La Justicia sigue sin cortar de raíz la ofensiva de la asociación ultracatólica Abogados Cristianos contra la eutanasia. Una magistrada de Barcelona ha admitido a trámite la querella de la entidad contra un médico y una jurista de la Comisión de Garantía y Evaluación que aprobó la eutanasia de la joven N., a los que acusa de un delito de prevaricación y otro de falsedad documental.
En un párrafo, de escueta motivación (ocupa tan solo siete líneas), la jueza Eva Moltó se limita a indicar que los hechos incluidos en la querella de Abogados Cristianos “pueden ser constitutivos” de delito, y ordena “el esclarecimiento” de los mismos.
La ofensiva judicial de Abogados Cristianos contra la eutanasia salta así de la vía contenciosa a la penal, y supone además añadir un elemento de presión contra los profesionales médicos y juristas que, por ley, se encargan de evaluar todas las solicitudes de muerte digna en Catalunya.
La entidad ultra ya impugnó, en julio de 2024, la decisión de la Comisión de Garantía y Evaluación que, en pleno y tras los informes de los médicos que atienden a la joven N. (que padece un trastorno límite de la personalidad y es parapléjica), decidió concederle la eutanasia. Pese al aval judicial en primera instancia y en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), Abogados Cristianos ha recurrido ante el Supremo, por lo que N. lleva ya más año y medio sin poder materializar su derecho a la muerte digna.
Antes de citar a declarar como investigados a los querellados, la magistrada ha solicitado al juzgado de lo contencioso que avaló la muerte digna de N. la sentencia sobre el caso, así como la grabación de la vista en la que se resolvió el recurso de Abogados Cristianos.
En su querella contra estos dos miembros del comité de evaluación que intervinieron en la autorización de la muerte asistida de la joven, Abogados Cristianos alegó que simularon un desacuerdo en el informe clave, por lo que considera que el procedimiento administrativo que avaló la eutanasia de N. es “nulo desde el origen”.
En realidad, lo que contaron los médicos a la jueza fue que, ante un caso complejo como el de N., la única alternativa legal que tuvieron para que fuera el pleno de 19 juristas y médicos de la Comisión de Garantía el que decidiera sobre la eutanasia y no ellos dos fue declararse en desacuerdo y que todos los expertos vieran el caso, como así ocurrió. Luego el padre, representado por Abogados Cristianos, impugnó la decisión.
El de N. fue el primer juicio en la historia de España por una eutanasia ya concedida. Su padre y Abogados Cristianos impugnaron ante los juzgados el visto bueno a la muerte digna que habían dado en pleno los juristas y médicos de la Comisión de Garantías de la Generalitat de Catalunya.
Previsiblemente, pese a esta sentencia a su favor, N. seguirá sin poder ejercer su derecho a morir (el proceso judicial ha paralizado la eutanasia desde agosto de 2024), ya que Abogados Cristianos y su padre han recurrido la sentencia del TSJC del pasado mes de septiembre ante el Tribunal Supremo.
A lo largo de los últimos meses, N. ha puesto en conocimiento de los jueces las presiones para renunciar a su eutanasia que ha recibido de grupos vinculados al grupo católico cercano al centro de menores donde pasó parte de su infancia. Pero la voluntad de N. es firme aunque su padre y grupos ultras intenten impedirla: solo quiere morir dignamente.