos metros, según los testimonios recogidos por la Agència Catalana de Notícies (ACN).
En Aldover, el ritmo del pueblo siguía al ralentí este martes, todavía bajo el efecto del confinamiento decretado por Protección Civil, aunque algunos ciudadanos intentaban empezar a recuperar la normalidad. “Tengo más de 80 años y un fuego así no lo había visto nunca”, relataba Àngel Verge, que justo se dirigía a dar de comer a los animales que tiene a las afueras del municipio. Otra vecina, Pilar Bonavila, reconocía que sigue “con la mochila preparada” por si las autoridades deciden evacuarlos.
Durante la noche, la presencia de los equipos de emergencias fue constante. “Han ido viniendo los Mossos d’Esquadra y avisándonos de todo, han sido muy eficaces”, indicaba Verge. Bonavila también reconocía el apoyo por parte de los policías: “Pararon con el coche y nos dijeron que no nos preocupáramos, que si pasaba algo, pasarían y nos recogerían”, relataba. “Ahora toca esperar que nos dejen hacer vida normal”, expresaba con el deseo de que se levante el confinamiento.
Con todo, en Aldover siguen pendientes de la evolución del fuego y de la situación en los municipios vecinos, todavía con los flancos activos, aunque ya comienzan a hacer balance de daños. “Se nos ha quemado una caseta y una finca que tenemos cerca de olivos; otra finca que tenemos en el término de Alfara de Carles también seguro que se nos ha quemado...”, lamentaba Verge.